Santos O Masoquistas
Enviado por Alejandro • 4 de Febrero de 2014 • 2.051 Palabras (9 Páginas) • 233 Visitas
¿Santos o Masoquistas?
Se puede decir que la crucifixión, tomando como referencia a la enciclopedia Wikipedia (2005), a partir del siglo seis antes de Cristo era una forma común de ejecución, donde el objetivo era dar una muerte dolorosa y pública. Este tipo de ejecución era usado especialmente entre los romanos, egipcios y persas, los cuales ataban o clavaban a la víctima en una cruz grande de madera hasta que muriera allí. La crucifixión tomó importancia para los cristianos a partir de la muerte de Jesús en la cruz, convirtiéndose la cruz en símbolo principal del cristianismo. En ese tiempo la muerte en la cruz era una maldición, por lo tanto Jesús se hace maldito para librarnos a nosotros, que estábamos condenados a muerte desde el pecado de nuestros primeros padres.
Es así como en ese tiempo, Jesús, al terminar de ser juzgado por Pilatos y condenado a la peor de las muertes, según el diario el Comercio (2005) es desnudado y azotado por los soldados Romanos con una herramienta llamada flagrum o flagellum, los cuales le desgarraron la piel y el tejido subcutáneo, es decir el tejido que se encuentra debajo de la piel. Debió haber sido tan brutal el castigo que lo más probable fue que quedara bañado en sangre. Se han contabilizado setecientas veinte marcas ocasionadas con bola de metal y trescientas setenta con correas de cuero.
Terminado el azote prosiguieron colocándole la corona de espinas, que no era más que un casco de púas, el cual le ocasionó setenta heridas en el cuero cabelludo. Esta coronación desde el punto de vista de Escrivá (2003) le hace rey de burlas, ya que no lo reconocen como rey, ni como Mesías, sino que se burlan de eso y lo coronan como rey de los judíos.
En seguida a Jesús lo llevan al monte Calvario, y ante este hecho señalado por el portal católico(2005) en su artículo Jesús es despojado de sus vestiduras, lo extendieron sobre la cruz y le pusieron un clavo de dieciocho centímetros sobre la muñeca para después clavarlo con un martillo de hierro. Este punto fue el escogido, ya que soporta mejor el peso del cuerpo.
Después de haber realizado esto, los soldados romanos ataron el pie izquierdo sobre el pie derecho y abriéndolo con una especie de taladro tomaron un clavo de mayor tamaño para atravesar sus pies, esta acción fue la más dolorosa de todas, pudieron haber sido hasta treinta martillazos.
Finalmente, estando Jesús clavado en la cruz, el Portal Católico (2005) en su artículo sobre la abertura del costado de Jesús señaló que se le acercó unos de los soldados romanos a Jesús y empuñando la lanza se la clavó con toda su fuerza en el costado derecho atravesando su corazón y una parte del pulmón. Se calcula que la herida fue de cuatro centímetros y medio por un centímetro y medio.
Es así como finalmente muere Jesús y según el diario el comercio (2005) es envuelto en un manto, llamado ahora el Sudario de Turín, donde se han podido estudiar las más de mil ciento cincuenta y tres heridas y más de cinco mil puntos de sangre.
Así, podemos ver las cinco heridas de Jesús, las cuales desde los tiempos de San Francisco de Asís (1224) hasta nuestros días se han hecho presentes en los cuerpos de diversas personas, conociéndose con el nombre de Estigmas. Esta palabra, que para Escalofríos (2005) proviene del latín stigma, significa marca o señal en el cuerpo, pero dándole un sentido más religioso, estigmas, se refiere al fenómeno de llevar las heridas de Jesús en las manos, en los pies, en el costado del pecho y en la cabeza.
La heridas al darse simultáneamente para Masa (2005), se habla de una estigmatización completa.
Estas heridas son consideradas en un articulo del rincón del vago (2005) como permanentes, como es el caso del padre Pío, que después veremos con mayor detenimiento, o periódicas, donde las heridas salen por temporadas relacionadas con la pasión de Jesús.
Para determinar que estas heridas sean en verdad un don divino se han establecido algunos criterios, en primer lugar estas llagas deben estar en los mismos lugares donde Jesús tuvo las suyas, en segundo lugar estas heridas no se infectarían, aparte estas no se curan ante un tratamiento médico, y por otro lado estas sangran bastante y por largo tiempo y están acompañadas de fuertes dolores, ya que esto significa una participación auténtica del dolor de Jesús.
Por la tanto, estas heridas, han dado lugar a muchas opiniones y puntos de vista entre la gente, por ejemplo para el Doctor Gómez de la Torre (2005), siendo católico y creyente, considera que existen manifestaciones extraordinarias del poder de Dios, de su amor, de su misericordia, o simplemente de su presencia, que conocemos como milagros, es decir cosas o situaciones que nos maravillan porque están por encima de lo que es natural, que para un creyente no es imposible, porque para Dios no existen los imposibles, si él es el dador de la ley, él puede suspender sus efectos.
En los casos que él tiene más presente sobre el fenómeno de los estigmas, son el de San Francisco de Asís y el padre Pío, donde las llagas de Cristo, se producen como un testimonio de su presencia y de la compasión de estos seres extraordinarios por su conducta humana, modelo de virtudes y valores, que el señor escoge para mostrar a los creyentes que esa es la conducta que los acerca a Dios, siendo así que estas personas de alguna manera nos hablan de Dios con sus marcas, nos dicen que participan del dolor de Jesús crucificado, porque esa es la forma de hacerse partícipes de la salvación de los demás. Como si dolor y sufrimiento hiciera más llevadero el dolor de Jesús. No es fácil entender todos estos fenómenos, ya que también existe mucha charlatanería, y es por ello que la iglesia debe ser muy cuidadosa para reconocer estos casos como verdaderos milagros.
Si bien pueden servir para ayudar a los incrédulos a creer, es decir actuar como un medio de evangelización, un cristiano no debe buscar en estos hechos extraordinarios la razón de su fe, y si se producen, considerarlos como una gracia, como un don. No esperemos a que Jesús nos diga como a Tomás que metamos nuestros dedos en sus llagas para recién creer.
Finalmente el Doctor Gómez de la Torre cree que son manifestaciones de Dios, a seres elegidos por él, para que sean testimonio de lo maravilloso de la fe, para recordarnos que él es
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