Obstáculos Epistemológicos

“LOS OBSTACULOS EPISTEMOLÓGICOS”

Como toda idea o teoría creada en el pasado tuvo que pasar por varios obstáculos epistemológicos para poder comprobar su validez y poder ser aceptada por los científicos y la sociedad.

Es importante mencionar que los obstáculos epistemológicos son las limitaciones o impedimentos que afectan la capacidad de los individuos para construir el conocimiento real o empírico.

El individuo se confunde por el afecto que ejercen sobre algunos factores, lo que hace que los conocimientos científicos no se adquieran de una manera correcta, lo que obviamente afecta su aprendizaje.

Los principales obstáculos epistemológicos que define Bachelard en su obra “La Formación del Espíritu Científicos” son los siguientes:

• La experiencia básica o conocimientos previos.

• El obstáculo verbal.

• El peligro de la explicación por la utilidad.

• El conocimiento general.

• El obstáculo animista.

Un buen ejemplo de cómo surgen estas limitaciones es la siguiente:

El heliocentrismo es un modelo astronómico que según la Tierra y los planetas se mueven alrededor de un Sol relativamente estacionario y que está en el centro del Sistema Solar. Sabiendo esto el heliocentrismo se tuvo que oponer al geocentrismo pues este colocaba en el centro a la Tierra.

Es evidente que la Teoría Geocéntrica, este pudo ser un obstáculo epistemológico ya que la sociedad (Tanto científicos como las demás personas) estaban regidos por aquella ley aparte de que sus creencias no permitían la aceptación de otra teoría.

El sistema geocéntrico era, pues, aceptado en todo el mundo influido por las culturas griega, latina y árabe, llegando a estar vigente durante más de 20 siglos y fue considerada una de las primeras Revoluciones Científicas.

Para ello es preciso referirse a su compatibilidad. Pero es preciso tener presente también que dicho sistema encajaba perfectamente con la tradición, la filosofía, la religión y, en general, todos los ámbitos culturales de la Europa influida por las culturas griega, latina y arábiga.

La Iglesia Católica, favorecía el sistema geocéntrico pues su visión se acomodaba muy bien a la idea cristiana que diviniza el cielo como lugar de perfección, la Tierra como lugar central, donde viven los seres humanos y nace Jesucristo, y a la vez, como lugar de pecado y corrupción. Esta visión estratificada del universo, daba soporte a la propia jerarquización social, es decir, el sometimiento de los inferiores a los superiores.

La idea de que la Tierra gira alrededor del Sol fue propuesta desde el siglo III a.C. por Aristarco de Samos, aunque no recibió apoyo de otros astrónomos de la antigüedad. Sino hasta el siglo XVI, cuando un modelo matemático completamente predictivo de un sistema heliocéntrico fue presentado por el matemático, astrónomo y clérigo católico polaco Nicolás Copérnico.

Con la publicación en 1543 del libro De Revolutionibus Orbium Coelestium. Esto marcó el inicio de lo que se conoce en Historia de la ciencia como Revolución copernicana.

Y tiempo después, Johannes Kepler trabajó y expandió este modelo para incluir órbitas elípticas. Sus trabajos fueron apoyados por observaciones hechas con un telescopio que fueron presentadas por Galileo Galilei. Este nuevo modelo, denominado heliocéntrico y desarrollado e impulsado después por otros muchos científicos, fue atacado durante más de cien años, siendo perseguidos, y muchas veces condenados.

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