La Moral Es Intrínseca Al Hombre

La moral es intrínseca al hombre, ella siempre está regulando el actuar así como la conducta medida y la justificada. Como un esquema de parámetros conductuales, la moral se hace gregaria a la medida que esta se disuelve en la sociedad que comparten ciertos rasgos de identificación culturales y regionales. Así, la moral de los pueblos primitivos se veía regulada por los preceptos culturales, religiosos y de autoridad de los líderes de tribu o clan que impartían el orden y el mandato de las reglas básicas de conducta y comportamiento social. Pero la moral no es suficiente cuando la sociedad crece y el poder de los líderes se ve opacado por las ambiciones nacientes de los hombres, fácilmente corruptibles en el poder; es así como se deben instaurar las leyes y las sanciones para controlar y regular las conductas “inmorales” dentro del seno de la sociedad. Sin embargo, es de notar que las leyes que se derivan de la moral de un pueblo son diferentes y exclusivas de otros pueblos con formaciones y lineamientos morales diversos, con momentos históricos y condiciones socio-económicas diferenciales, generando a la hora del contacto o el enfrentamiento inevitable, la contraposición moral y legislativa, caso propio de luchas entre pueblos en medio oriente. El choque de sociedades sólo termina en falta de entendimiento y en posteriores enfrentamientos pora mantener el orden justo y adecuado, según cada beligerante moral. Si observamos esta tendencia que desde la antigüedad se presenta, debemos tener la conciencia que la sociedad actual en la cual nos desenvolvemos, e intentamos cuidar y proteger, está permeada por razones y factores multiculturales, socio-económicos e idiosincráticos que alteran la “moral colectiva” de la sociedad, pueblo, municipio, ciudad, región y estado, haciendo que los intentos de orden y justicia se nos dificulten e incluso lleguen a ser insuficientes sin una regulación efectiva de la sociedad multicolor en donde hemos nacido, hemos sido criados bajos parámetros morales familiares, condicionados por la sociedad y más tarde limitados por la educación y las vivencias que podemos presentar en forma agraciada o desagradable en medio de la misma.

Para lograr digerir mucho más estos escenarios presentados, donde siempre nos encontramos luchando los unos con los otros, debemos entender las razones que nos moldean, y, a partir de ello, modificar de la mejor forma (incluso con formas alternativas) las presentes situaciones sociales actuales.

Existe un derrotero histórico cíclico y común a todos los pueblos, tan antiquísimo como los míticos reyes del mundo antiguo, quienes de hecho, suscitaban estas distorsiones sociales, y estos procesos que intento llamar a modo de ejemplo, son los que se desprenden del poder, pues éste corrompe. El término “draconiano” nos remite a lo soberbio y tiránico, siendo Dracón el gran legislador ateniense, quien con crueldad instauró el orden en la sociedad, y fueron muchos los tiranos antiguos y modernos quienes se han hecho con el poder y han legislado desde su trono. Robespierre en Francia guillotinó a los que no cumplían con la nueva ordenanza legislativa naciente tras la revolución, terminando éste en la guillotina a causa de su exceso de autoridad. Nos volcamos entonces a que el poder corrompe y del poder se desprenden las leyes y las directrices que llevan a una sociedad por un camino parcializado y subjetivo.

Un segundo momento

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