Rousseau: nace una nueva epoca
Enviado por Daraya • 21 de Septiembre de 2012 • Ensayo • 1.692 Palabras (7 Páginas) • 532 Visitas
ROUSSEAU: NACE UNA NUEVA EPOCA
Rousseau era de origen ginebrino. Fue autodidacta, pero de una inteligencia precoz. Muy joven se fue solo a Paris. Allí se ligó a los enciclopedistas, llegando a admirar a Diderot. Su fama le llegó de golpe al ganar un concurso de ayuntamiento de Dijon, cercano a Paris. De allí surgieron sus dos primeras obras o ensayos, el más conocido se llama “Ensayo sobre el origen de las desigualdades de los hombres”. Diez años más tarde, en 1761 y 1762, se publicaron sus obras más maduras: “El contrato social”, que es su teoría política o ideología, “El Emilio” o sobre la educación, que es su teoría sobre la educación del ciudadano individual, y “Julia o la nueva Eloisa”, que es una novela que da origen a la corriente estética más importante de todo el siglo siguiente: El romanticismo. Veamos brevemente las ideas fundamentales de este pensamiento que va a revolucionar el mundo entero.
Rousseau empieza por una crítica radical a la ideología ilustrada, en la medida en que ésta ve un progreso automático de la humanidad con sólo desarrollar la ciencia y la técnica. Rousseau considera que la civilización, tal como ahora se presenta, ha hecho, por el contrario, más infeliz y desgraciado al hombre. El hombre primitivo era más feliz, porque era libre; no tenía las trabas a su acción y libertad como en la sociedad actual, porque podía satisfacer sus hambres y sus apetitos a sus gustos. Rousseau concluye que el hombre al venir a este mundo, es feliz y dotado de todas las cualidades necesarias para sobresalir en la vida. Es la sociedad la que lo hace infeliz, la que termina por hacerlo malo. El hombre es bueno por naturaleza, porque la naturaleza es buena, pero la sociedad lo hace malo. El origen de todos los males en la sociedad estriba en la desigualdad social, y la raíz de la desigualdad es la propiedad privada. El individuo que invento la palabra “mío” y “tuyo” y trazó cercas y creó propiedades privadas fue el causante de la tragedia que viven millones hoy. Estas ideas q ue todavía suenan tan revolucionarias hoy, fueron escritas cien años antes de que Marx y Engels escribieran “el manifiesto del partido comunista”.
En su obra de madurez “El contrato social”, Rousseau propone un nuevo tipo de estado. Partiendo de la constatación de que el hombre es libre por naturaleza, pero está hoy encadenado por todas partes, Rousseau ve en el estado un contrato social libremente contraído por las libertades individuales, pero que, al unirse, forman la sociedad civil. Este contrato tiene dos fases: La sociedad civil, que Rousseau llama “Voluntad de todos” que consiste en la unión de los intereses individuales, de los egoísmos particulares, cada uno luchando por su propio bien. Pero por encima de la sociedad civil está la voluntad general, consistente en el estado o sociedad política. La voluntad general es cualitativamente diferente de la voluntad de todos, no consiste en la suma aritmética de las voluntades individuales, sino que es expresión de una dimensión de la vida humana que expresa lo específicamente político: La política es el ejercicio de la voluntad colectiva, es la manera en que el grupo humano, y no como individuos particulares, expresa su voluntad, su forma específica de conducir su destino colectivo. La voluntad general esta por encima de la voluntad de todos, en la medida en que los intereses y voluntad de la colectividad está por encima de los intereses individuales. Frente a la voluntad general, la voluntad de todos debe ceder, en caso de que haya choques de intereses.
La voluntad general se institucionaliza en el estado. Este tiene como función esencial expresar la soberanía popular. La característica de la soberanía es que es indivisible e inalienable. Ningún contrato o figura jurídica de carácter positivo tiene validez, si atenta contra estas dos características de la soberanía, al igual que ningún individuo puede renunciar a su libertad y someterse a la esclavitud, incluso si libremente forma un contrato al respecto. Porque así como la esencia de los hombres consiste en ser ciudadanos libres, la esencia del estado consiste en ser la expresión institucionalizada y el garante de la soberanía popular. Este estado es democrático en el sentido de que el pueblo elige libremente a sus gobernantes, pero también ejerce una fiscalización o control permanente sobre los mismos, de modo que ningún nombramiento es por plazo fijo: El pueblo puede plebiscitariamente removerlos de sus cargos cuando así le parece. Se trata, por ende de una democracia popular directa y plebiscitaria.
Pero un régimen político así exige un ciudadano diferente, un individuo preparado para ser libre y asumir los derechos y deberes propios del ciudadano de una manera adecuada. Para ello, hace falta una educación distinta, que no consista en imponer por parte del adulto a las nuevas generaciones sus propias escalas de valores, de una manera autoritaria, sino que lo haga respetando sus propias potencialidades. En su obra “El Emilio o sobre la educación” Rousseau retoma sus ideas de que la naturaleza
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