Meditaciones Metafisicas
Enviado por snaick1234 • 26 de Mayo de 2014 • 585 Palabras (3 Páginas) • 321 Visitas
LA CONDICION DE LA INDIVIDUACION DESDE LO SENTIMENTAL Y DESDE LO RACIONAL
La peculiaridad más interna de cada individuo ostenta de por sí de grandeza y de admiración al reconocerse como un individuo que siente y razona, y por este hecho detona genialidad de sus cualidades más íntimas y más bellas. De modo tal que al configurarse de esta manera se transforma en un ser único e irremplazable.
Las percepciones del individuo son las acciones internas que posee, al mismo tiempo se configuran no en la simplicidad que son. Dado que no implica que desde su simplicidad no gocen de las multiplicidades de sus modificaciones internas, cada monada desde las percepciones internas configura su entendimiento de lo que percibe, este acto trae consigo la posibilidad de intercambio de realidades con los demás individuos, por ende es una disposición que cada sujeto actué sobre el otro. La singularidad de cada individuo se refleja en grados de su transformación individual, que cedido al autoexamen que transforma las percepciones del vulgo en algo flameante y novedoso.
Pues bien se necesita en primer principio la sensación de malestar, de inconformidad hacia lo acotado de la regla general impuesta. Puesto que al sentirse no identificado con lo establecido se da origen al cuestionamiento del porqué de esta forma y no de otra. Por consiguiente se emprende el camino de la emancipación de lo general y comienza un devenir a la individuación con la razón. Esta sensación de malestar no es la única vía para la individuación; dado que es un agente externo la que coarta la posibilidad de verse y de reconocerse como un ser dotado de capacidades inagotables. La otra vía diáfana pero que igualmente que genera un sensación; es la incentivación de un agente externo que estimule y que haga reconocer a cada individuo su singularidad y su diferencia de lo general. Pero a la vez también evocar la normalidad de cada individuo con el otro.
En vista de lo anterior la individuación es menester necesaria de una totalidad que puede reprimir o incitar al reconocimiento de sí mismo.
De la individuación se sigue la: “La apercepción, que es la conciencia o conocimiento reflexivo de ese estado interior, que no puede darse en todas las almas ni siempre en la misma” (Leibniz, 1982, p.2). La apercepción es la razón, y por la razón al llegar a la conciencia en efecto esta se eleva a lo sublime y contempla al universo en toda su magnitud; Un universo interior como exterior que guarda similitudes de lo inconcebible y de lo bello que esta es. Al elevarse la razón a lo sublime desencadena razones suficientes para sustentar porque de tal cosa y desplegar el conocimiento, la sabiduría, que conlleva en su interior este individuo para poder tratar los embelecos de este universo. Dios se manifiesta en el todo y cada uno de nosotros, Dios
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