Michael apple EDUCACIÓN Y PODER

MICHAEL APPLE

EDUCACIÓN Y PODER

Educación y poder expresa las estructuras y la relaciones entre educación, economía, gobierno y cultura que nos controlan y logran en consecuencia una actividad democrática. 

Habla de un reposicionamiento o resituación frente a la lectura “social” de los grupos de dominación de la sociedad, los cuales no solo difieren por raza y sexo, sino también por factores políticos, económicos, culturales y sociales. 

Se han exacerbado las influencias comerciales en el sistema educativo, suponiendo que “lo que es bueno para los negocios es bueno para su país y su gente”; este se está convirtiendo en el lema fiel de lo que está sucediendo. Democracia significa más que una elección en la práctica consumista.

El proceso de enseñanza requiere de transformaciones, ya que el docente está perdiendo el control de aspectos pedagógicos y curriculares de su práctica.

La enseñanza básica históricamente se ha tomado como trabajo de mujeres.

Para los neoliberales las escuelas son solo instrumentos de dominación, ya que han ignorado la importancia de la educación como factor esencial para otras actividades.

Lo que se pretende es señalar aquellas áreas que parecen más significativas y que son parte de un diálogo crítico continuo sobre los fines y los medios de nuestras instituciones sociales y culturales, y sobre cómo pueden reconstruirse más democráticamente.

RELACIÓN: EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN (JUAN MARÍA SEGURA)

Durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, actualmente tenemos un problema de ideología, que viene enfocado desde aspectos pedagógicos, donde la educación argentina tiene una tensión aún no resuelta entre inclusión y calidad. La inclusión sugiere que no debemos permitir que los chicos dejen el sistema, aún si su rendimiento no es bueno. La trayectoria escolar de todos los estudiantes del sistema público provincial “debe verse favorecida por decisiones que garanticen su ingreso, permanencia, promoción y egreso”.

Existe otro problema de gobierno y gestión de las instituciones, donde se manifiesta que las escuelas deben estar al servicio de sus vecinos.

Actualmente la escuela es vista como un lugar donde los logros y las metas no se condicen con lo que se propone, ya que se ignora el papel fundamental de la misma, cabe cuestionarse sobre sus metas. Esto también obliga a revisar los fundamentos del diseño curricular, áulico y escolar, y a impulsar la agenda de innovación y transformación educativa más ambiciosas de los últimos 100 años. ¿Dónde está ocurriendo ese gran debate nacional en la Argentina?

LA SOMBRA DE LA CRISIS

Manuel Castell: “La sombra de la crisis planea sobre el mundo” al margen de la inestabilidad de la educación, de los cuales oímos hablar tanto en prensa, nuestra vida cotidiana y la vida de millones de personas de todo el mundo se ven atrapadas por una crisis económica que , probablemente, tenga finalmente efectos culturales, políticos y económicos.

Afecta a nuestras ideas sobre la escuela, el trabajo y el tiempo libre, los roles sexuales, la represión (legitima), los derechos políticos y la participación, etc.

La crisis no es una ficción. Se puede ver cada día en los empleados, las escuelas, las familias, el gobierno, el cuidado de la salud y la propaganda de la prosperidad que nos rodean.

La crisis aunque claramente relacionada con el proceso de la acumulación de capital, no económica únicamente. De hecho es una intersección de estas tres esferas de la vida social, de cómo interactúan, como cada una apoya y contradice a las otras, lo cual se puede ver con toda claridad.

La crisis estructural que normalmente estamos corroborando no se explica solo económicamente, sino socialmente por cada una de las esferas.

La economía no es un mecanismo, sino un proceso social configurado y replanteado por las relaciones cambiantes del género humano con las fuerzas productivas y por las lucha de clases que define a la especie humana históricamente de una forma específica. (Castells)

Vivimos una crisis de legitimación y acumulación  donde el aparato productor y reproductor de una sociedad incluyendo al sistema educativo están hundidos por las tensiones, donde la verdadera esencia de la continua reproducción de las condiciones para mantener la hegemonía se ve amenazada, y es duro ver el impacto que todo esto provoca en la practicas de nuestra vida cotidiana. En la educación es difícil en la educación, donde la ideología que tiene como objetivo la mejora y los inmersos problemas que los educadores encuentran, dejan poco tiempo para pensar seriamente en la relación que existe entre prácticas y métodos educativos y la reproducción de la relación que existe entre prácticas y métodos educativos y la reproducción de la desigualdad.

El estado y la escuela no son inmunes a estas presiones. La austeridad social necesita imponerse.

Estas contradicciones y tensiones que surgen de distintos niveles nos abran la posibilidad de actuar sobre la educación. 

CRITICA EDUCATIVA

La escuela forma parte de un entramado social más amplio y por eso reproduce las relaciones sociales que este entramado representa, manteniendo las actuales relaciones de dominación y explotación en estas sociedades. Por esta razón se ha instaurado una postura pesimista porque aun cuando pudiéramos cambiar las escuelas para igualar los resultados, la realidad nos dice que no habrá ningún cambio en el gran entramado del que forma parte. La tarea de reproducción social que ejerce la escuela no es su única tarea, el problema es reconocer que los sistemas de dominación y explotación persisten y se perpetúan, sin que las personas implicadas lo reconozcan conscientemente. Consecuentemente, los conflictos ideológicos impregnan nuestras instituciones educativas.

La escuela es sorprendida en contradicciones que pueden ser difíciles de resolver, pero hay que ver las escuelas como algo más complejo que un simple mecanismo reproductor.

La estructura económica de dominación, no es suficiente para mantener y reproducir las relaciones de dominación, entran en juego la superestructura de la que la escuela es parte, donde los actores elaboran y reelaboran la ideología dominante.  En conclusión el control del sistema cultural de una sociedad, del conocimiento que conservan y producen las instituciones, y de los actores que trabajan en ellas es esencial en la lucha por la hegemonía ideológica. 

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