La moral anárquica

LA MORAL ANÁRQUICA

El presente ensayo trata acerca de la moral anárquica, la finalidad es conocer más a profundidad acerca de esta obra y  mostrar las principales opiniones del lector, así como algunas características más sobresalientes de esta teoría, para poder sustentarla retomaré  diferentes textos y autores tales como son: El Principio Moral de la Anarquía por Diego Abad de Santillán, Kropotkin (La moral anarquista) y Eduardo García Máynez.

Para comenzar, es menester dar un breve significado o definición acerca de lo que entendemos por moral; la moral de cada individuo es relativo, hay quienes se rigen bajo esta perspectiva y otros no, es decir, quizá la mayoría sabemos a qué se refiere pero pocas veces lo llevamos a la práctica o la vida diaria; entonces, la ética vamos a entender que  son aquellos actos humanos que de alguna manera son evaluadas o enjuiciadas  desde el punto de vista bueno o malo ante la sociedad. De alguna manera cuando un individuo actúa mal o hace actos indebidos en donde la mayoría de la sociedad no avala, por consiguiente es consignado a las autoridades según sea el caso.

Una vez aclarado este punto me adentraré más al tema que es  “La moral anárquica”, en donde cabe aclarar que ha sido conceptualizada como esencialmente individual, porque es el individuo y no la colectividad quien se determina a la acción, y es tan cambiante y tan  movible como la vida; de aquí surge la distinción de la moral con principios fijos y universales, válidos y aceptados  para casi todos los hombres y desde tiempo atrás.

La principal características de esta obra del anarquista, es que rechaza cualquier tipo de normas y valores, se mantiene totalmente descontento e inconforme con lo establecido ante la sociedad. Lo interesante de esto es que en una parte del texto Diego Abad, menciona que  un anarquista es aquella  humano incesantemente atormentada por una idea de infinito en arte, en ciencia, en filosofía, que busca siempre más verdad en la verdad relativa, más belleza en la relativa belleza, más justicia en la justicia corriente; ese explorador atrevido de rumbos nuevos; ese genio que va muchos años o muchos siglos delante de la humanidad ascendiendo hacia un absoluto inaccesible, ansioso de alcanzar la suprema verdad, la suprema justicia. Lo que se refiere es que el anarquista es el que cree que en todas las cosas puede haber o crearse  un cambio progresivo, puede ser que la finalidad es conseguir destrozar todo tipo de restricciones para poder alcanzar una verdad que probablemente exista pero que la minoría o los que tienen el poder de manipular a la sociedad ha encargado de ocultarlo, lo que si queda más que claro  es el afán de vivir sin ataduras de reglas, ni normas ni nada por el estilo, porque la idea que dominan es que el ser humano es libre por nacimiento. Donde  la moral anarquista es una moral abierta que no establece reglas de acción, que no regula, que no legisla sus actos. Por lo tanto dicen que obrar moralmente siempre que mi conciencia no me reproche nada.

Según Hoeffding, «lo moralmente legítimo es el libre desenvolvimiento de la vida, el libre empleo de sus fuerzas»; eso dice la moral anarquista. Somos enemigos de las normas jurídicas y de las normas morales; nuestras ideas no cristalizan, no se imponen como reglas de acción. El hombre libre, es libre frente al estado político, frente a las costumbres, a los juicios colectivos, a las escuelas artísticas y filosóficas, a las verdades sagradas; es rebelde a todo lo que se estanca, porque todo lo que se estanca somete, subyuga, esclaviza y niega la razón de ser a la individualidad creadora. Llegamos a lo mismo, el ser humano es libre por nacimiento pero la sociedad lo somete bajo su régimen tratando de otorgarle una moralidad para poder permanecer ante los una sociedad y que sea aceptado.

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