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Pensamiento Reflexivo


Enviado por   •  14 de Diciembre de 2014  •  2.859 Palabras (12 Páginas)  •  2.012 Visitas

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EL PENSAMIENTO REFLEXIVO

La manera de pensar que nos permite examinar nuestras opiniones e ideas y tomar conciencia de ellas, nos hace inspeccionar y valorar nuestra forma de pensar. Pensar reflexivamente nos permite tomar conciencia de nuestro estilo de pensamiento, así como de nuestra capacidad mental.

La importancia del pensamiento reflexivo radica en que nos incita a la investigación y justificación; nos acerca al mundo real, intenta huir de las distracciones y especulaciones, aunque no se pueda hablar de una verdad definitiva como resultado del proceso, un pensador reflexivo necesita desarrollar ciertas habilidades.

El pensamiento reflexivo se diferencia de las creencias y de las opiniones. Dado que es el estudio dinámico, constante y metódico de toda creencia o supuesta forma de conocimiento en base de los fundamentos

que la soportan y las conclusiones a las que pretende llegar.

John Dewey “el pensamiento reflexivo es el tipo de pensamiento que consiste en darle vueltas a un tema en la cabeza y tomárselo en serio con todas sus consecuencias”.

John Dewey hace un análisis en el que expresa que no todo lo que pasa por nuestras mentes implica pensar en el sentido estricto de la palabra, el parte del hecho que hay algunas maneras de pensar que son mejores que otras, apuntando a su eficacia y capacidad para facilitar el dinamismo del pensamiento y entre todas halla un mejor modo de hacerlo en el pensamiento reflexivo.

No es lo mismo que aquel sueño de ser un profesional ronde en tu mente todo el tiempo, imaginando los beneficios que se obtendrían por serlo, que indagar, estructurar, analizar y definir el cómo llegar a serlo.

Para Hannah Arendt la actividad de pensar es una actividad singular, incomparable a la de conocer y que se concibe, desde el interior del individuo, que voluntariamente se vuelve hacia sí mismo, para reflexionar, de manera crítica y autónoma, intentando alejarse de toda influencia exterior, en un espacio en el que hace posible un autoexamen de su propia conducta facilitando su capacidad para formular juicios. Este pensar crítico y voluntario dice Arendt habría de ser exigible, independiente del nivel de educación o clase de inteligencia del individuo, siempre que se trate de personas dentro de los estándar. Arendt también menciona que: la

facultad del pensar condiciona al hombre, pues está vinculada a la moral, ella defiende que la actividad del pensar impide una mala acción, según creemos, asegurando que, a pesar del perfil predominantemente disímil de la acción y del pensar, las dos actividades se encuentran en un determinado punto, cuando el pensar, como aquella actividad que se mueve sobre invisibles, invade en escenarios determinados en el espacio exterior propio de la condición humana de la acción.

En el elogio de la dificultad, Estanislao Zuleta exhibe una cadena de argumentos encaminados a que tomemos una visión crítica acerca de la inclinación al facilismo al que los seres humanos estamos ligados, el que origina que estemos encadenados de unos ideales omisos y llenos de ilusiones superficiales, que, a la hora de participar en la realidad que vivimos, llena de intolerancia, conflicto, irrespeto, y enemistad, nos hacen meritorios del título de culpables y facilistas.

No somos más elementales en nuestra posición de individuos imperfectos y colmados de faltas, como en el instante en que empezamos a soñar y a especular con nuestra felicidad; repasamos las mil soluciones que podrían tener nuestras dificultades con un edén perpetuo en el que lo que nos falta deciente del cielo o aparece con el viento y solo nos proponemos a hacer decididamente nada. Solemos malgastar nuestros pensamientos de esta forma, no advertimos más allá de los inconvenientes, y en su lugar de fantaseamos con un

mundo sin riesgos ni posibilidades, mientras deberíamos contribuir con la formación de una sociedad culta y orientada a concebir cambios positivos.

Poseemos una mentalidad fundada en el egoísmo y en el goce sin mérito alguno, insistimos que nuestra desdicha se establece en no poder concebir nuestros sueños, cuando la realidad es que éstos, están descuidadamente planteados, y por lo tanto es improbable llevarlos a cabo.

“…que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal…” -Estanislao Zuleta

Todos los autores coinciden en la tendencia al facilismo y en el objetivo del pensamiento reflexivo; La exigencia de una solución de un estado de incertidumbre es el componente instructor y estabilizador de todo el proceso de reflexión. La naturaleza de la dificultad determina el propósito del pensamiento y la finalidad controla el proceso de pensar.

Estos autores cuestionan si avanzamos o estamos retrocediendo en la formación del pensamiento crítico fruto de una sociedad cada vez más tecnificada y automatizada que no discute las cosas y consiente prejuicios, costumbres, tradiciones o verdades de manera indiscutible. Aun cuando esas verdades admiten restricciones a las capacidades del individuo, y favorecen a delimitar de forma negativa las oportunidades, derechos y autonomía de las personas.

A pesar del conocimiento científico, social e histórico existente, las creencias y prejuicios

continúan restringiendo las capacidades de comprensión reflexiva sobre la realidad de las personas. El acceso de las personas a evidencias y razones científicas en las ciencias sociales es necesario invertir los problemas sociales y de disposición política y ciudadana que sobrellevamos. En situaciones como discriminación y dominación están inmiscuidos estereotipos, prejuicios y creencias que no han sido adecuadamente observadas y examinadas.

Las personas han de ser capaces de entender su contexto histórico, ser conscientes de sus compromisos, asumir una cognición crítica e autónoma ante dicho contexto y actuar en consecuencia, para así transformar las realidades sociales.

Conclusiones.

 El pensamiento reflexivo no es un asunto de espontáneo; no se produce sólo sobre nociones generales. Algo debe provocarlo y evocarlo.

 Provista una dificultad, el siguiente paso es sugerir cierto camino, la preparación de algún proyecto, la aceptación de una hipótesis que exponga las características en materia, considerar alguna solución para el inconveniente. Los antecedentes disponibles por si solos no proporcionar la solución; sólo alcanzan a sugerirla.

 Los legítimos seres reflexivos, están dispuestos a conservar y ampliar esa etapa de duda que compone la incitación a la investigación rigurosa, así como también a no reconocer ninguna idea ni efectuar ninguna afirmación de una opinión hasta que no se tengan argumentos

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