La importancia de la filosofía de la educación

LA IMPORTANCIA DE LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

Hoy en día, unos de los principales problemas que atraviesa la educación en México es que ésta es incapaz de formar ciudadanos integrales, es decir, el sistema educativo mexicano no provee personas capaces de desenvolverse en diferentes contextos, con destrezas y valores necesarios para lograr el cambio cultural y social que tanto requiere nuestro país para lograr un pleno desarrollo. Esto sucede, en buena medida, debido a que por un largo tiempo el papel de la educación era proveer conocimientos sistematizados a los alumnos. Es decir, el papel de la educación era transmitir conocimientos, sin tomar en cuenta, los intereses, capacidades y necesidades de sus alumnos, sin dejar de mencionar las necesidades de la cotidianidad y los retos propios de la vida actual. Y si bien es cierto que las nuevas reformas educativas se han propuesto revertir esta situación a través de la modificación de la currícula de materias, así como del plan de estudios de las mismas, esto no resulta suficiente. La razón es sencilla: buena parte de los docentes que en la actualidad cubrimos la mayor parte de las plazas educativas no nos encontramos lo suficiente preparados para desarrollar a plenitud los planes y programas propuestos por la reforma educativa. Aunado a esto otra parte de los docentes, no tienen claro, cual es el verdadero fin de educar, desempeñan esta noble profesión porque les fue heredada o no tuvieron otra opción, no tienen ética profesional ni cuentan con una verdadera base filosófica que les permita cuestionarse, la importancia, forma y finalidad del porque están llevando a cabo su labor. Y, por último, existe una resistencia al cambio, pese a que los planes y programas, establecen nuevas formas de enseñar, tomando en cuenta las necesidades de nuestra época, se continúan practicando pedagogías que son propias del siglo pasado.

Estas situaciones, traen como consecuencia que gran parte de las asignaturas, no establezcan un vínculo entre los conocimientos teóricos y las situaciones cotidianas, es decir, se sigue transmitiendo el conocimiento de forma tradicional, en lugar de guiar a los alumnos, para que estos sean capaces de, construir su propio conocimiento y ponerlo en práctica ante las diversas situaciones que se presenten en su día a día.

Desafortunadamente, se sigue dando más énfasis a las ciencias naturales y exactas, buscando que los alumnos almacenen la mayor parte de información que les sea posible. Actualmente, los colectivos docentes buscan dar solución a los problemas de aprendizaje que se derivan de estas dos áreas, ya que las consideran de mayor importancia.

Por otro lado, se sigue dejando en segundo plano las asignaturas que pertenecen al área de las ciencias sociales, el sistema educativo, modifica los contenidos de tal forma que, la finalidad de estas sea formar y despertar en los alumnos un pensamiento crítico, indagatorio que los lleve a descubrir y ser conscientes del lugar que ocupan en el mundo, comprendan las dinámicas sociales y económicas que se desarrollan en la actualidad.

Durante los últimos años la sociedad en general se ha encargado de desplazar y olvidar la importancia que tiene la filosofía en nuestra vida, se le considera arcaica, pasada de moda y que no sirve para nada. Está tan desvalorada gracias a comentarios sin argumentos, o por la mala impartición de los docentes que provoca que la sociedad en general la aborrezca y considere como algo innecesario en la vida. El mismo gobierno planeo suprimirla en la enseñanza preparatoria. esto se debe a que siempre están de por medio, que intereses políticos tiene cada gobierno, y es necesario aceptar que, en nuestro país, los programas no se orientan a formar ciudadanos pensantes, buscan dominar y manipular a la sociedad por medio de la educación.

La desvalorización de la filosofía se debe, a que, vivimos en un mundo globalizado, donde, todo conocimiento debe manifestarse en algo práctico, comprobable y por supuesto que aporte beneficios reales y económicos de acuerdo a las necesidades del contexto actual. La humanidad se ha enfocado en crecer y desenvolverse al lado de la ciencia y las tecnologías de la información y comunicación, sin analizar y darse cuenta, que estamos siendo esclavos y dependientes de las mismas, al grado de sustituir seres pensantes, analíticos y críticos por robots.

Es necesario dar la importancia que se merece la filosofía, estudiarla nos provee de un sentido crítico, hace cuestionarnos el porqué de las cosas, nutre nuestro espíritu y proporciona los valores y actitudes necesarias para desenvolvernos en diferentes contextos. En particular, como docentes su estudio y práctica nos dota de cualidades apropiadas para desarrollar nuestra labor de una forma profesional.

La filosofía abarca diferentes áreas, todas son de suma importancia, pero sin duda en el quehacer educativo destaca la filosofía de la educación; reflexionar acerca de ella, nos permitirá descubrir cuál es el verdadero fin de la educación. En primer lugar, es necesario, que las instituciones educativas tengan claro, que tipo de individuos desean formar, esta es la clave para la creación de los programas de estudio. Como docentes debemos conocerlos a fondo para identificar si realmente esos conocimientos serán de utilidad en nuestros alumnos; tenemos la libertad de elegir llevarlos al pie de la letra, pensar cuales son correctos o necesitan alguna modificación.” Nuestras acciones como docentes están determinadas por la filosofía que se tiene de la educación y con ello lo que enseñamos se presenta a través de nuestra forma de pensar y ser” (Flores, 2011). Estas acciones deben de estar determinadas por la filosofía que se tiene de la educación. Sin una clara perspectiva de ésta podemos realizar algunas acciones asumiéndolas como correctas cuando en realidad no lo son.

Por eso, es importante que como docente tengamos clara nuestra identidad filosófica ya que esto nos permitirá hacer un balance con otras perspectivas e identificar si tenemos o no el mismo fin. Teniendo bien definida nuestra identidad podemos compartirla con los demás y el mismo tiempo seremos capaces de recibir sugerencias, herramientas, para mejorar nuestra labor docente.

Cuando un docente

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