PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO – CAPÍTULO
Enviado por charly8710 • 26 de Mayo de 2017 • Ensayo • 690 Palabras (3 Páginas) • 1.061 Visitas
Instituto Superior de Formación Docente N° 56[pic 1][pic 2]
Perspectiva Filosófico Pedagógica II
Profesora: Lic. Maricel Pintos
1° TRABAJO PRÁCTICO
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TEMA: PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO – CAPÍTULO
Alumn@s: Ortiz Carlos
Carrera: profesorado de matemáticas
Fecha de entrega (vía e-mail) : Semana del 15 al 19/5/2017
Algunas consideraciones:
- El presente trabajo invita a conocer a uno de los más grandes pedagogos de América: Paulo Freire.
- Se requerirá de un resumen del capítulo I de Pedagogía del Oprimido, extrayendo los conceptos que Uds. consideren importantes.
- El trabajo debe tener, como máxima extensión, 2 carillas. Se utilizará Arial 11, interlineado sencillo y se respetarán los márgenes propuestos en esta carátula.
- Se puede realizar de a 2 (dos) compañer@s como máximo o 1 (uno) como mínimo.
- No realice copias textuales, y si lo hace, coloque la frase entre comillas.
UNA AYUDITA… No pueden faltar conceptos como: dualidad, praxis, liberación.
DESARROLLO:
CAPÍTULO PRIMERO
El hombre actual capta, al proponerse a sí mismo como problema, su vocación ontológica e histórica de ser más, de humanizarse verdaderamente. Y capta también que la estructura social de hoy, lo deshumaniza, lo hace menos. Freire dice que el hombre es un ser inconcluso.
Pero el hombre está llamado a ser más, y para lograrlo debe buscar su liberación. El opresor necesita para su existencia la estructura opresor-oprimido.
La liberación sólo puede venir del poder que nazca de la debilidad de los oprimidos, que será lo suficientemente fuerte para liberarlos a ambos, luchar para que desaparezcan estas súplicas de humildes a poderosos.
La liberación a la que llegarán no por casualidad, sino por la praxis de su búsqueda, por el conocimiento o reconocimiento de la necesidad de luchar por ella.
La pedagogía del oprimido no es para el oprimido, sino hecha con el oprimido en su lucha liberadora. Los oprimidos hospedan al opresor en sí, tienden no a luchar, se identifican con él, en quien ven el testimonio de hombre, de humanidad; el hombre nuevo serían ellos mismos (los oprimidos) tornándose opresores de otros.
El miedo a la libertad de los oprimidos los puede llevar tanto a pretender ser opresores, como a permanecer atados al status de oprimidos. El oprimido sufre una dualidad: quiere ser, pero teme ser. Su lucha se plantea entre expulsar o no al opresor de dentro de sí; entre seguir prescripciones o tener opciones.
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