Principe De Maquivaleo
Enviado por valeAzombie • 25 de Abril de 2014 • 4.687 Palabras (19 Páginas) • 215 Visitas
INTRODUCCIÓN
El príncipe de Maquiavelo es una obra escrita durante 1513 y publicada por primera vez en 1532, cinco años después de la muerte de su autor Nicolás Bernardo de Maquiavelo, donde el autor reflexiona a lo largo de veintiséis capítulos acerca de las cualidades necesarias para que un gobernante o “príncipe” asegure su poder.
El Príncipe fue dedicado a Lorenzo “el Magnífico” hijo de Pedro de Medici; su poderío en la Italia del siglo XVI se encontraba en un esplendor en crisis, por lo que se dice que fue escrito con el objetivo de brindarle información acerca del poder político del mundo.
La idea principal en la obra postula que debe ser el príncipe quien, con su actuación, modele la esencia de su principado. Maquiavelo eximía a los gobernantes de la sujeción a principios o normas emanadas de la moral o la ética. El gobernante, decía, no debe regir sus actos por normas morales o procedentes del derecho natural, sino que debe reconocer como única guía el bien del Estado. Por el mismo camino, describe el método por el cual un gobernante puede adquirir y mantener el poder político.
Todas las formas de gobierno y todos los territorios en los que han sido dominados los hombres han ejercido su autoridad por medio de una república o de un principado. Los principados pueden ser hereditarios o adquiridos. Las fuerzas de todos los principados se miden en base: si un príncipe posee un Estado tal que pueda, en caso necesario, sostenerse por sí mismo, o si tiene, en tal caso, que recurrir a la ayuda de otros, y esto último puede ser fatal para el principado. Se considera capaces de sostenerse por sí mismos a los que, o por abundancia de hombres o de dinero, pueden levantar un ejército respetable y presentar batalla a quienquiera que se atreva a atacarlos; y se considera que tienen siempre necesidad de otros a los que no pueden presentar batalla al enemigo en campo abierto, sino que se ven obligados a refugiarse dentro de sus muros para defenderlos.
“Para conocer el espíritu de un pueblo es necesario ser príncipe, y para conocer a un príncipe es obligado a pertenecer al pueblo.”
“Se tiene como enemigos a cuantos has ofendido al ocupar el principado y pierdes a los amigos que te ayudaron a adquirirlo, a los hombres hay que vencerlos o con los hechos o con las palabras.”
OBJETIVO GENERAL
Analizar la obra de Maquiavelo para comprender, a lo largo de la recopilación, como es que se relacionan los términos utilizados en el texto dentro del marco de los negocios internacionales para poder fortalecer los conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra carrera estudiantil así como para forjar el carácter y las estrategias para lograr buenas relaciones de negocios
Capitulo I: De las distintas clases de principados y la forma en que se adquieren
En este capitulo se habla de los principados que son hereditarios, cuando una misma familia a reinado en ellos largo tiempo, o nuevos. Los nuevos, lo son del todo o son como miembros agregados al estado hereditario del príncipe que los adquiere, los así adquiridos se adquieren por las armas o por la suerte o por la virtud
Capitulo II: De los principados hereditarios
Se menciona que es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores, y contemporizar después con los cambios que pueden producirse de acuerdo al nuevo príncipe, no creando conflicto alguno entre los habitantes.
Capítulo III: De los principados mixtos
En este capitulo se lleva el estudio de cuando los estados que al adquirirse se agregan a uno más antiguo o son de la misma provincia, es más fácil conservarlos, sobre todo cuando no están acostumbrados a vivir libres, y para afianzarse en el poder, basta con haber borrado de la línea del príncipe que los gobernaba porque siempre que se respeten sus costumbres y las ventajas de que gozaban permanecen sosegados. Sólo con muchísima dificultad podrá perderlo.
Las colonias no cuestan, y son más fieles y entrañan menos peligro de sublevarse; y los damnificados al conquistarse no pueden causar molestias, porque son pobres y están aislados.
El príncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya, debe también convertirse en paladín y defensor, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que, bajo ningún pretexto, entre en su estado un príncipe extranjero tan poderoso como él.
Capitulo IV: Por que le reino de Darío ocupado por Alejandro no se sublevó contra los sucesores de éste después de su muerte
Se señala en este capitulo que todos los principados de que se guarda memoria han sido gobernados de dos modos distintos: Por un príncipe que elige de entre sus siervos, que lo son todos los ministros que lo ayudaran a gobernar, o por un príncipe asistido por nobles, que no a la gracia del señor, sino a la antigüedad de su linaje, deben la posición que ocupan. Estos nobles tienen Estados y súbditos propios, que los reconocen por señores y les tienen natural afección. Mientras que, en los Estados gobernados el príncipe goza de mayor autoridad; por que en toda la provincia no se reconoce soberano sino a él, y si se le obedece a otro, a quien además no se le tiene particular amor, sólo se lo hace por tratarse de un ministro y magistrado del príncipe.
Capítulo V: De que modo hay que gobernar las ciudades o principados que antes de ser ocupados, se regían por sus propias leyes.
Se hace referencia al modo de conservar un Estado. Se plantea la existencia de tres modos de conservar un Estado que antes de ser adquiridos, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero destruirlo; después radicar en él; por último, dejarlo regir por sus leyes, obligando a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto número de personas, para que se encargue de velar por la conquista. Como ese gobierno sabe que nada puede sin la amistad y poder del príncipe, no ha de reparar en medios para conservarle el estado. Porque nada hay mejor para conservar -si se la quiere conservar- una ciudad acostumbrada a vivir libre que hacerla gobernar por sus mismos ciudadanos.
Capítulo VI: De los principados nuevos que se adquieren con las armas propias y el talento personal
De esta manera, que enmarca el titulo del capítulo, el principado es adquirido con dificultades, pero lo conservan sin sobresaltos, las dificultades nacen en parte de las nuevas leyes
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