La oratoria. Se puede describir a la oratoria como el arte de hablar con elocuencia
Enviado por Andrea0204 • 7 de Agosto de 2017 • Trabajo • 1.398 Palabras (6 Páginas) • 177 Visitas
Universidad Yacambú[pic 1][pic 2]
Núcleo Portuguesa
La Oratoria
Bachiller:
Andrea Lucena
C.I:25.697.721
ACP-143-00280P
Abril 2015
Se puede describir a la oratoria como el arte de hablar con elocuencia, utilizado desde el principios de los tiempos por la comunidad griega, esta era estudiada, trabajada y puesta en práctica por verdaderos eruditos en la materia, que en la mayoría de los casos eran políticos, filósofos, entre otros, la oratoria se basa en cierto tipo de técnicas para que el auditorio centre la atención en la persona que habla. La oratoria, como dijimos antes, el arte de la palabra, tiene la facultad de que el mensaje que se quiere transmitir no siempre tiene que ser verdad. Lo importante es que el mensaje que se transmita sea creíble para el auditorio que lo escucha y que éste sea convencido. El orador ha de transmitir su mensaje utilizando siempre la segunda persona, lo que hace que quien escucha se sienta más cercano a quien habla. Las personas en algún momento de su vida, se encuentra frente a la escena de una oratoria, ya sea para una exposición escolar o universitaria, incluso solo para expresar un punto de vista frente algún grupo de personas; la oratoria se divide en diversos tipos según sus características estas pueden ser jurídicas, comerciales, religiosas entre otras; cada una de ellas con su fin específico de hacer llegar su tema de interés de manera organizada y comprensible. Por otro lado, otro de los elementos que se usa mucho son las frases hechas, que hacen que la persona se sienta más identificada no sólo con el orador, si no lo que se dice, asociándola con la cultura popular, muy importante en cualquier sociedad. Antes de llegar a ser un buen orador, las personas deben prepararse de manera esforzada, para poder controlar distintos aspectos que son perjudiciales a la hora de hablar frente a un público, es decir, debe cuidarse de un ataque de nervios, miedos escénicos, entre otros aspectos fisiológicos y psicológicos, que de una u otra manera impide que se logre con éxito hacer llegar con seguridad el mensaje que se desea en la oratoria. De esta manera se hace notar la importancia de una buena preparación sobre todo si de temas sociales se habla; muchas veces en las comunidades, escuelas o instituciones, los comunicados se hacen por medio de reuniones y si no se obtiene una buena oratoria, los oyentes no podrían entender con exactitud lo que se está hablando, de manera que el fin no sería alcanzado y se dificulta el logro al que se quería llegar con ello. En el orador no sólo se valora la actitud para el desempeño de las funciones como expositor sino también la idoneidad a través de una serie de cualidades que a nuestro entender debe poseer un orador de éxito. Es importante recordar que el hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra es uno de los dones más extraordinarios que posee, ésta le permite manifestar la prodigiosa riqueza de su alma y establecer relación con sus semejantes. Por ello, llama la atención que en los centros escolares y de educación superior no se ponga especial atención en la enseñanza de la expresión oral. Si la imagen que usted quiere dar de sí mismo es la de una persona que sabe adónde va, que tiene una actitud positiva hacia la vida, ideas dinámicas y don de gentes, el lenguaje es el principal instrumento que deberá utilizar para transmitir esa imagen a quienes le rodean. Aprender oratoria hoy en día es un reto que muy pocos se atreven a intentarlo o aventurarlo, ya que la oratoria te permite hablar en público con la seguridad que irradia tu persona, aprendes técnicas y conceptos que te ayudan en cada aspecto de tu vida a ser mejor persona cada día. La importancia de la oratoria radica en que es imprescindible para poder abrirte las puertas a mejores oportunidades de vida, a mejores condiciones socioeconómicas, elevas tu moral, tu seguridad personal, entre tantos beneficios que serían largo detallar. Cabe resaltar un punto ya nombrado anteriormente, que es el de que no necesariamente sean reales las cosas dichas en la oratoria, como ejemplo de esto tenemos al difunto presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez, quien contaba con una excelente confianza en sí mismo que le permitía expresarse, con simpatía lo cual ayudo a que se fuera metiendo en la mente de cada uno de sus seguidores, por otro lado, en algunas oportunidades se dejaba llevar por la situación y quizás la tensión en el momento, lo cual hacia que se expresara de forma mal educada y grosera en cuanto se refería a personajes opositores, es de suma importancia mantener el control en todo momento, para ganar así el respeto de todos y cada uno de los oyentes. Otro personaje que resalta si de oratorias se trata es la Defensora de Derechos Humanos Lilian Tintori, que con su facilidad de expresarse a podido llegar muy lejos, sin embargo un aspecto negativo, sería el no poder llegar a todos por igual, debido también a factores políticos que nos hace tener opiniones distintas, otro factor podría deberse a que muchas veces cuando un orador busca un logro, existe competencia que trata de conseguir un debate con las opiniones de las mentes contrarias y esto dificulta el éxito, de igual manera siguen siendo mayores los factores positivos, ya que Lilian demuestra tener más que la suficiente preparación que se necesita, como para mantenerse firme y no dudar ni por un momento en su punto. Se puede acotar Diosdado Cabello, quien también podría considerarse un excelente orador, si no fuera porque se ha logrado observar que en momentos de presión no logra controlar su enojo y hace que se exalté y no mida las palabras ni la manera en la que las dice, dejándose llevar por sentimientos o emociones propias, que hacen dudar sobre su seguridad. Mirando un poco al pasado nos encontramos con personajes que hicieron marcas grandes en la historia como presidentes o cargos altos como lo es el difundo presidente de Venezuela Marcos Pérez Jiménez que aunque en miles de oportunidades su deber era dar frente con seguridad al pueblo, tenía un inconveniente fisiológico, se trataba de que el presidente era gago lo cual le dificultaba expresarse con fluidez. Así como los nombrados anteriormente podemos encontrar muchos personajes públicos en nuestras propias comunidades, los cuales deberían de contar con todas las cualidades requeridas para lograr una buena habla frente a grupos de personas tanto con individuales, algunos se preocupan por tener un buen conocimiento para saber cómo llegar a todos los oyentes y algunos que realmente no se interesan por todas estas técnicas pero que de igual manera quieren un cargo donde tengan que hablar y quieren que se cumplan todas las cosas que ellos proponen, un ejemplo de esto serian algunos presidentes de juntas comunales los cuales, al momento de exigir orden también colaboran en el desorden, a las dificultades por falta de preparación se puede sumar que no encuentran el tono adecuado para su voz y puede que hablen muy bajo o muy alto y sea un poco tedioso para los oyentes, esto también puede estar presente en docentes a la hora de hablar frente a sus alumnos los cuales si no están lo suficientemente preparados, los presentes podrían notar sus nervios, en este punto de la docencia se debe preparar dependiendo de las personas a las que se les va a enseñar, ya que no se les puede hablar a adolecentes de la misma manera de las que se les trata a los niños pequeño9s y no se pueden tratar a los adultos como se les hablaría a los niños de secundaria, ya que para cada grado se debe encontrar la manera adecuada para hacer comprender a los alumnos lo que se desea, así mismo los sacerdotes deben estudiar a sus feligreses para encontrar la manera de llegar a ellos con éxito. Para finalizar después de comprender que la oratoria es un arte del habla de suma importancia, no queda más que decir que una buena preparación no es un daño para nadie y nos ayudara a ser grandes personas en un futuro, ya que el habla es la dicha que tiene el ser humano para diferenciarse de todos los demás seres vivientes y se debe tener un buen uso de ello.
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