La Tauromaquia

La tauromaquia

“Pretende el alentado joven gloria por dejar la vacada sin marido, y de Ceres ofende la memoria. Un animal a la labor a nacido y símbolo celoso a los mortales, que a Jove fue disfraz y fue vestido; que un tiempo endureció manos reales, y detrás de él los cónsules gimieron, y rumía luz en campos celestiales, ¿Por cual enemistad se persuadieron, a que su apocamiento fuese hazaña, y a las mieses tan grande ofensa hicieron?” ^[1]

En este ensayo exponemos el nivel moral al que desciende el ser humano en este perverso “arte” de la tauromaquia, lo cual hace dudar de la “sabiduría” humana.

Definiremos la tauromaquia según la RAE (Real Academia Española), como el arte de y técnica de torear y lidiar toros. Como podemos observar se le considera un arte el torear, de forma que el torero se vuelve al menos por gramática artista, ya que lleva a cabo esta acción. Pero ¿Qué es realmente y qué conlleva el “arte” de torear? Primeramente cabe aclarar que el toro es un ser rumiante y pasivo y que huye en el momento de sentirse amenazado y ataca sólo para defender (claro en el momento de no poder huir). En esto hemos resumido aunque sea superficialmente lo que sucede en una corrida de toros. Se puede mencionar “poéticamente”, que estamos ante la “espectacular” matanza de un ser bravo y con los ojos inyectados de sangre y lo manifiestan de manera tan gozosa que compromete al humano a poner en tela de juicio su racionalidad, al llevar a cabo tales actos.

        Y, ¿Porqué sucede esto? Realmente esto no se sabe de dónde provenga tal “arte”; pero la perversidad y crueldad denotadas en estos actos (que por ahora sólo se resume en la tauromaquia, dejando aparte los demás casos de acoso a otros seres), se puede considerar viendo al humano por encima de los demás seres vivos. ¿Realmente es el ser humano superior a estos? No lo podemos observar mas que desde la perspectiva humana, esto conlleva a la conclusión de que efectivamente es el ser humano superior a otros seres. En tal caso ¿Es el hombre capaz de justificar sus actos (dejando en claro que se consideran perversos). No lo consideramos así, debido a que la soberbia del hombre hace que este se siente como distante, ajeno a la naturaleza y podemos ver esto cuando lo definimos ya que lo hacemos desde afuera, pero el hombre es en si naturaleza, claramente oscurecida por su moral y conciencia; sin embargo; no deja de ser naturaleza.

        Este “artista” se deshumaniza y se crea la idea de que lo que hace es un acto bondadoso de demostrar la artística que posee con aquella vida de por medio.

NO hay ninguna necesidad de por medio que pudiese justificar (como lo hacemos con demás seres) hambre, protección etc. la muerte de este rumiante.

        El “marido de la vaca” es un ser malvado, que merece todo lo que pasa durante la corrida; en esto reside la gran mentira taurina ya que al no poder huir se defiende de la única manera que sabe.

...