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LIBRO: “Pequeño Tratado de Grandes Virtudes”.


Enviado por   •  12 de Marzo de 2016  •  Resumen  •  4.660 Palabras (19 Páginas)  •  1.241 Visitas

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LIBRO: “Pequeño Tratado de Grandes Virtudes”.

Prólogo.

El libro nos habla sobre las 18 virtudes esenciales y su reflexión de una manera práctica acerca de cada una de las virtudes. Nos habla del propósito del libro al escribir sobre la virtud como un ejemplo que el humano debe conocer y seguir. Nos describe a la virtud como una potencia. La virtud es independiente y al ser una potencia debería de ser suficiente, pero no lo es ni al hombre ni a la moral por los fines y medios de dicha potencia. La virtud del hombre es la potencia específica que lo hace reafirmar su humanidad, es lo que somos. La virtud es el medio y el esfuerzo para conducirse bien. El libro habla sobre las 18 virtudes esenciales y su reflexión de una manera práctica. 

1. La Urbanidad.
La urbanidad es la antesala de la moral, ya que la gente sabe que no se debe hacer algo porque se ve mal en lugar de que no debe hacerse. No puedes hacer algo sin haberlo aprendido. Este es el inicio de las virtudes ya que los primeros simulacros de virtudes se deben a la disciplina. La urbanidad demuestra el exterior del alguien y como debería de ser interiormente, por eso es insuficiente para el adulto y necesaria para el niño. La urbanidad en exceso deja sin autenticidad. La urbanidad es una pequeña medida, pero se duda de la magnitud de la urbanidad debido a la falta de humanidad en el hombre. Opino que al demostrar como alguien debería de ser por dentro puede prestar a engaños o malentendidos con respecto a las personas, ese factor que la hace esencial también la hace menos agradable desde mi punto de vista.

2. La Fidelidad.
El mundo está compuesto de improvisaciones que son olvidadas rápidamente por lo que necesitan de repeticiones y cambios para ser recordadas. El espíritu es el presente del pasado, el recuerdo, lo que queda de un momento. La preocupación es la memoria del futuro y el ser la del presente. Es casi imposible olvidar el futuro ya sea personalmente o generosamente. El olvidar es fácil, pero nos quitaría lo humano y el espíritu que tenemos. La fidelidad es una virtud para la que hay virtudes. Una virtud necesita de la fidelidad de las personas que le cumplen. La fidelidad es la virtud de la memoria y la memoria como virtud. La fidelidad al no ser obstinada y excesiva, es fiel. La fidelidad también es especial a ciertas cosas (personas) y debe ser positiva y noble. La fidelidad es la virtud de lo mismo, la causa de que lo mismo exista, por eso al cambiar con el paso del tiempo, se pierde la fidelidad. Se debe mantener la fidelidad hacia algo aunque éste haya cambiado por un fin moral que nos hemos jurado a nosotros mismos. La fidelidad es obligatoria ya que es necesaria para uno mismo al relacionarse con su pasado y comprometerse con su futuro. La fidelidad debe dirigirse a lo que tiene un valor y es proporcional. Toda fidelidad a una virtud es al amor y a través del amor. Los tres ámbitos más importantes de la moral son el de pensamiento, moral y pareja. Todo pensamiento corre el riego de perderse si no hacemos lo necesario por conservarlo. La fidelidad al pensamiento verdadero es negarse a cambiar el pensamiento propio a menos que sea con fines positivos. La fidelidad moral en la actualidad es el deber de ser moral sin creer verdaderamente en la ley moral. Cuando la moral no tiene fundamento, la fidelidad hace su papel. Se trata de no traicionar lo que la humanidad ha hecho de nosotros. Al hablar de la fidelidad en la pareja, no se refiere a la exclusividad ya que se está siendo fiel a las ideas que se tienen a una pareja. La fidelidad sería a la idea de lo que hace que una pareja sea pareja. La fidelidad entra en la duración del amor al querer preservarlo mediante la memoria y la voluntad del espíritu. El amor infiel es el olvidadizo, negativo. Esta es una de mis virtudes favoritas, me encanta, aunque comparto el punto en que hay que cuestionar para lo que es bueno tener fidelidad y para lo que no. Se supone que deberíamos ser fieles a nuestros ideales, aunque sean malos son nuestros y eso es la virtud que nos hace personas y conservan nuestro espíritu.

3. La Prudencia.
Una de las cuatro virtudes cardinales. Urbanidad es el origen de las virtudes, la fidelidad es su principio y la prudencia su condición. Es el amor inteligente hacia uno mismo. Sin la prudencia las demás virtudes sólo llenarían el infierno de las buenas intenciones. Nos permite deliberar lo que es bueno o malo para el hombre y tomar una decisión conveniente. Sensatez con buena voluntad. Condiciona a las demás virtudes al establecer cómo hacerse y como alcanzar el fin al que aspira. Sin ella las personas no sabrían que hacer con sus virtudes. No reina, gobierna. La prudencia decide y la valentía lo lleva a cabo. Sabiduría de la acción, para la acción, en la acción. Temporal, contemporizadora, toma en cuenta el futuro. Prudencia es prever y proveer. Diferencia la acción del impulso. La prudencia aconseja, la moral ordena. El amor guía, la prudencia ilumina. Es imprudente escuchar sólo a la moral y es inmoral ser imprudente. Se ve claramente su importancia pues sin ella todas las intenciones que lleguemos a tener así como las virtudes que poseemos, serían inservibles sin camino alguno.

4. La Templanza.
No se trata de gozar menos, gozar mejor. Virtud por la cual somos señores de nuestros placeres y no sus esclavos. Actúa sobre los deseos más necesarios del individuo. Disfrutar un placer sin tener que depender del mismo. Cuando tienes necesidad de algo, disfrutas con mayor placer su abundancia. Ser temperante es poder contentarse con poco, pero más el contentarse y el poder. El arte de gozar. Prudencia aplicada a los placeres. No tenemos llenadera y por lo tanto tenemos que ponernos límites. Para gozar de un placer, prefiere calidad que cantidad. La templanza intensifica el placer cuando hay y cuando no hay, hace las veces del mismo. Contentarse con poco porque poco no faltará. Se da la pobreza feliz. Virtud humilde, de norma. Regulación voluntaria de la pulsión de vida. Para mí este es un elemento de la felicidad que permite disfrutar de los placeres individuales de la vida sin que nos perdamos en ello y por lo tanto no perdernos cuando lleguemos a perder estos placeres.

5. La Valentía.
Virtud más gozada, depende de individuo. Capacidad de superar al miedo, cambia en regiones según las cobardías. La valentía demuestra sinceridad en motivaciones y acciones. Valentía desinteresada= heroísmo. De la valentía apreciamos que no sea egoísta. Del punto de vista moral, la valentía sólo es apreciable cuando se pone al servicio ajeno y sólo así es virtud. Valentía ante muerte=valentía suprema. La valentía despierta respeto. Condición suficiente de toda moral al ser el dominio de cada uno. Si la valentía tiene fines malos o de egoísmo, no es moral. Como virtud la valentía no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de superarlo a través de una voluntad más fuerte y generosa. Las demás virtudes también le necesitan para ser realizadas con fuerza inquebrantable y para salir de la pasividad. Toda virtud es valor. Sin valor uno no podría resistir lo peor de uno mismo. Se necesita valor en donde la ciencia ni fe bastan. El valor es singular y personal ya que la razón no basta y nadie luchará por nosotros. Valor intelectual= ceder al miedo, como no tener miedo a algo a pesar de su horrorosidad. Deseo de durar y todo valor proviene de la voluntad. Sólo existe en el presente. El pasado con valor no demuestra un presente ni futuro. Ser valiente sobre la marcha. Siempre revela más una voluntad que una esperanza. Tenemos esperanza en lo que no depende de nosotros y queremos lo que depende de nosotros. Es más fácil ser valiente en el combate cuando se tiene la esperanza. Es necesario no esperar nada para ser totalmente valiente. El miedo demuestra necesidad de tener valor. Valor debe tener medida, riesgos deben ser proporcionales al fin buscado, eso distingue al valiente del temerario. El temerario está muy indiferente a su vida como para ser valiente y el cobarde muy miedoso. En mi opinión la valentía es lo que muchas veces nos hace falta para alcanzar lo que tanto deseamos y lo que podríamos obtener. La valentía desinteresada es considerada por mí como una virtud única que me encantaría poseer.

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