Psicopedagogia
Enviado por gigi.2015 • 23 de Abril de 2014 • 1.798 Palabras (8 Páginas) • 373 Visitas
INTRODUCCIÓN
La caracterización psicopedagógica del niño y niña de 6 a 12 años en el desarrollo afectivo-motivacional, corresponde al ingreso del niño a la escuela, acontecimiento que significa la convivencia con seres de su misma edad. Se denomina también "periodo de la latencia", porque está caracterizada por una especie de reposo de los impulsos institucionales para concentrarnos en la conquista de la sociabilidad. La sociabilidad que comienza a desarrollar es "egocéntrica": "Todo sale de mí y vuelve a mí", "Te doy para que me des". Sus mejores amigos son los que le hacen jugar, le invitan al cine o un helado". El niño, al entrar en la escuela da pie al desarrollo de sus funciones cognoscitivas, afectivas y sociales. Dentro de la parte afectivo-motivacional también está las funciones cognoscitivas el niño, ya que desarrolla la percepción, la memoria, y el razonamiento, etc.
El período de edad que se extiende desde los seis hasta los doce años se caracteriza por ser una etapa de constante transformación y crecimiento del niño, tanto en las áreas de la conducta como en lo respectivo a lo corporal, por eso debemos tener en cuenta ambos factores y no descuidar ninguno de ellos, ya que ambos inciden en el desarrollo del niño en la actividad , la disponibilidad con que se presenta a las distintas propuestas y las posibilidades reales de llevar a cabo un juego o acceder a la realización de una consigna o del desarrollo intuitivo.
Caracterización psicopedagógica del niño y niña de 6 a 12 años con relación al desarrollo afectivo-motivacional y su implicación en el aprendizaje.
Desarrollo afectivo:
Dentro de la funciones afectivas esta cuando el niño sale del ambiente familiar donde es el centro del cariño de todos para ir a otro ambiente donde es un número en la masa; donde aprende y desarrolla el sentimiento del deber, respeto al derecho ajeno amor propio, estima de sí, etc. Dentro de la función social tenemos que la escuela contribuye a extender las relaciones sociales que son más incidentes sobre la personalidad.
Características principales:
•Aprende a no exteriorizar todo, aflora, entonces, la interioridad.
•Son tremendamente imitativos, de aquí que necesiten el buen ejemplo de sus padres.
•El niño se vuelve más objetivo y es capaz de ver la realidad tal como es.
•Suma, resta, multiplica y divide cosas, no números.
•Adquiere un comportamiento más firme sobre sus realidades emocionales.
Los niños van logrando independencia de sus padres o familia, pero siguen siendo dependientes en algunos aspectos cotidianos.
Este desarrollo se produce según orden de importancia: en el hogar, el colegio y el grupo de pares.
Dos hechos importantes caracterizan el desarrollo afectivo del escolar. El primero, la desaparición del egocentrismo, propio del preescolar. Ahora ya, el escolar es capaz de pertenecer a grupos de diferentes características, de compartir y lo más importante saber colocarse en el lugar de las otras personas. Trabaja cooperativamente junto a los demás y puede entender las cosas que les suceden a los otros, entendiendo sus puntos de vista.
Otro de los hechos importantes es la aparición de los sentimientos superiores. Dentro de ellos, aparecen aquellos como la solidaridad, la bondad, el cooperativismo, la lealtad, la religiosidad, entre muchos otros que le dan al escolar su característica propia. A pesar de esto, los niños pueden llegar a ser poco sensibles con los defectos de los demás y poder herir al otro sin una mayor intencionalidad.
Los escolares en general, suelen ser personas extrovertidas, positivas, y adaptadas a diversas situaciones. El escolar desarrolla algunas capacidades como: confianza en sí mismo, independencia, habilidades sociales, aceptación y autoestima.
Desarrollo motivacional.
Según Schneider en el niño de 6 a 12 años sobresalen los siguientes motivos:
Necesidad de seguridad. Se funda en un sentimiento de certeza en el mundo interno (estima de sí, de sus habilidades, de su valor intrínseco, de su equilibrio emocional, de su integridad física) y externo (económica, su status en la familia y en el grupo). El niño y el pre-adolescente puede sufrir inseguridad por los cambios fisiológicos, la incoherencia emotiva o por la falta de confianza en los propios juicios y decisiones.
Necesidad de independencia. Más que una existencia separada y suficiencia económica, significa, sobre todo, independencia emocional, intelectual, volitiva y libertad de acción. Se trata de una afirmación de sí.
Necesidad de experiencia. Fruto del desarrollo y la maduración que en todos sus aspectos son dependientes de la experiencia. Este deseo de experiencia se manifiesta claramente en las actividades "vicarias" (TV, radio, conversación, cine, lecturas, juegos, deportes). Por esto mismo se meten en actividades poco recomendables: alcohol, drogas, etc.
Necesidad de integración. Que es un deseo inviolable y de valor personal.
Necesidad de afecto. Sentir y demostrar ternura, admiración, y aprobación.
•Desarrollo social: Tanto el desarrollo cognoscitivo, como el motivacional y afectivo agilizan el proceso de socialización. El adolescente tiene en su comportamiento social algunas tendencias que conviene reseñar:
◦A medida que crece, son mayores y más variadas sus experiencias sociales.
◦Este mayor contacto con la sociedad favorece un conocimiento más real de la sociedad.
◦Mayor conciencia de los demás, así como una progresiva conciencia de pertenencia a una clase social
◦Otras tendencias importantes son la madurez de la adaptación heterosexual, la búsqueda de status en el grupo de compañeros de la misma edad y la emancipación de la familia.
En este proceso de socialización encontramos en el niño y el pre-adolescente una serie de oscilaciones tales como:
•Oscilación entre excitación y depresión: trabajo y ocio, buen humor y llanto.
•Oscilación entre sociabilidad e insociabilidad: delicados e hirientes, tratables e intratables.
•Oscilaciones entre confianza y desconfianza de sí mismos.
•Oscilaciones entre vida heroica y sensualidad.
En esta época aparecen rivalidades y luchas para obtener el poder y ejercerlo sobre los demás. Prueba sus fuerzas físicas y así se convierte en agresivo, lo que se manifiesta con ciertos actos exteriores (se golpean unos a otros), palabras agresivas
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