La formación humana - ensayo

La formación humana

Introducción

El presente ensayo, tiene como objetivo presentar de la manera más clara posible la necesidad que existe de una formación humana, principalmente a través de la vivencia de los valores en el ámbito educativo.

En el México en que vivimos, es notable cómo los valores han pasado a un segundo plano y la responsabilidad que se tiene de enseñarlos a las nuevas generaciones, suele ser delegada. Por dicha razón, son pocos quienes asumen esta gran responsabilidad.

Actualmente, vemos una sociedad de apariencias, pero vacía. Y es alarmante que los seres humanos, estamos perdiendo lo que precisamente nos hace humanos. Nos hemos encerrado en un individualismo que se convierte en indiferencia, una indiferencia que nos separa completamente del prójimo y nos hace olvidar que lo que pasa en la sociedad, es también responsabilidad nuestra.

Muchas veces hemos escuchado personas que están molestas con la sociedad, con su entorno, con el gobierno, la religión, la familia, etc. Sin embargo, comúnmente resultan ser las personas menos comprometidas con el otro, que viven quejándose de todo y ellos mismos son incapaces de cumplir con lo que deberían.

La causa principal de toda esta problemática se centra en la falta de valores, y no únicamente por parte de las nuevas generaciones, si no en el descuido y falta de compromiso e identidad de quienes tienen la responsabilidad de educar.

Valores y virtudes

En la vida de todo ser humano, deben existir valores y virtudes, que, aunque van de la mano, hay que saber distinguir la diferencia y estar convencidos de que educar en valores y virtudes es un deber, o en palabras de Kant, es un imperativo categórico que no podemos eludir.

Es muy común conocer algo a cerca de los valores, sin embargo, sobre las virtudes se escucha muy poco. Por ello, comenzaremos por conocer qué es cada uno de ellos.

Los valores son considerados como aquello que tiene valor. Los valores humanos son aquellos bienes universales que pertenecen a nuestra naturaleza como personas y que, en cierto sentido, nos «humanizan» porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra naturaleza humana.

Hay una diferencia entre los valores humanos en general y nuestros propios valores personales: los valores humanos abarcan todas aquellas cosas que son buenas para nosotros como seres humanos y que nos mejoran como tales. Mientras que, los valores personales, son los que hemos asimilado durante nuestra vida y nos motivan a tomar decisiones cotidianas.

Los valores, pueden ser morales y no morales, sin embargo, en el ámbito educativo, no se habla del término genérico, si no de valores morales.

Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien. (CICA 1804)

Las virtudes humanas son disposiciones estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón. Tienen como objetivo hacer al hombre como debe ser.

Aristóteles clasifica las virtudes en dos tipos: virtudes morales y virtudes laborales. Las virtudes morales: son excelencias del alma relacionadas con una relación social exitosa con otras personas y que constituyen un elemento favorable en la construcción de una comunidad civilizada. Las virtudes laborales. Son las que permiten enfrentar con éxito empresas humanas en distintos campos de acción, del arte y del conocimiento.

Podemos resumir que los valores son aquellos capaces de arrancarnos de nuestra indiferencia, lo que hace que prefiramos unas cosas a otras, que las estimemos, más o menos, y las virtudes permiten a la persona conocer la felicidad; obrar a gusto, con satisfacción.

Los valores en la educación

Ahora que ya distinguimos entre valores y virtudes, sabemos la importancia de ellos en el ser humano y en la sociedad en general. Por eso es tan relevante profundizar este tema en el ámbito educativo.

No podemos negar que la falta de valores es un problema que aqueja a la sociedad, pero, podemos preguntarnos ¿De quién es la responsabilidad?

Uno de los principales errores o problemas para educar en valores, es que la ciudadanía se acostumbra a ver los antivalores como algo natural, como un estilo de vida aceptable, y contrariamente, se menosprecia a quien vive o intenta vivir los valores.

En una sociedad, los valores son los que dan sentido, orientación y visión a una comunidad, por eso, cuando no se tienen claros los principios humanos de relación,

como el respeto, la solidaridad, paciencia, etc. varios de sus ámbitos se ven afectados.

Por eso, tristemente, gran cantidad de nuestra población vive en un estado de insensibilidad, poca estima, indolencia, corrupción, egoísmo, apatía, violencia, etc. sin que la persona se dé cuenta de que está contribuyendo a la agudización de la crisis. Y está crisis se debe a la poca formación humana que se tiene.

Esto nos lleva a darnos cuenta de que el papel que juega el educador es de suma importancia, ya que para el educando siempre representará un modelo a imitar. Por eso es deber de los formadores, propiciar las condiciones para vivir en un ambiente de valores.

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