La Hemolitica
Enviado por rosamariasocorro • 1 de Junio de 2012 • 1.783 Palabras (8 Páginas) • 479 Visitas
HOMILÉTICA
La Homilética surge en los países de habla hispana como una necesidad para enseñar a los Jóvenes Creyentes que deseaban tomar parte en el Ministerio de la Predicación, ya que el buen deseo de testificar, poseer las verdades del evangelio, la piedad y el favor divino, aunque son virtudes indispensables para la predicación eficaz, no son suficientes. Es necesario presentar las verdades del evangelio a los oyentes de un modo claro y lógico, que persuada sin fatigar las mentes; para lograr esto se necesita de la plática o sermón:
1. Orden
2. Disposición
3. Clara Enunciación
1. Orden
Colocación de las cosas en el lugar que corresponden; regla o modelo que se observa para hacer las cosas correctamente. Relación o respeto de una cosa a otra para que funcionen bien. Note que Pablo enseña el orden en el ministerio de la iglesia para que haya verdadera edificación en vez de perturbación (1Co. 14: 26-40)
2. Disposición
Acción y efecto de disponer; actitud buena y enérgica que se usa para lograr un fin. Buen estado de salud; gallardía, empleo de todos los medios y recursos que podamos usar para ejecutar una tarea. Para ello, nunca demos muestra de debilidad ante un auditórium como que no sabemos, no podemos o no queremos.
3. Clara Enunciación
Que el mensaje que transmitimos sea entendible primero a nosotros y a los oyentes. Nunca olvidemos que en la transmisión de un mensaje es más importante lo que la gente entiende que lo que yo sé. Así que la función de un buen predicador es como la de un transformador de voltaje; es decir, adaptar el mensaje de Dios al entendimiento de todo. Nuestra función no es mostrar cuánto sabemos sino, enseñar a otros lo que sabemos.
Es cierto que el Espíritu Santo a usado a veces para realizar su Obra de Salvación, sermones muy deficientes y carentes de lógica, y débiles en argumentación, como es el caso del sencillo sermón que ganó a Carlos Spurgeon quien más luego se convirtiera en el gran Príncipe de los Predicadores o el sencillo mensaje que ganó a Nicky Cruz (Nicky, Cristo Te Ama), recuerden que hay gente que creen con señales y otros por sabiduría (1Co. 1: 22) y Cristo es las 2 cosas (1Co. 1: 24); lo vemos en el caso del Etíope y Saulo (Hch. 8: 26-39; 9: 1-20)
Pero debemos entender que estos son casos excepcionales, en los cuales Dios a querido llenar por una manifestación especial de su gracia lo que faltaba al instrumento humano para un plan específico; sin embargo, tales ejemplos no son motivo alguno para menospreciar el Arte de la Homilética, pues la preparación de sermones es un verdadero arte que requiere estudio y adiestramiento, con particularidad de que por moverse en la más alta esfera de la vida humana merece más que cualquier otro arte, tal trabajo y esfuerzo teniendo siempre presente; que la cuidadosa preparación del sermón no es suficiente sin el poder y la intervención del Espíritu Santo, que no siempre es el fuego del entusiasmo humano que se expresa con enérgico gestos y grandes gritos, sino aquella unción de lo alto que da el Sermón, ese algo inexplicable que no se adquiere por medios humanos, pero lleva a los corazones de los oyentes la impresión de que el mensaje es de Dios porque es Dios mismo revelándose al corazón del que escucha la Palabra, si las Dos cosas vienen unidas en el Sermón, el predicador no podrá menos que ver, de su siembra espiritual abundantes frutos para vida eterna.
Todo predicador debe evitar los dos extremos, el predicador que descuida la preparación de sermones, confiando imprudentemente en la inspiración divina tomando como pretexto citas bíblicas tales como Marcos 13:11; el que así procede en la predicación, se encontrará frecuentemente conque no tendrá mensaje alguno para dar a sus oyentes y tendrá que sustituir rápidamente la falta de inspiración por una charla sin sentido que cansará a sus oyentes, pues el Espíritu Santo no suele otorgar premio a la holgazanería e irresponsabilidad. Pero tampoco es efectivo el predicador que solo confía en su arte y en sus bosquejos bien escritos, porque puede hallarse falto de la unción santa del Espíritu y descubrir que su palabra no llega a los corazones de los oyentes.
QUÉ ES LA HOMILÉTICA
Homilética viene de la palabra griega «homilía» y tiene como primer significado: conversación o discurso; fue usado para describir la labor de los padres de la Iglesia Primitiva en su misión de llevar la predicación del mensaje de Redención.
DEFINICIÓN DE LA HOMILÉTICA
Aunque existen diferentes definiciones que se usan para describir el término homilética, tomaremos el de Blackewood que dice: “La Homilética es la ciencia cuyo arte es la predicación y cuyo resultado es el sermón”
En términos más sencillos la definimos asÍ: “Es la ciencia o arte que presenta los principios para la elaboración y presentación del Sermón”
PROPÓSITO DE LA HOMILÉTICA
Es presentar principios básicos y ayudar al predicador a desempeñar bien la tarea de presentar claro y entendible el mensaje de la Palabra de Dios. No es ofrecer al predicador el contenido del sermón sino más bien, la forma del mismo; ya que como hemos dicho, las verdades del Evangelio de Jesucristo deben ser presentadas a los oyentes de un modo claro y lógico, que puedan persuadir sin fatigar las mentes; y para
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