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La Pedagogía De Jesús


Enviado por   •  22 de Abril de 2013  •  1.827 Palabras (8 Páginas)  •  520 Visitas

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Fundamentos del Cristianismos en la Educación.

M.A. José Ramiro Bolaños

Universidad San Pablo

De Guatemala

Fernando Leonor

LED-11-0024

Pedagogía del Cielo.

LA INTRODUCCIÓN:

Jesús.

Muchos son los grandes maestros que a través de la historia han dejado su huella en la Pedagogía. Pero Jesús fue sin duda alguna el mejor. Y si bien la pedagogía es el estudio de la forma en que los seres humanos aprenden, el buen pedagogo es el que hace que las personas aprendan, y la manera como Jesús enseño, los métodos y especialmente la forma como los usó causo una revolución en el pensamiento occidental. Sus enseñanzas no pierden vigencia dos mil años después, su autoridad como maestro sigue causando asombro. Sus enseñanzas siempre fueron respaldadas con una manera de vivir intachable viviendo lo que predicaba, por lo tanto, no enseñó que lo más importante fuera la adquisición de conocimiento si no la praxis del mismo. Jesús es el emblema del movimiento religioso que cambio la historia de la humanidad, un movimiento que, literalmente, partió la historia.

¿Cuál es el modelo pedagógico de Jesús?

Transformación integral.

Una educación integral será aquella que contemple, en su debida importancia, la totalidad de las funciones humanas: sensibilidad, efectividad, raciocinio, voluntad, es decir, espíritu-alma-cuerpo.

Cuando pensamos en la “educación integral” queremos significar que aceptamos que el hombre es un complejo consubstancial de materia y espíritu, una combinación esencial de cuerpo orgánico y de alma material e imperecedera y que, por lo tanto, todo tratamiento educativo debe mirar hacia la integridad de la persona humana y no solo alguno de sus componentes. Jesús sabía esto y por lo tanto fue de esta manera que enseñó a sus discípulos. Manera integral, su pedagogía abarcó tanto su intelecto; “Enseñándoles todas las cosas”, como su espíritu o su relación con Dios; “Orad sin cesar”, de la misma manera de su cuerpo; “Sanando sus enfermedades”

La Biblia reconoce la integralidad del hombre según lo dice Escritura en 1 Tes. 5:23, “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”(Reina-Valera 2009). Este es uno de los pasajes claves de la Biblia donde se nos revela que los humanos estamos compuestos de tres elementos básicos: espíritu, alma y cuerpo, que en su conjunto conforman nuestro ser.

Educando el espíritu.

Juan 4:23‐24. El espíritu es la parte humana que entra en contacto con Dios, quien es Espíritu. El espíritu que hay en nosotros es la parte de nuestro ser que anhela trascender y comunicarse con Dios. Este deseo y necesidad de Dios es producido por ese espíritu que fue creado por Dios para alabar a Dios. La pedagogía de Jesucristo educa nuestro espíritu para que podamos buscar a Dios, acercarnos a Él, adorarle y servirle. Instruimos o educamos a nuestra sociedad, espiritualmente, cuando le hacemos conciencia de la existencia de un orden superior, un Dios que todo lo puede, sabe y tiene. Instruimos a nuestra sociedad de una manera completa cuando entendemos que los seres humanos necesitamos tener contacto con el Creador de todo. Si la conciencia es un “Órgano” según Ratzinger, “Algo que se nos ha dado, pero como todo órgano que es necesita crecer, formarse y ejercitarse” la pedagogía de Jesús nos lleva a ese ejercicio espiritual del conocimiento de las verdades que nos ayudarán a entablar una mejor relación con Dios, y por lo tanto, con nuestro entorno.

Educando el alma.

El alma está formada, entre otras cosas, por las emociones, la mente (los pensamientos y/o el intelecto), los sentimientos, la voluntad, la conciencia y los deseos. Esta parte de nuestro ser anhela conocer y entender a Dios, pero tiene también los demás deseos de la vida humana. Por eso, el salmista habla con su alma (es decir, consigo mismo) y le dice, “Bendice, alma mía al Señor, y no te olvides de ninguno de sus beneficios” (Salmo 103:2). O, “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo” (Salmo 42:2). En la parábola del hombre insensato, éste, después de acumular riquezas, dice, “Alma mía, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; reposa, come, bebe, disfruta” (Lucas 12:19). Como puede verse en estos ejemplos, el alma es el agente de los deseos y la voluntad. Esta es un área donde la pedagogía de Jesús trabaja puesto que aquí se encuentra el intelecto. El libro de Proverbios está diseñado para hacer crecer al hombre en sabiduría, es decir, el uso correcto de la información. Un intelectual es el que hacer uso correcto de las cosas porque ha sido instruido en ello, esto significa que, se le dieron las herramientas y se le enseño a usarlas. Pero al educar solo esta parte del hombre le damos las herramientas que da el conocimiento pero no le enseñamos como usarlas. En la pedagogía de Jesús el alma tiene importancia trascendental, a tal punto que el vino para salvar nuestra alma del destierro eterno. Ya que en el alma se encuentra nuestra personalidad Jesús no escatimo esfuerzos para educar en esta parte a sus discípulos y mando que ellos también lo hiciesen de esta manera “Enseñándoles a guardar todas las cosas”. La educación integral en la Biblia es de vital importancia porque el hombre está compuesto por varias partes no solo por algunas partes, es decir, solo imagine un hombre que le de servicio solo al motor de su vehiculo, sin cambiar llantas, darle mantenimiento al tren delantero o quizás sin cambiar frenos; ¡Seguro en el mejor de los casos se le arruinará el vehículo, o en el peor de los casos terminará muerto. Es por eso que Jesús les enseño a sus discípulos de esta manera, por lo tanto ellos reconociendo esto escribieron “Amado yo deseo que

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