Nicho De Desarrollo

En el sistema educativo mexicano, después de la educación inicial, legislativamente, es obligatoria la educación básica, integrada por la educación media básica (secundaria), primaria y preescolar. Corresponde al nivel preescolar centrar su atención al desarrollo y aprendizaje de los niños de 3 a 6 años.

No es desconocido por los educadores, que en el recorrido histórico de este nivel educativo, las propuestas de los programas, por un lado, han sido permeadas por los momentos, acontecimientos y necesidades sociales del país, y por otro; por las diversas concepciones de “niño”, que aportan los investigadores y pedagogos en cierne. Transversa todo ello, un elemento que se ha considerado en la educación recientemente, que son los elementos de la cultura local y nacional, llamada la diversidad. Lo que genera un entramado de relaciones que los diseñadores de currículo, determinan para definir el modelo educativo, los propósitos formativos, los contenidos, las estrategias metodológicas y de evaluación, el modelo de maestro y sobre todo, lo más importante, el concepto del niño a “educar”, “enseñar” o “formar”.

Para ilustrar lo anterior cito algunos ejemplos:

La filosofía positivista que orientó al gobierno de Porfirio Díaz guió la educación mexicana, a partir del lema: “Libertad, orden y progreso”, se creó la primera escuela de párvulos en México con el sistema Froebeliano en 1881, que pretendía formar un hombre equilibrado que despierte sus aptitudes latentes en lo intelectual, lo artístico y lo mecánico. El sistema estaba estructurado por trece dones y once ocupaciones.

En 1903 con la implementación del Primer Programa adaptado a Niños Mexicanos, la maestra Estefanía Castañeda estudia profundamente a Froebel y Pestalozzi, presenta un proyecto Influido por su visita al extranjero para reorganizar las escuelas de párvulos, con el programa llamado “Manhattan Bronx N.Y”, elaborando el primer programa de Kindergarten con amplios contenidos para hacer de la escuela, una ampliación del hogar.

En 1928 se elabora un proyecto de reformas. Se crea la Inspección General de Jardines de Niños y la Profra. Rosaura Zapata siendo inspectora, da respuesta a la urgente demanda nacionalista en Educación Preescolar que culmina con una fuerte tendencia a desechar todo aquello de origen extranjero, música, letras de cantos y cuentos. La educación preescolar fundamenta la educación del niño en:

La capacidad de manifestarse libremente.

La disposición de estrechar lazos fraternales y realizar actividades de cooperación.

La posibilidad de ampliar su radio de acción a partir del mundo que les rodea.

El conocimiento y amor a su patria y a sus valores nacionales.

Se suprimen los dones de Froebel y se cambia el material por aquel que existiese en el medio real. Los planteles dejan de llamarse Kindergarten para adoptar el nombre de Jardines de Niños, como se les conoce actualmente.

Y sin ánimo de hacer un recuento histórico, llegamos al 2011, año en que se plantea la reforma actual del nivel preescolar con el Programa de Estudios 2011 de Preescolar y la Guía para la Educadora, haciendo referencia que la pedagogía tradicionalista-conductista, que dominó por muchos años, paulatinamente está siendo desplazada por la pedagogía constructivista y las teorías contextuales o psicosociales. Los organismos internacionales y el movimiento de globalización exigen a los sistemas educativos elevar la calidad del servicio. El enfoque por competencias permea los planes y programas de estudio. De tal suerte que los roles del maestro y alumno se transforman, las metodologías didácticas se renuevan, los propósitos y contenidos se enfocan hacia las intenciones y necesidades socio culturales del contexto, se prioriza el aprendizaje, la evaluación adquiere un carácter formativo. Y sobre todo, se modifica el concepto de “niño”. Se abandona la idea del ser angelical lleno de bondad infinita que describe la pedagogía romántica de Rousseau, “el niño nace bueno, es la sociedad quien lo corrompe”; en el siglo XVI y XVI, se le consideraba un adulto en pequeño; en la teología de San Agustín, como un ser carente de alma; el niño como propiedad, como ser primitivo; John Locke define al niño como una tábula rasa donde no hay nada, ni bueno ni malo, una pizarra en blanco que necesita del maestro para escribir su historia, el niño no es nada. Y la familia cumplía la función de la transmisión de la vida y los bienes culturales.

Hoy, con las contribuciones de la investigación pedagógica y la psicología social del desarrollo, cobran relevancia los conceptos de interacción social, madurez y se definen las etapas del pensamiento infantil. Hoy se considera al niño como un ser en desarrollo, que si bien no hay patrones estables, y por la influencia de la diversidad social y cultural, existen hitos definidos para identificar las características infantiles y los procesos de aprendizaje.

“Los hitos del desarrollo sólo cobran su significado en el contexto de la vida social. El significado de la conducta queda determinado por los valores y expectativas de los miembros de una cultura, transmitidos de una generación a otra” (Bowman y Stott, 1994)

Al respecto el Programa de Estudio 2011 de Preescolar señala:

“Las niños y las niñas llegan a la escuela cono conocimientos y capacidades que son la base para seguir aprendiendo.

Al ingresar a la escuela, las niñas y los niños tienen conocimientos, creencias y suposiciones sobre el mundo que los rodea, las relaciones entre las personas y el comportamiento que se espera de ellos, y han desarrollado, con diferente

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