Resumen Teoria Del Delito
Enviado por mscoapa • 8 de Diciembre de 2012 • 376 Palabras (2 Páginas) • 963 Visitas
Bueno este libro toca muchos temas los cuales tocaremos y daremos una pequeña explicasion de cada uno de ellos
Una pequeña introducción de este, se podrá decir que los hombres abandonan casi siempre las reglas más importantes a la prudencia de un momento o a la discreción de aquellos q cuyo interés consistía en oponerse a las leyes más próvidas; y así como del establecimiento de éstas resultarían universales ventajas, resistiendo al esfuerzo q por donde pudieran convertirse en beneficio de pocos.
El inmortal precedente de Montesquieu que se ha pasado rápidamente sobre esta materia.
Y toca sobre todo la verdad indivisible que se esfuerza a seguir los trazas luminosas de este grande hombre a mi parecer estos renglones me agradaron por lo q dice “Pero los ingenios contemplativos para quienes escribo, sabrán distinguir mis pasos de los suyos. Dichoso yo, si pudiese como él, obtener las gracias secretas de los retirados pacíficos secuaces de la razón, y si pudiese inspirar aquella dulce conmoción con que las almas sensibles responden a quien sostiene los intereses de la humanidad”
EL ORIGEN DE LAS PENAS
Este es uno de los muchos temas q toca el libro y es muy importante ya que aquí nos habla que las leyes son las condiciones con que los hombres vagos e independientes se unieron ante la sociedad, y que cansados de vivir en un continuo estado de guerra, y de gozar una libertad que les era inutil en la incertidumbre de conservarla. Y que el complejo de todas estas porciones de libertad, y se sacrificaban los bien de cada uno, y se formo la soberanía de una nación, y el Soberano es su administrador y legitimo depositario.
También para que se evitara estas usurpaciones era necesario lo que se le llamaba motivos sensibles ya que fuesen bastantes a contenerse el ánimo despótico de cada hombre, y que cuando quisiese sumergir en las leyes de la sociedad en su caos antiguo. Estos motivos sensibles son las penas establecidas contra los infractores de aquellas leyes y ya que no habiendo tampoco bastado la elocuencia, y de las declamaciones, y las verdades más sublimes a sujetar por mucho tiempo las pasiones excitadas con los sensibles incentivos de los objetos presentes.
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