Meditaciones Metafísicas
Enviado por juliaferrer • 2 de Septiembre de 2013 • 1.422 Palabras (6 Páginas) • 486 Visitas
Meditaciones Metafísicas
René Descartes
Duda: herramienta principal para llegar a un sistema filosófico consistente
René Descartes fue un filósofo y científico francés nacido en 1596 considerado el “Padre de la filosofía moderna”. Como iluminista, enfrentó el pensamiento tradicional (medieval), donde los hombres tenían un destino predestinado y todo estaba sujeto a un plan divino. Él creía en el progreso individual, que todo se conseguía sólo por el esfuerzo personal de cada individuo, que el hombre a través de su sacrificio podía modificar su destino.
Desde joven, se dedicó a la elaboración de una ciencia universal. Para ello, consideraba que el método para la búsqueda de conocimiento debía ser único y universal, común en sus reglas para todas las ciencias. Consideraba a la razón como única fuente segura de conocimiento. La razón es la misma en todos, en forma innata. Lo importante para establecer una ciencia universal era instaurar las mismas formas para adquirir el conocimiento. Las dos operaciones que debían utilizarse son la intuición intelectual (inmediata reacción) y el razonamiento deductivo (inferir a partir de lo conocido). El modelo propuesto a seguir fue el de la matemática (deductivo) ya que ésta se distingue por su claridad y certeza. Crea un método para emplear correctamente estas dos operaciones mentales. La finalidad del método consiste en posibilitar el ejercicio de la intuición, y en señalar la manera adecuada de realizar las deducciones, así como que orden seguir, para establecer un sistema de verdades que proporcione información certera sobre la realidad.
Presenta en su Discurso del Método la cuestión de qué método debe emplear un filósofo a la hora de resolver un problema. En primer lugar es necesario examinar la evidencia, no se debe considerar nada como verdadero si no estamos seguros de que lo es; se debe analizar las premisas y dividir el problema complejo en cuantas partes parciales sea posible; se debe comenzar por las ideas más sencillas, ya que consideraba que se debía ir de lo más simple a lo más complejo, hasta llegar a una síntesis; y por último, se hace el recuento, una revisión final para estar seguro de no haber omitido nada. De esta manera, sería posible alcanzar una conclusión filosófica.
A partir de este método, se propone crear un sistema filosófico consistente. Pretende construir una filosofía desde los cimientos, encontrando así un esclarecimiento de todas las cuestiones filosóficas importantes. Para la construcción de un sistema sustentable, debe descartar todo lo que es dudoso e incierto. Se aboca a la búsqueda de la certeza, utilizando como herramienta principal la duda. De esta manera, está seguro de cumplir con la primera regla del método: asegurarse de que la evidencia sea indubitable.
Comienza a parecerle incierto su propio conocimiento. Nada puede ser intrínsecamente cierto si sobre eso se puede objetar alguna duda. Hay que tener desconfianza de todo aquello que no pueda resistir una embestida de un planteamiento acerca de su veracidad. Al descubrir que desde su infancia había tenido por verdaderas numerosas opiniones falsas, deja a un lado todos los conocimientos adquiridos desde joven. Todo lo construido posteriormente ya no tenía validez ya que había sido fundado sobre una base poco firme. Por lo tanto, queda cada vez más convencido de su propia ignorancia. Comienza nuevamente, destruyendo en un modo general todas sus antiguas opiniones.
Podría hacerse una analogía entre un edificio y las ideas realizadas por un hombre. Las obras que realiza una sola persona y las termina la misma suelen ser mejores, más bellos y ordenados refiriéndose a los edificios, que las que se hacen entre más personas. Sería más difícil trabajar en algo que ya ha sido empezado por otro, porque el resultado de la confección de ideas de un hombre no será el mismo si a mitad del proceso es sustituido por otro hombre que las continúe y éste, a su vez, sustituido por otro para que las finalice. Una obra resultante nunca será mejor que la que hubiera empezado, elaborado y terminado una misma persona. No es lo mismo que un hombre continúe un edificio por otro, tiempo atrás, porque no podría saber exactamente qué es, cómo y con qué fin quería realizar su obra. Esto es porque las ideas que se conciben por un mismo hombre tienden todas a
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