Problematica Filosofica

Para comenzar…

REFLEXIÓN PARA LA VIDA

Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, tomó un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf.

Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes lo observaron y estuvieron de acuerdo en decir que sí.

El profesor tomó una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf.

El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.

Después el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del bote.

Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime.

El profesor, rápidamente añadió dos gaseosas al contenido del bote y efectivamente, el líquido llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:

“Quiero que se fijen que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada mas nos quedasen estas, sus vidas aún estarían llenas.

Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, la moto…

La arena es el resto de las pequeñas cosas.

Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.

Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.

Juega con tus amigos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita.

Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua.

Ocúpate primero de las “pelotas de golf”, de las cosas que realmente te importan.

Establece tus prioridades; el resto sólo es “arena”.

Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaban las gaseosas.

El profesor sonrío y le dijo: “¡Me encanta que me hagas esta pregunta! Las gaseosas es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos gaseosas con un amigo o una amiga.”

El apasionante mundo de la Filosofía

Cuando el hombre se da cuenta de su propio ser, ese día nace la filosofía; de ahí que se afirme que esta surge del hombre mismo, desde cuando, de manera confusa, trató de responder a los problemas que planteaba la realidad y de darles una solución de acuerdo con sus propios recursos.

Sí, podemos afirmar categóricamente que el principio de la filosofía está en el deseo innato del hombre de saber y en la curiosidad que siente ante los fenómenos de la naturaleza. Pero él no se contenta sólo con conocer objetos y sucesos particulares, sino que trata de averiguar el por qué de las cosas, es decir, sus causas.

De ahí se sigue que, buscando respuestas a estas causas, surgieron inicialmente doctrinas como el animismo, el fetichismo, el totemismo, la mitología y otras, todas éstas formas primitivas de dar respuesta a los fenómenos de la naturaleza, encontrando sus causas y dándoles una explicación.

Si le buscamos un origen más claro a la filosofía nos tenemos que dirigir a Grecia, donde el término “Filosofía” se gestó a partir de grandes y variadas vicisitudes desde Pitágoras, a quien según la tradición se le debe la invención de la palabra.

La filosofía era concebida como la ciencia práctica de la vida y la relacionaban con la virtud de la prudencia y también con la experiencia; si abordamos el problema etimológico de la palabra filosofía, ésta implica curiosidad, afición o deseo de saber sin referirse a un objeto determinado.

Los problemas filosóficos son tantos, como preguntas pueda formular la inteligencia humana frente a la realidad; pero éstos pueden reducirse tentativamente a tres grandes temas: Dios, el Mundo y el Hombre, que se multiplican en infinitos problemas particulares a los que tratan de dar respuesta las distintas partes de la filosofía.

La filosofía, como dice el pensador español Ortega y Gasset, nos ayuda a ubicarnos en la vida cuando estamos perdidos, por ello los problemas de la filosofía son los problemas de la vida, de lo diario. La filosofía ha sido y es para cada época de la historia, una respuesta concreta a la situación, a la cultura, a las necesidades, a la búsqueda de sentido.

http://filosofiaparajovenes.org/web/

Comienzo Histórico de la Filosofía

El Mito

La Filosofía es una búsqueda incesante de la verdad, un pensar y reflexionar sobre todas las cosas, sobre el mundo de la ciencia, sobre el poder de la técnica y especialmente sobre el ser humano y su estar en el mundo. Pero la ciencia también busca la verdad y la religión habla del hombre y del sentido de la vida, el arte es una expresión de verdad. Cabe preguntar, entonces, ¿cuál es la diferencia entre Filosofía, Ciencia y Religión?

La historia nos muestra que la Filosofía como pensar metódico tuvo su comienzo hace dos mil quinientos años. Anteriormente el hombre primitivo también se preguntaba acerca del origen del universo, acerca de los fenómenos naturales, etc., pero recurría a los mitos para explicar esos hechos que lo desconcertaban. El mito fue el primer intento de reflexión.

Se llama mito a un relato de algo fabuloso acontecido en un pasado remoto y casi siempre impreciso. Puede referirse a grandes hechos heroicos que son considerados como el fundamento o comienzo de la historia de una comunidad o del género humano en general. Los pueblos griegos fueron los que lo elevaron a su mayor esplendor en el mundo occidental. Son muy conocidos los mitos que relatan la vida y hazañas de dioses y héroes de la antigüedad (Prometeo, Aquiles, Edipo, etc.)

“El mito relata una historia sagrada, es decir, un acontecimiento primordial que tuvo lugar al inicio del tiempo, ab initio. Mas relatar una historia sagrada equivale a relatar un misterio, pues los personajes del mito no son seres humanos: son dioses o héroes civilizadores, y por esta razón sus gestas constituyen misterios: el hombre no los podría conocer si no los hubieran sido revelados. El mito es, pues, historia de lo acontecido in illo tempore,

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