Profesion Y Profesionista
Enviado por ALEXRAmmm • 11 de Febrero de 2015 • 1.692 Palabras (7 Páginas) • 492 Visitas
Profesión y profesionistas.
Una nota sobre el trabajo.
15.---CONCEPTO DE PROFESIÓN. La tendencia general es, implícita y explícitamente, ajustar la palabra al sentido que le da el Diccionario de la Lengua: “empleo, facultad u oficio que cada uno tiene y ejerce públicamente.” (Así lo hace Gemelli, Nell-Breunning, Max Weber, L. J. Lebrel y Th. Suavet, etc.)
En castellano y en francés se usa la palabra profesional para designar lo mismo una carrera que un oficio. Nada extraño, por lo tanto, que en documentos oficiales, pasaportes y credenciales pueda aparecer con naturalidad: “profesión: abarrotero”; lo mismo que “`panadero” (suelen decirse “comerciantes”), medico, ingeniero u ocupaciones propias del sexo.
En italiano se usa la palabra “profesionista” con el sentido que nosotros le damos, reservándola para los que ejercen las tradicionales “profesiones liberales,” y a nadie creemos que se le ocurra llamar de esa manera al peluquero, maniquista, agricultor, ni a ningún obrero, aunque este medianamente cualificado. La razón es obvia: ¡todo el mundo seria profesionista!
Aunque consideremos la libertad como prerrogativa, condición y consecuencia de la formación universitaria, no adoptamos la denominaron de “profesiones liberales,” porque supone la distinción entre profesión liberal y “trabajo servil” (distinción poco moderna y democrática) aunque ya nadie crea en esa clasificación ni en los “trabajos serviles.” (No hace mucho en Australia los obreros reclamaban salario extra por trabajos que ellos consideraban “humillantes”: ¡descargar artefactos sanitarios!)
Advertimos de una vez claramente: que cuando usamos las palabras profesión, profesional o profesionista, a secas, nos referimos a las “Profesiones Universitarias,” o profesiones que suponen un titulo universitario para ejercerlas. (No creemos herir susceptibilidades académicas, ni que el asunto sea para más).
16.---Antes de dar la definición de profesión que nos parece adecuada, es conveniente subrayar que descartamos expresamente el sentido económico que indudablemente puede tener el vocablo, porque estaríamos nuevamente en la indeferenciacion cuantitativa que dan las matemáticas a las expresiones: “Categorías profesionales,” “escuelas profesionales,” “enfermedades profesionales,” etc.
Cuando la profesión adquiere la diferenciación y valorarizacion que le transmite la universidad, evidentemente estamos ante un profesional o profesionista que desarrolla una actividad económico-social específica (tradicionalmente cualificada como libre), cuyas características son:
a) La competencia. Aunque mas adelante nos ocuparemos de la “Competencia Profesional” mas ampliamente, es jurídicamente competente quien puede exhibir un titulo universitario, requerido y refrendado por el Estado para tutela del bien común, después de cursar estudios superiores superando exámenes numerosos y difíciles.
b) La independencia. Normalmente el profesionista universitario desenvuelve su actividad específica empeñando su iniciativa personal, sin otras limitaciones, que las del bien común y su conciencia. Aunque se pueda objetar que muchos artesanos y agricultores gozan de “independencia” con idénticas o mejores condiciones, y que muchos profesionistas están esclavizados por horarios fijos, directivas y programas ajenos, a los que deben someterse, lo que se toma encuentra es el criterio y “personalidad2 que dan una “independencia espiritual” difícilmente compatible con ninguna otra actividad. Por esa suprema “independencia espiritual” el Papa puede sentir la esclavitud moral suficiente para proclamarse “Siervo de los siervos de Dios.” Es exactamente la misma independencia y esclavitud que no permite al presidente abandonar el barco mientras corre peligro el pasaje y la tripulación.
c) Humanidad. Podríamos decir “humanismo”; puntualizando que un “profesionista universitario” debe tener, concientemente, como principal objetivo insubordinable: “El Hombre.”
En la jerarquía de valores que el profesionista no puede desconocer ni invertir, el hombre (¡quisiéramos decir la persona!) ocupa el primer lugar; ya sea para desarrollar su espíritu, asegurarle la salud, organizar su industria y recursos económicos, o promover la equidad y la justicia en sus relaciones.
Aquí esta el origen de su responsabilidad social indiscutible, y la poderosa razón para el sentido del servicio con que debe se concebida y vivida la profesión, no ceda la primacía a ningún otro interés o utilidad, que necesariamente deberán ser desplazados como subalternos. (Así opinan Gemelli, Buoncuore, Leclercq, etc. Y este es el “ideal” que deslumbra a Rotary Internacional y a los académicos americanos).
17.--- LA DEFINICION. Así hemos llegado a una definición que no titubeamos en clasificar de provisional, mientras esperamos que las sugestiones de los estudios y amigos nos den otros elementos de juicio.
Profesión es una capacidad cualificada, requerida por el bien común, con peculiares posibilidades económico-sociales.
Vale la pena hacer un análisis para medir la dimensión y densidad de la profesión, porque esas son, exactamente, las medidas de la responsabilidad profesional.
A) Capacidad. No decimos actividad, porque un profesionista puede estar durmiendo o jubilado sin perder nada de su carácter. Además es evidente que, ni excluimos uno de los términos, ni los contraponemos; por la sencilla clásica razón de que la actividad es la manifestación y la ley de la capacidad, ya que “la capacidad se especifica por la actividad y, sin ella, decrece y se anula.”
B) Cualificad. No de cualquier manera; sino a través de la preparación científica y humanista de los estudios universitarios. Esta calificación la veremos adecuadamente mas adelante, cuando estudiemos la triple competencia profesional.
C) Requerida por el bien común. Estamos afirmando dos cosasfundamentales: Primero, que el bien común es la medida de la correlación
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