Las Criadas
Enviado por yeahx • 6 de Noviembre de 2012 • 488 Palabras (2 Páginas) • 555 Visitas
Tres personas acomodan en un viejo ropero diversos sacos, vestidos y tapados. "Este, el de la señora, va acá. El de Victoria va en este lado", dice una de ellas respondiendo a un orden minuciosamente estipulado, tal vez, por la señora de la casa. En esa rutina pasan largos minutos cumpliendo ese rito de poner cada detalle en su sitio. Por otro lateral llegan a la casa (en verdad, a la casa que la escenógrafa Oria Puppo montó en el Teatro Presidente Alvear) las actrices Victoria Almeida y Paola Barrientos. Victoria se sienta frente a un mueble de estilo, abre los cajones y acomoda objetos ajena al movimiento de las otras personas. Las dos podrían ser las señoras de esta casa cuyas paredes están cubiertas de empapelados que saben a la casa de una tía con plata. Sin embargo, en esta ficción que escribió Jean Genet inspirándose en un hecho policial, ellas dos hacen de dos criadas cama adentro. Marilú Marini, quien hace de la Señora, llegará más tarde. Aprovechando esa situación, Barrientos y Almeida comienzan a pasar una escena bajo la atenta mirada de Ciro Zorzoli, el exquisito director de Estado de ira, todo un fenómeno teatral.
Estos dos personajes son los pilares de esta (micro)sociedad descarnada, violenta, desigual y alocada. Son hermanas y, más allá de cualquier psicologismo, se confunden entre sí. Cuando la Señora no está en la casa juegan a ser ella en un complejo entramado de juego de roles y de vínculos. Así es que abren el placard y una de ellas asume su impostura, su artificialidad y hasta reproduce el trato que ellas mismas tanto desprecian (y envidian).
"El lazo que une a estos dos reflejos es él mismo una relación trucada; ¿las hermanas se aman, se odian? Se odian por amor, como todos los personajes de Genet. Cada una encuentra en la otra «su mal olor», y una de ellas declara que «a la mugre no le gusta la mugre». Pero, al mismo tiempo, por debajo, cada una se adhiere a la otra por medio de una especie de promiscuidad carnal." Esto lo escribió Jean-Paul Sartre en San Genet, comediante y mártir.
Algunos de estos elementos le sirven a Genet para desplegar un poética que marcó al siglo pasado. Un poética cruel, desbocada y no exenta de un extraño humor. Un tipo de humor que Paola Barrientos maneja con naturalidad. De hecho, al rato de pasearse por el escenario con una cartera en el brazo, abre su celular y lee en voz alta: "Escuchen todos: «La mujer de barrio que conquistó la tele». ¿Ven? ¡Ahora soy tapa de Papparazzi!". Paola larga la frase en un tono muy similar al que atiende a sus pacientes famosos en Graduados. Claro que, al comenzar la pasada, el poder de concentración de estas dos enormes actrices comienza a tomar cuerpo (y densidad). En verdad, es un lujo observar cómo un simple (?) monólogo adquiere en ellas matices insospechados.
...