Meditaciones Metafisicas
Enviado por jchuitron • 4 de Octubre de 2012 • 1.606 Palabras (7 Páginas) • 916 Visitas
En esta obra el autor, presenta una introducción en la que expone, que a su entender los problemas de dios y del alma son los principales; señala que estos temas ya los ha abordado en el Discurso sobre el método para encaminar bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, no de forma exhaustiva sino para saber el parecer de los lectores y enfocarlos de forma posterior, sin embargo esta obra no la escribe en francés pues dado el tema considero más conveniente restringirla.
Asimismo señala que al momento nadie le había señalado algún argumento de los que había tratado digno de represión, excepto dos:
La primera es que, del hecho de que la mente humana, introvertida en sí misma, llegue a la conclusión de que no es otra cosa más que una cosa que piensa, no se sigue que su naturaleza o su esencia consista solamente en ser una cosa que piensa, de tal modo que el vocablo «solamente» excluya todas las demás cosas que se podrían atribuir a la naturaleza del alma.
Al respecto señala que no quiso excluirlas en lo que se refiere a la misma verdad de la cosa, sino en cuanto a su percepción; expresa lo siguiente “yo no sé nada que ataña a mi esencia, excepto que soy una cosa que piensa, es decir, una cosa que tiene en sí la posibilidad de pensar.”
La segunda es que, del hecho de que se tuviera una idea de una cosa más perfecta que “yo” , no se sigue que la idea misma sea más perfecta que “yo”, y mucho menos que exista aquello que se representa por la idea.
A tal objeción, señala que existía un error en el término “idea”; se puede tomar en efecto de un modo material como la operación del intelecto, en cuyo sentido no se puede decir que sea más perfecta que “yo”, y de un modo objetivo como la cosa representada por esta operación, la cual, aunque sin suponer que exista fuera de la mente, pudiera ser más perfecta que “yo” en razón de su esencia.
Bajo esta perspectiva, señala a los lectores que se abstengan de juzgar sus seis meditaciones hasta que haya leido las propias objeciones y soluciones a las mismas que él plantea. En ese sentido podemos decir que el autor plantea como principal objetivo demostrar y señalar que cree en la existencia de dios mediante razonamientos lógicos y de definir las bases del conocimiento del momento con el fin de disponerlo sobre unas bases más sólidas de las que había hasta entonces, estudiando el alma y el cuerpo, lo cual resliza a través de seis meditaciones:
Primera “De las Meditaciones sobre la Metafísica, en las que se demuestra la existencia de dios y la distinción del alma y del cuerpo”, en esta parte plantea la duda principal que es afirmar o negar todas las verdades individualmente sería una idea estúpida e inútil, percatándose que todos los conocimientos que había adquirido a lo largo de su vida se basaban en los sentidos. Por eso se planteó la duda si puede confiar en sus sentidos, resultando que no podía pues plantea diversas hipótesis con la cuales se podían engañar a los sentidos, señalando que dios que es un ser perfecto y lleno de bondad no querría que viviéramos en la mentira, por lo que pudiere existir un genio maligno de extremado poder e inteligencia que nos puede hacer fallar; sin embargo, aunque se falsearan nuestras percepciones, no puede hacernos falsear en lo que creemos percibir, pues el poder de pensar y existir no pueden ser corrompidos por él.
Segunda “Sobre la naturaleza del alma humana y del hecho de que es más cognoscible que el cuerpo”, una vez destruidos todos los conocimientos que había adquirido durante su vida, busca volverlos a reconstruir mediante un patrón fiable y de mucha más solidez, pues duda de su propia existencia y por consiguiente de todo lo demás, por lo que busca entre las funciones del alma, pues las tareas que necesitan del cuerpo no pueden afirmarse puesto que no podemos demostrar la existencia de tal cuerpo, bajo ese contexto replantea la existencia de un engañador que aunque lo confundiera, le daba la certeza de su existencia pues si pensaba entonces existe, lo cual le da a concluir que ha encontrado la verdad, pues al demostrar la existencia del alma, por consecuencia el cuerpo también pues éste no es más que el medio que usa el alma para interactuar con el mundo material creado por Dios.
Tercera “De dios, que existe”, en esta parte se plantean dos formas principales de demostrara la existencia de dios, la primera que dios al ser perfecto, no permitiría que se nos engañara sistemáticamente
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