Podemos Conocer La Verdad?

Desde pequeños contamos con una tendencia de buscar la verdad acerca de varios fenómenos, conflictos y acontecimientos que ocurren en nuestro entorno habitualmente. Esta necesidad de indagación al conocimiento, originada por plena curiosidad o requerimiento, la resolvemos por medio de la investigación, experiencia o planteamiento de preguntas. Sin embargo, lo que obtenemos por medio de estas alternativas, muchas veces no es necesariamente certero. Además, si nos preguntamos profundamente, ¿qué es la verdad?, es probable que nuestra idea inicial se vaya desvaneciendo, o sólo que no dispongamos de una definición concreta. Por lo tanto, para saber si podemos conocer la verdad, primero debemos adentrarnos en su significado y entender sus principales teorías.

Existen tres teorías principales que establecen la denominación de verdad para una afirmación, según lo que plantea cada una.

Teoría de Correspondencia

Según esta teoría, una afirmación es verdadera si corresponde a un hecho. Por ejemplo, el enunciado “Yo estudio en CETYS Universidad” es verdad si y sólo si estudio en CETYS Universidad. Parece inútil ya que no dice nada más de lo que ya sabemos: “una proposición es verdadera si y sólo si es verdadera”. No obstante, la importancia está en que la teoría insiste que la verdad depende de cómo estén las propiedades del mundo, y que una afirmación es verdadera no porque una autoridad lo diga, o porque sentimos que lo es, si no porque corresponde a cierta particularidad en la realidad. Ésta falla en el momento en el que nos preguntamos qué implica para que un hecho exista. Asimismo, nunca habrá correspondencia perfecta ya que por más que se describa alguna circunstancia, la verdad descrita no podrá igualar a la que fue experimentada.

Teoría de Coherencia

Esta teoría establece que una proposición es verdadera si cabe dentro de nuestro conjunto de creencias. A diferencia de la de correspondencia, que se basa más en la experiencia propia o de los demás, ésta implica la revisión y decisión de la coherencia de evidencias para determinar su validez. Por ejemplo, en un juicio, esta teoría imparte un rol importante para establecer la culpabilidad del acusado; puede conducirnos al rechazo de lo que no se encuentre en nuestra forma de ver las cosas, pero no significa que esto sea falso pues es posible que nuestra manera de pensar sea la que debe cambiar.

Teoría Pragmática

Según esta teoría, una afirmación es verdadera si es útil o si funciona en la práctica. Esto descarta la preocupación de lidiar con grandes cantidades de hechos que son negativos o que son coherentes pero ficticios. Es ideal para los científicos que determinan los principios para los que sirven algunos preceptos. A pesar de esto, existen proposiciones que son útiles y falsas, y otras que son verdaderas pero innecesarias. En ocasiones, es importante contar con buena autoestima

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