La Oratoria: "Sus Principios"
Enviado por arirockz • 5 de Enero de 2015 • 16.502 Palabras (67 Páginas) • 431 Visitas
INTRODUCCIÓN:
La palabra es la manifestación más elevada de la naturaleza humana. Ella expresa una idea, que puede generar otras ideas. En este sentido, la conversación es un juego que consiste en lanzar ideas.
El arte de hablar y escribir correctamente ha sido definido como Gramática. Sin embargo, muchas personas que conocen sus reglas exactamente, no poseen facilidad de expresión.
Por eso es que, desde hace algunos años, surgió la conciencia de una ORATORIA PRÁCTICA, que conservando los elementos de la Retórica (arte del buen decir), se introdujo en las variables más importantes de la conducta humana.
La Psicología, la Sociología, la Filosofía, las Ciencias de la Educación y otras disciplinas humanísticas importantes, aportaron elementos que permitieron el avance. Hoy la Oratoria (ya como disciplina independiente), se encuentra en condiciones de afirmar que LA CAPACIDAD DE EXPRESIÓN PUEDE MEJORARSE MEDIANTE PRINCIPIOS.
PRINCIPIOS
1. NO ABANDONAR EL TEMA: La disertación debe tener un objetivo y hay que avanzar hacia él en forma progresiva. Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la charla con ejemplos y referencias, el disertante se aparte del tema central. Es necesario que el orador persista en su tema; evitando al mismo tiempo interrupciones, cuando éstas deriven la cuestión hacia temas tangenciales.
2. ORIENTACIÓN: Los aportes de los oyentes resultan muchas veces positivos y ayudan al orador. Pero, en ciertas ocasiones, hacen que el discurso entre en un cauce trivial, o se aparte del primitivamente propuesto. Existen procedimientos para encauzar la conversación que puede utilizar el orador, por ejemplo decir “...sus palabras me traen a colación...”, o ”...eso me recuerda...”. Cualquier procedimiento empleado debe ser cuidadosamente escogido a efectos de no ofender al oyente.
3. IDEAS Y TEMAS: Las primeras surgen en función de la experiencia y de la habilidad para manejarla. La persona que tiene ideas puede apelar a ellas en cualquier momento. No se puede sostener una conversación si no se tiene algo que decir; todos tienen una interesante gama de conocimientos, pero generalmente permanecen latentes y sin utilización.
En cuanto al tema, debe ser uno sobre el que el orador tenga una posición formada, que pueda hablar con autoridad y al mismo tiempo le apasione. De todo se puede hablar, pero los temas debe buscarlos el orador dentro de sí mismo, más concretamente debe recurrir a:
a) Sus experiencias
b) Sus creencias
c) Sus estudios
d) Sus proyectos
e) Sus emociones
f) Sus sentimientos
g) La experiencia ajena
4. EJEMPLOS: Generalmente el orador trata que su discurso “penetre” fácilmente en el auditorio, y choca con el inconveniente de la abstracción de sus ideas. La correcta ejemplificación, con relatos y objetos concretos, soluciona el inconveniente y clarifica la exposición.
Un orador puede decir “Los escritores argentinos son muy inteligentes”. Podría suceder que algún oyente conozca algunos escritores que no participen de esa cualidad y no creyera en el juicio del orador. Entonces, sería más correcto decir: “Los escritores argentinos, como por ejemplo NN, XX, etc., son muy inteligentes”. Además podría aportar algunos datos sobre la personalidad de esas figuras que refuercen su concepto sobre ellos.
5. COMPARACIONES: Este principio consiste en buscar elementos conocidos por el auditorio, que tengan analogía con el tema del orador. La comparación puede ser, por ejemplo, entre el funcionamiento de un radar y el rebote de una pelota o “es tan inquisitivo como un rayo X”, o “es tan alto como un obelisco”, etc.
6. CONTRASTES: Su uso tiene los mismos efectos que el principio anterior, pero se basa en el caso inverso. Es decir, debe buscarse alguna relación llamativa entre dos elementos para captar la atención del auditorio. Por ejemplo el siguiente relato: “hace 70 años se encontró en un lago de la India un terrible monstruo que medía 120 metros de largo, 15 de ancho y 22 de altura, siendo su peso aproximado de 100 toneladas, pero su cerebro apenas tenía el tamaño de una bola de billar”.
7. ESTADÍSTICAS: Su perfecta utilización constituye una valiosa ayuda para el orador. Sin embargo, una gran cantidad de datos estadísticos intercalados en la exposición puede llegar a aburrir al auditorio, por lo cual éstos deben ser utilizados con un criterio adecuado.
8. DETALLES: Su eficiente uso da brillo a la exposición, pues presenta un paisaje muy difícil de olvidar. Una misma disertación puede ser enfocada como un relato objetivo de los hechos, o matizada con una serie de detalles que amplíen o mejoren la exposición.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que el uso incontrolado de los detalles produce aburrimiento y alejamiento de la idea central.
Veremos dos maneras de decir lo mismo, con la diferencia del uso de detalles.
a) “Recién cuando el vecino me avisó, me di cuenta del incendio en la casa contigua a la mía. Fue un gran desastre, especialmente por las pérdidas materiales. Por poco no hubo víctimas”.
b) (con detalles) “Dormía plácidamente en mi habitación cuando golpearon desesperadamente a mi puerta. Con no poca dificultad y rabia me levanté de la cama y llegué hasta la puerta. Al abrirla, vi a mi vecino haciendo gestos que no comprendía. Luego de un instante, se tranquilizó y me avisó que se incendiaba la casa de pensión contigua a nuestro edificio. Recién al mediodía los bomberos lograron controlar el fuego; el cuadro era tremendo. El efecto del fuego y del agua, había destrozado y arruinado todo el mobiliario de la casa; nada quedó en pie. Pero afortunadamente, al iniciarse las primeras llamas, los inquilinos de la pensión alcanzaron a huir, salvando así, milagrosamente, sus vidas”.
Como se puede apreciar, existe una gran diferencia entre estos dos discursos.
Pero también en este párrafo se aprecia que el uso incontrolado de detalles podría resultar negativo.
9. TESTIMONIOS: En los discursos basados en relatos e informaciones, es necesario valerse de testimonios que aseveren la veracidad de lo expuesto. Estas pruebas deben ser, por supuesto, conocidas por el auditorio. Otra forma de utilizar testimonios es la referencia a opiniones de personas importantes o muy conocidas, lo cual produce un respeto por la información transmitida.
10. CRECIMIENTO DE LA IDEA: El orador debe pensar continuamente en las posibles mejoras y ampliaciones que pueden tener sus ideas. Ya se encuentre en su trabajo, en su hogar, o en cualquier instante, pueden acudir a su mente pensamientos que enriquezcan sus ideas. De esta manera las charlas adquieren un tinte auténticamente personal,
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