La diosa nakuma

La diosa nakuma

Lo que nadie sabe es que cuando todo comenzó en aquella laguna de iguake,  hace presencia una de las mas grandes diosas, que con la ayuda de su madre, dio inicio a todo lo que conocemos ahora, este personaje es nakuma hija de la mas grande diosa indígena bachue, a pesar de que  por un pequeño incidente nos hemos olvidado de la existencia de esta misterioso ser supremo  , pues en ningún mito la podremos encontrar, sin embargo ella fue tan importanto como su madre bachue, en el inicio de los tiempos, apareció nakuma,   ese dia en aquella laguna colgando del brazo izquierdo de bachue, siendo arrebatada por las aguas tormentosas  de su madre, fue dada por muerta y omitieron su existencia reconociéndola como la hija fallecida de la diosa bachue, a pesar de aquel incidente nakuma no muere, al contratrio , al ahogarse en aquellas aguas, ella renace,  en ese instante se convierte en una de las criaturas mas omnipotentes sobre la tierra, igualando el podere de su madre. nakuma la diosa de las aguas, es la encargada de proveer con lluvias los cultivos e hidratar a los pobladores de la tierra (plantas, animales y humanos) con el agua mas pura de sus rios  satisfaciendo asi las necesidades a los habitantes.

En la antigüedad las tribus indígenas le rendian miles de tributos a nakuma a través de sacrificios humanos. A diferencia de los demás dioses a nakuma le gustaba que dejaran sus ofrendas(miembros sacrificados)  en la laguna de iguakama, asi ella los  podría atraer con su inigualable belleza hasta el fondo de la laguna, todos los miembros consideraban un honor ser sacrificados para ella. Pues su existencia era todo un misterio. Según el mito la belleza y el encanto de esta diosa era tal, que Los otros miembros de la tribu al hacer el sacrificoo no podrían mirar, porque de lo contrario se volveria locos y correrían hacia la laguna llevando asi la misma suerte de la persona sacrificada.

ninguna persona conoce la verdadera apariencia de tan misteriosa diosa de las aguas, pues nadie ha sobrevivido para contarlo.

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