Mente
Enviado por 60i6060 • 13 de Febrero de 2014 • Tesis • 1.983 Palabras (8 Páginas) • 290 Visitas
a muerte sigue siendo lo más desconocido para el ser humano (creo saber lo que es morirse pero no lo que es morirme). La muerte ajena produce dolor pero la propia produce temor.
La muerte nos hace pensar, nos convierte a la fuerza en pensadores, en seres pensantes, pero aún así no sabemos que pensar de la muerte. La muerte sirve para hacernos pensar no sobre la muerte sino sobre la vida.
Las verdades de la razón
A todos siempre en nuestras vidas se nos ocurren preguntas a las que no encontramos contestación, según el libro se debe de empezar por hacer un propio examen de los conocimientos que creemos tener.
Debemos de pensar de vez en cuando algunas cosas de las que crees saber, y compararlas con otros conocimientos. La razón es el procedimiento que utilizo para organizar las noticias que recibo.
El objetivo del método racional es establecer la verdad, es decir, la mayor concordancia entre lo que creemos y lo que es realmente. La verdad se busca mediante el examen racional de nuestros conocimientos.
Cada cual tiene derecho a sus propias opiniones y que intentar buscar la verdad es una pretensión dogmática casi totalitaria.
Yo adentro y afuera.
Descartes, pensador del siglo XVII, considerado el fundador de la filosofía moderna, ha sido el primero en plantearse la hipótesis de que todo lo que consideramos real pudiera ser simplemente un sueño y que las cosas que creemos percibir y los sucesos que parecen ocurrirnos fuesen solo incidentes de ese sueño.
Filosofar consiste en intentar los embrollos ocasionados por el lenguaje que manejamos. Dice que Descartes estaba pensando en su alma, el alma es una noción que va cargada de referencias religiosas. Según Descartes el alma es una realidad separada y totalmente distinta del cuerpo. Nuestros psiquiatras y neurólogos sonríen ante este punto de vista pero tampoco sus explicaciones sobre la relación entre nuestras funciones mentales y los órganos físicos siempre claras ni del todo convincentes. Lichtenberg, a finales del s. XVIII, dijo en unos de sus aforismos que: “mi cuerpo es la parte del mundo que mis pensamientos pueden cambiar”. Sin embargo mi convención profunda es que yo empiezo y acabo en mi cuerpo.
El animal simbólico
Debido a los pensamientos acerca del “yo” se nos crearon aún más dudas acerca del conocimiento de nuestra mente. Otra respuesta es que somos un ser humano y un miembro de la especie humana.
Los filósofos aseguraban que el mérito de los humanos provenía de nuestra condición racional, de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, de que somos capaces de avasallar al resto de los seres vivos y cosas parecidas.
De todos modos siempre se ha querido definir lo humano como algo contradictorio a lo sobrenatural o lo animal, sin embargo Darwin hizo pública su teoría sobre nuestra descendencia de otros seres vivos, y se hizo una doctrina universalmente aceptada. El ser humano es definido también habitualmente como un animal racional, un bicho más inteligente que el resto. En los animales la inteligencia parece estar exclusivamente al servicio de instintos, que son los que le dirigen hacia sus actuaciones.
Los humanos pensamos y nos solemos equivocar a menudo.
Lo que realmente caracteriza al ser humano es la posesión de un lenguaje, el lenguaje humano es el que sirve para decir lo que queremos decir, sea lo que sea. Gracias al lenguaje los humanos vivimos en un mundo de realidades independientes y significativas incluso cuando están presentes, aunque el lenguaje humano está lleno de enigmas.
El universo y sus alrededores.
La idea de mundo tiene varios niveles, desde el más próximo hasta el más abrumador y cósmico, es decir, el ámbito de la familia, el grupo de amigos, el lugar de trabajo, los sitios de diversión, los rincones que nos son más usuales o más queridos, el hogar. Mi ambiente social y cultural, los que son como yo aunque yo apenas les conozca o no les conozca en absoluto.
Los mitos tienen que ser aceptados o rechazados colectivamente pero no admiten ser argumentados o debatidos por quienes los asumen.
Nos explica que hay dos sentidos de entender el término de universo.
Tanto en griego como en latín las palabras que lo designan indican ordenamiento y armonía: el cosmos es lo bien organizado y dispuesto, lo mismo que mundus en latín, cuyo opuesto es lo llamado inmundo, por sucio y desarreglado. Hace referencia al Caos.
El concepto de orden es siempre un intento de poner unidad y articular relaciones en una multiplicidad de elementos, sea la unidad inherente o las cosas mismas, o bien provenga de nuestra forma de pensar. Cuenta que el origen del Universo en nuestra tradición cristiana, la respuesta más popular a este embrollo es recurrir a Dios creador. El universo y su origen son dificilísimos de comprender. La eternidad y la infinitud de Dios provocan el mismo desconcierto que la eternidad e infinitud del universo.
Podemos razonadamente asumir que el universo ha existido siempre y por tanto no ha comenzado nunca. No sabemos de nadie que haga árboles, mares ni mucho menos mundos.
La libertad en acción
El hombre habita en el mundo, porque actuamos en él con el resto de seres humanos y vivos. Lo que nos importa entonces es saber el significado de actuar.
Antes de hacer algo siempre se piensa antes, y después es cuando se actúa. Tampoco la noción de la palabra “voluntario”, ya que nos surgen cada vez nuevas dudas. Se puede definir de todas formas como lo que tus haces porque quieres hacerlo, tras haberlo realizado, etc.
La libertad quizá resulte únicamente una ilusión, que es algo irreal e imposible.
El término libertad suele recibir tres usos diferentes, que se suelen confundir en debates: La libertad como disponibilidad para actuar de acuerdo con los propios deseos o proyectos. Libertad de querer lo que quieres y no sólo de hacer lo que quieres. La libertad de querer lo que no queremos y de no querer lo que de hecho queremos.
La cuestión de la responsabilidad proviene de mucho antes, ya de la tragedia griega. En mentalidades
...