Las Verdades

Verdades

Según San Agustín, razón y fe se complementan mutuamente y constituyen la sabiduría cristiana. Este no busca la verdad de la ciencia, sino de la sabiduría para así resolver el problema del hombre. También decía que la verdad no está en el medio sensible, sino en la intimidad de la conciencia. San Agustín dice, que en Dios, tanto como logos, se encuentran todas las verdades, y propio de su religión, Dios es la verdad.

Después de esto, surge la siguiente interrogante:

¿Cuántas verdades pueden existir?

Primero, podemos hablar sobre qué es la verdad.

La verdad, se puede definir en grandes términos, algo inteligible, eterno y necesario. Un significado que encontramos en el diccionario es: la verdad es lo que es cierto, lo que es conforme a la realidad, lo que es honesto, y que viene de la buena fe y sinceridad.

Si bien la verdad no es algo que podamos tocar y para algunos sea muy difícil de describir, podemos estar seguros que todos las buscamos. Pero los cristianos dicen que es Dios, que Dios está en todas partes y al mismo tiempo en ninguna, y según San Agustín, Dios está dentro de nosotros y la verdad es el resultado de la fe conjugada con la razón.

Si hacemos la siguiente ecuación: Dios está dentro de nosotros + Dios es la verdad + La verdad es fe y razón… ¿Qué obtendríamos como resultado?

Cada ser humano tendría una verdad y por consiguiente, un Dios. Y si hay tantos humanos en la tierra y cada uno tiene su propia visión del mundo, de Dios y todos somos diferentes, ¿Cómo lograr hablar de un Dios, y más aún, de una verdad?

Creo que cada humano tiene su propio Dios, y que cada uno sabe o busca como llegar a él. Es un gran incentivo pensar que en él podemos encontrar una verdad. Pero desde mi punto de vista, uno crea su propia verdad.

Hay una frase que dice: ‘Hay tantas verdades como humanos en la tierra’. Creo fielmente en esta afirmación ya que poniéndose en diversos casos, podemos llegar a una verdad que es de nuestro vecino, pero no nuestra y no por es simple hecho de no ser ‘aplicada’ en uno mismo, va a dejar de ser verdad.

Uno es dueño de su verdad, pero hay que recalcar que aquella verdad no es absoluta. Ya que, yo no puedo obligar a alguien a creer en lo que yo quiero. Podemos aplicar el término ‘verdad individual’. Esta es aquella que pertenece a un ser humano, pero no es aplicable en otros. Por ejemplo, mi verdad es que Dios existe, la verdad de mi hermano es que Dios no existe, La verdad de un mentiroso es la mentira, y la verdad de un niño es lo que le dice su padre. Estas verdades van mutando al igual que la persona. Creo que, las verdades de cada ser, cambia según el sexo, lugar y experiencias vividas por cada uno. Ya que, en el caso del niño, lo que dice su padre es ‘ley’, pero cuando va creciendo, va creando su propio pensamiento, ya sea político o simplemente de gustos.

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