Mente
Enviado por luzmery.1 • 23 de Diciembre de 2013 • Tesis • 2.399 Palabras (10 Páginas) • 381 Visitas
Existen algunos momentos de la vida en los que un acontecimiento en particular, un dato o un simple comentario, despiertan nuestro fuego sagrado, nuestra esencia más creativa, y provocan un tsunami en nuestro mundo emocional. Los expertos aseguran que esto ocurre cuando necesitamos hacer un cambio en nuestra vida que nos permita ver lo que nos rodea con ojos nuevos. Sin embargo, para dar ese gran salto hacia la felicidad hace falta una mirada despierta, atenta a las oportunidades que se nos brindan, vivaz: necesitamos de una mente positiva.
Este tipo de actitud optimista, que te ayudaremos a construir a lo largo de esta nota, no tiene nada que ver con conformarse con lo que venga ni decir a todo que sí con resignación. ¡Al contrario! El secreto de una mente positiva es que trabaja a nuestro favor, ayudándonos a ser más conscientes de nuestras capacidades y de aquello que nos hace bien, asumiendo las decisiones que tomamos con mayor libertad y confianza.
Claro que esta no es una tarea fácil. En el día a día, abrumados por los problemas cotidianos, solemos perder el foco y nos cuesta encontrar lo bueno y lo bello que nos rodea. Por el contrario, dejamos que nuestra mente nos limite y nos diga qué podemos o no hacer, basándose en mandatos erróneos que se transformarán en profecías que, con una dosis de mala suerte, terminaremos por autocumplir. ¡Cortá por lo sano! Decidí ser feliz aquí y ahora, transformando tus pensamientos y –en consecuencia- tus acciones, de una vez y para siempre.
El poder está en tu interior
Según desarrolla el Lic. Rafael Santandreu en su libro El arte de no amargarse la vida, solemos tener la impresión de que los hechos externos (aquello que nos sucede) impacta sobre nuestras vidas produciendo emociones como rabia, alegría, satisfacción o tristeza. Así, existiría una asociación directa entre suceso y emoción. Sin embargo, para la psicología cognitiva, corriente en la que el especialista se desenvuelve, no es así: “Entre los hechos externos y los efectos emocionales existe una instancia intermedia: los pensamientos. Si yo me deprimo ante el abandono de mi esposa no es por el hecho en sí; es porque yo me estoy diciendo a mí mismo algo así como `¡Dios mío, estoy solo, es horrible, voy a ser un desgraciado!´, y estas ideas producen en mí la emoción correspondiente”.
Como vemos, son las ideas, la interpretación de lo que nos ocurre, el diálogo interno, lo que determina nuestro sentir, y no el hecho en sí. Tal como decía el sabio Epícteto: “No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”.
En esta misma línea, el Lic. Santandreu amplía: “Detrás de cada emoción negativa exagerada –sí, siempre- existe un pensamiento catastrofista. Las personas que se perturban fácilmente tienen ese tipo de pensamientos y se los creen…. Por el contrario, las personas fuertes huyen de ese diálogo negativo como la peste”. Lo esencial, entonces, es que, en cualquier momento, a cualquier edad, “todos podemos cambiar nuestra modalidad de pensamiento para hacerla más positiva y constructiva. Todos podemos reeducarnos para la calma y la felicidad”.
Este concepto nos lleva a una conclusión que se volverá central en el camino hacia la felicidad genuina: nuestra mente es tan poderosa que puede transformar nuestra realidad. ¿Cómo? Una de las herramientas actuales que mejores resultados ha arrojado es la que desarrolla la llamada “Ley de Atracción”. Seguramente hayas oído hablar de ella en el famoso documental de Rhonda Byrne, El Secreto, o al menos te resuenen frases afines tales como “lo que sucede, conviene”.
No se trata de un concepto nuevo. En efecto, ya habían analizado estas temáticas autores como Louise L. Hay en El poder está dentro de ti, Eric Rolf en La medicina del alma, Deepak Chopra en Las Siete leyes del éxito, o Richard Bach en Ilusiones. Sin embargo, estas ideas son tan revolucionarias y tienen cada vez más adeptos por un simple motivo: funcionan.
La “Ley de Atracción” postula que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán una onda similar a quien las produce. Es decir que, cuando generás un pensamiento feliz, emitís una onda energética positiva al Universo, que vuelve hacia vos como un boomerang de gratificación positiva. El famoso: “Todo vuelve”. De este modo, tus pensamientos determinan tu experiencia, lo que te sucederá: somos lo que pensamos.
“Si lo ves en tu mente, lo tendrás en tu mano”, asevera el filósofo Bob Proctor, mundialmente conocido por ser uno de los principales maestros de El Secreto. Y explica: “Nuestro cuerpo es una masa de energía similar a una estructura eléctrica. El cerebro funciona como una estación de intercambio electrónico; y cuando vos pensás, creás una fuerte vibración en tu cuerpo y tu mente. Si estás preocupado y triste, vas a estar en una vibración negativa, que atraerá sucesos negativos. Pero si vivís seguro y sos feliz, vas a estar en una vibración positiva, que atraerá eso que deseás. La energía atrae energía”.
¿De qué manera podemos lograr este cambio de sintonía? La respuesta de Proctor es tan simple como efectiva: “Con pensamientos positivos”. Se trata de la técnica de la visualización, que no es ni más ni menos que soñar despiertos: “Cuando conseguiste un trabajo que te gustaba mucho, seguramente antes te imaginaste cómo sería, te imaginaste trabajando en ese lugar. Pusiste una imagen en tu cabeza que no tenía que ver con lo que estaba sucediendo en ese momento en tu vida, con lo que no tenías, sino con lo que querías que te pasase, lo que querías que fuera tu vida. Debemos enfocar los pensamientos en lo que realmente queremos tener, y no ya en lo que nos falta, y así vamos a poder atraerlo”.
¿Querés ponerlo en práctica? Empezá por seguir estas pautas:
1-Identificá qué es lo que querés. Ordená tus prioridades y desechá lo que no contribuye a tu bienestar. Para poder atraer lo que anhelamos, primero debemos tenerlo bien definido.
2-Pedíselo al Universo. Simplemente pensá en aquello que te hace bien o querés atraer como si ahora mismo estuviera ocurriendo. Visualizalo con el mayor grado de detalle posible y repetilo como un mantra sanador.
3-Confiá. Una vez emitidos esos pensamientos, comportate como si ya hubieras obtenido lo que deseabas. Los expertos de esta corriente afirman que, en efecto, nuestra recompensa ya está en camino, solo basta que nos preparemos para darle la bienvenida con optimismo.
4- Mantenete abierto para recibir. Es central que tengamos una conducta favorable y una actitud positiva que nos impulse a recibir lo que emitimos. Si creemos que podemos ser felices, con todo nuestro
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