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RETORICA DE SAN AGUSTÍN


Enviado por   •  30 de Junio de 2015  •  2.535 Palabras (11 Páginas)  •  1.013 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

LA RETÓRICA DE

SAN AGUSTÍN DE HIPONA

(En tanto retórica cristiana)

Materia: Historia de la Filosofía II, Edad Media y Renacimiento

Dra. ELIZABETH VALENCIA CHÁVEZ

Línea de trabajo: Monografía

Alumno: Efrén Rodríguez Gómez

SUMARIO

I. Resumen.

II. Introducción.

III. La retórica agustiniana en la obra De la doctrina christiana.

IV. Conclusión.

I. RESUMEN

En este trabajo monográfico se hará una breve exposición de las contribuciones de San Agustín de Hipona a la filosofía del lenguaje y a la lingüística, a partir de una muestra perspectiva de su retórica (De la doctrina christiana) en tanto que medieval y cristiana; lo anterior con base en varias obras escritas, de fuentes diversas.

Palabras clave: San Agustín, retórica, lenguaje, cristiana y doctrina.

II. INTRODUCCIÓN

Autores estudiosos de la lingüística y de la filosofía del lenguaje, como el Doctor Alfonso Rincón González , consideran que la obra de San Agustín de Hipona en el ámbito del estudio del lenguaje, no ha sido suficientemente valorada; ya que, salvo en los círculos especializados de la lingüística y de la filosofía del lenguaje, la contribución de San Agustín al estudio y manejo del lenguaje humano han sido ignorados sin una clara razón; esta situación no se justifica, toda vez que ha sido bastante reconocida por siglos la maestría de San Agustín en la gramática y en la retórica, columnas fundamentales de “la ciencia del bien decir” y “el bien escribir”.

Aunque fue un teólogo destacado y semiólogo por propia convicción, San Agustín se destacó muy especialmente en la disciplina de la retórica, pues su indiscutible habilidad para manejar las formas retóricas antes de su conversión al cristianismo, y ya como converso, la creciente necesidad por expandir a través de su palabra el evangelio cristiano, lo llevaron a dimensionar superlativamente esta disciplina del bien decir, hasta llegar a generar una palabra o verbum, que a través del uso sui géneris de las figuras retóricas, suministraría nuevas cualidades; formas frescas con las cuales lograr por un lado, conmover y persuadir para convencer a los conversos y posibles conversos, y por el otro, fundamentar y rebatir a los detractores.

Esplendido especialista en el arte de la retórica, San Agustín la manejaba magistralmente y la enseñaba con el grado de magister rhetoricae en Mediolanum, (lo que es actualmente la ciudad de Milán ). Ciertamente, como asegura el Doctor Andrés Covarrubias-Correa , Agustín de Hipona no suscribió la retórica agustiniana como de su propia iniciativa intelectual, dado que él provenía en su formación clásica de la tradición griega antigua y de la oratoria romana; pero entre sus varias aportaciones, logró crear el puente ideológico entre la retórica cristiana y la filosofía, que llevaría más tarde a concluir en la Escolástica; pues se tiene a cuenta, que la retórica cristiana del obispo de Hipona, constituyó una base filosófica para los inicios del Medievo, así como fuente de inspiración y consulta para la resolución de múltiples problemas esenciales del ser y la moral. Esto fue así, hasta que con las recurrentes disputas internas por el creciente poder eclesiástico, llegaron también las grandes discusiones de tipo “bizantinas” que hicieron a un lado la metodología filosófica para imponer la ideología convencional; como sucedió con “la polémica sobre la naturaleza de la eucarística”, disputa que duró varios años y que finalmente habría de ganar Berengario de Tours en contra de Alberico de Monte Casino ; con lo que se encumbraría el vencedor junto con sus seguidores, métodos e ideología; y con ello postergaría a un segundo plano al agustinismo por un período largo, hasta su reubicación formal en la Escolástica.

Afortunadamente, en esta materia de la retórica, el docto ecclesiasticus Agustín de Hipona dejó importantes obras , como: De Magistro, De la doctrina cristiana o la retórica cristiana, Réplica al adversio de la Ley y los Profetas, Tratado contra los judíos, De las costumbres de la Iglesia Católica y de las costumbres de los maniqueos, Las dos almas del hombre y La naturaleza del bien, entre otras . Estas obras darían trascendencia y frescura a la tradición retórica que venía desde las fuentes clásicas: platónicas, aristotélicas, estoicas, plotinianas y bíblicas; pasando por el estilo sacro del divino Virgilio, y la singular metódica del maestro Cicerón ; para que al trascender en Agustín, llegara a influir incluso en modernos como Ludwig Wittgenstein .

Es indudable ahora, que el Padre San Agustín poseía un buen conocimiento del lenguaje humano y de sus mecanismos de comunicación; sabido es también, que durante al menos cinco siglos, se discutió en retórica con base en los conocimientos aportados por el retor Agustín en esta materia; y que fue el mismo Obispo de Hipona, un bastión indispensable en la lucha ideológica que libraba la Iglesia Cristiana Primitiva, en contra de las herejías del primer milenio; lucha que por cierto, se llevó a cabo utilizando como arma primordial la retórica agustiniana tan característica. En este contexto, no deben olvidarse las cualidades del magister rhetoricae, para expandir con proselitismo cautivador y convincente la doctrina cristiana, a través de una retórica casi perfecta, que en sus obras más conocidas como: Las confesiones, La ciudad de Dios, La verdadera religión y La doctrina cristiana, tiene la mejor referencia, y es fuente de inspiración mística, filosófica y teológica hasta nuestros días.

Por lo anterior, la contribución de San Agustín de Hipona a la filosofía del lenguaje y a la lingüística, es primordial; y en ese sentido, es menester hacer notar fundamentada y sintéticamente esa importancia; para que, en su medida y a través de los detalles de su principal obra en la materia (De la doctrina christiana), se pueda, aunque someramente, revalorar la contribución de San Agustín al estudio del lenguaje y dar a su pensamiento relacionado -si bien en mínima porción- el lugar que merece. De eso trata este trabajo.

III. LA RETÓRICA AGUSTINIANA EN LA OBRA

DE LA DOCTRINA CHRISTIANA.

Jacques Lacan publicó en 1981: "muy diciente darse cuenta de que los lingüistas, en el supuesto de poder reunir, a lo largo de los tiempos, una gran familia a la que se la pueda denominar así. Han necesitado quince siglos para redescubrir, como un sol que se levanta de nuevo, como una aurora naciente,

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