Responsabilidad Social
Enviado por feliperatedr • 21 de Noviembre de 2014 • 1.613 Palabras (7 Páginas) • 180 Visitas
Responsabilidad social: Clave en el siglo XXI
Dada la realización de un módulo de formación fundamental dentro de nuestra malla curricular en cuanto a nuestro pregrado, la situación actual indica que este curso de Responsabilidad Social es el último de su especie, es decir, se encuentra en la antesala a nuestra salida del mundo laboral. Esta característica le da un matiz especial al contexto, ya que la intención es darnos el toque final a un campo como el que le da nombre a este módulo, que nos acompañará a lo largo de nuestra vida dentro y fuera del trabajo y lo analizaremos en esta fecha, transcurridos cuatro años de nuestra formación en distintas etapas.
Pero empecemos a aterrizar el asunto, ¿qué es la responsabilidad social? “La responsabilidad social es, según Sáez (2001), la capacidad y obligación de responder ante la sociedad como un todo, por acciones u omisiones y se ejerce, cuando corresponde, desde alguna persona hacia todas las otras” (Navarro, 2005). Esta definición nos da pie para reflexionar y señalar que la responsabilidad social es un acto de compromiso de una persona o de un grupo hacia el resto en pro del bien común. En un mundo globalizado donde creo que imperia el consumismo, el individualismo y la competitividad para alcanzar los objetivos personales, se ha ido desplazando el hecho de responder ante los demás como advierte la definición previa, el bien común con el cual nació la historia desde aquellas civilizaciones que se reunían y sobrevivían en base al esfuerzo colectivo sin un solo objeto tecnológico que se conozca en nuestros días.
El tema es cómo hacer que la responsabilidad social, el compromiso de estar con la sociedad esté inserto en las nuevas generaciones. Muchos valores no se enseñan en las escuelas sino que vienen de la enseñanza de nuestros padres o de quienes nos crían, a través de la experiencia, etc. Sin embargo, ejemplos como el de la educación en Argentina donde se señala que la Ley de Educación Nacional 26.206 “en su artículo 32 inciso g que el Consejo Federal de Educación fijará las disposiciones necesarias para que las jurisdicciones garanticen: “….la organización de actividades de voluntariado juvenil y proyectos educativos solidarios, para cooperar en el desarrollo comunitario, en el marco del proyecto educativo institucional” (Ministerio de Educación Argentina Presdidencia de la Nación, 2005). Con esto, se quiere decir que se encarga de mantener activa la participación desde tempranas edades para con la sociedad. Importante punto toca este tema, ya que moldear a las futuras generaciones e incentivar a que busquen la relación fructífera para con el resto de las personas es algo positivo como también lo es que el tema de concientizar a los estudiantes sea un tema de Estado, lo que me parece algo que puede ser replicable a otras naciones con gobiernos y sistemas políticos estables.
Llevar a la práctica, modelos como el anterior es algo que depende de las personas, de que no solo las ideas queden en el papel. Para ello podemos basarnos en los niveles de responsabilidad, donde primero está la relación consigo mismo a través del autocuidado o reflexión, ante los demás mediante el respeto y la sensibilidad. Sin embargo, la palabra clave es la conducta. Mientras pensamos lo que queremos, debemos actuar como tal, mantener la coherencia entre lo que se piensa, dice y hace, debiendo esto reflejarse en conductas como las acciones en forma de críticas, comentarios, ayudas, etc. Un ejemplo de ello, es el proyecto de servicio solidario que realizamos cada uno de los estudiantes en conjunto con un destinatario y con la colaboración de compañeros de otras carreras. En ello desarrollamos nuestra capacidad de trabajo en equipo, aplicamos valores en respuesta a las necesidades de un integrante de la sociedad que requiere ayuda. Acá está la práctica in situ del comportamiento socialmente responsable, lo que da pie a una mirada más microscópica al tema, ahora relacionando la labor como profesional hacia la sociedad.
El profesional Contador Auditor dentro de su labor, no solo debe preocuparse de cumplir con su trabajo, seguir las normas, mantener sus conocimientos, competencias y entregar lo que se pide, sino que también de realizar todo lo anterior dentro de un marco que incluye la actuación ética en sus quehaceres. Así denotamos la existencia del punto más importante de este subtema: La persona, que tiene su rol como ciudadano activo en decisiones políticas o social en medio de ayuda solidaria, también está inserto en otro papel en donde se debe desenvolver: el rol profesional donde debe hacer su trabajo en comunión con los valores que incluyen la Responsabilidad Social en cuanto al servicio prestado a la sociedad, la cual es la beneficiaria del resultado de su trabajo (además de los clientes en específico). “El auditor está sujeto a los requerimientos éticos pertinentes a los trabajos de auditoría de estados financieros (…) El Código de Ética de IFAC, establece los principales fundamentos de ética profesional: Integridad, objetividad, competencia profesional y debido cuidado, confidencialidad y comportamiento profesional” (Colegio de Contadores de Chile,
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