SISTEMAS ABIERTOS

El tema del hombre es muy complejo precisamente por lo completo y a veces ininteligible que es el mismo hombre, no sólo por lo que ya es, sino también por lo que puede llegar a ser. El autor Leonardo Polo (1926-2013) dentro de sus análisis filosóficos establece que el hombre es un sistema abierto donde las relaciones entre sus elementos son cada vez más intensas e integradas. Los psiquiatras llaman a esto proceso de maduración, lo cual es inherente al perfeccionamiento humano. El hombre no es un sistema cerrado que termine en una situación de equilibrio, o aspire a ella, para reaccionar sólo cuando esta situación se altera. El desarrollo humano es armónico, sistemático y permanente. (Polo, 1991)

Los sistemas abiertos, son aquellos capaces de aprender y que propenden por una situación de equilibrio en el curso de su vida o por lo menos en una parte de ella; son sistemas que aprenden, que incorporan a sí mismos el medio y pueden incidir en él y no sólo ser afectados por su entorno. El aprendizaje en un sistema abierto implica la posibilidad de cierta espontaneidad, pues gracias a ella se dan respuestas alternativas, es decir, al no haber completa determinación por el medio externo como en el caso de un sistema cerrado, se abre aquí la posibilidad de responder con variantes ante una misma situación. La escuela es el espacio donde se abre una de las tantas posibilidades de maduración, perfeccionamiento de los individuos mediante el aprendizaje.

Dicho aprendizaje dado en el sistema abierto no tiene más que un sentido ascendente. Esto es, que todas las situaciones de equilibrio son correctas, pero unas son mejores que otras, esto es, se da el progreso. (Polo, 1993). Aquí se pueden ubicar los fenómenos propios de la vida: la interrelación con el medio implica una capacidad de respuesta que a su vez supone cierta interioridad, algo que se pueda comunicar al exterior; esto quiere decir que el ser vivo procesa y codifica la influencia externa para darle una nueva estructura y una clave, un sentido propio. Cabe entonces la posibilidad de llegar a aprender con el fin de reaccionar frente al exterior.

El educando es un sujeto inmerso en un sistema abierto, donde aprende y busca especializar sus aprendizajes mediante la interacción con su medio, tanto proximal como distal. También es fundamental que logre adaptarse temporalmente para llegar a dar mejores respuestas, donde cada vez perfeccionará la calidad de las mismas en la medida en que su interrelación con el medio se vaya complejizando. Es necesario tomar en cuenta la capacidad de aprender y de ejecutar acciones libres, cuando se trata del ser humano y de las sociedades originadas por un sistema libre. Los sistemas libres son aquellos que son susceptibles de aprendizaje positivo y negativo, esto es, lo que se llama comúnmente experiencia, es decir el cúmulo de sucesos que el individuo incorpora como criterios propios de conducta.

Tomando en cuenta lo expuesto respecto a los sistemas abiertos y libres, necesariamente el mundo tendrá que mejorar, hay que modificar los aspectos de la realidad y de la ciencia de manera que se pueda "poner al día" según los avances de cada época en particular. Bajo esta visión, el futuro siempre será mejor que el pasado. Y precisamente la educación

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