Según Platón: "La enseñanza debe transmitir un conocimiento global, pues abarca tanto la dimensión teórica como práctica"

1. ¿Cuál debe ser la reflexión del docente frente a sus procesos formativos?

La educación en el mundo afronta nuevos retos todos los días, por ende, la comunidad debe prepararse para estar atenta a corregir el rumbo dependiendo del cambio presente y los posibles cambios futuros. Es nuestra labor como docentes y participantes del cambio, no solo a estar atentos e informados de dichos cambios para afrontar estos retos, sino también debemos jugar con factores propios del cambio como la incertidumbre, particularmente opino que mi destino y el destino de todo lo que me rodea y percibo, lo forjo en el presente, día a día, por lo cual mi fe sobre un futuro benéfico para la educación en Colombia sigue intacta, ya que mi decisión es aportar, intervenir en el cambio y a la preparación para dicho cambio.

La educación en Colombia en particular está sumida en una era antigua regida por la industria, con estructuras académicas a veces tan rígidas que no permiten el sano desarrollo humano y la autorrealización que tanto se promulga en los estándares impuestos por el ministerio y el gobierno, la burocracia juega un papel fundamental en la ralentización de la modificación de los procesos previstos hace décadas para la educación actual. Puede sonar reiterativo, pero cada vez más nos damos cuenta que la educación se obliga a mantenerse en una época que ya no existe y por lo cual hay más personas con títulos que viven cada vez más infelices, donde las expectativas laborales se ven inalcanzables y como no nos enseñaron a controlar nuestras emociones, nos sumimos en una tristeza infinita sin encontrar posibles soluciones ya que tampoco nos enseñaron a tomar nuestras propias decisiones.

Dentro de los documentos que muestran la estructuración del sistema educativo se plantean en gran parte buenas opciones para el sano desarrollo del estudiante, aunque con un enfoque estrictamente laboral. La oferta laboral ha ido decreciendo a través de los años y cada vez es menor debido a los cambios y suplementos tecnológicos que se presentan en la industria, de acuerdo con lo mencionado, los procesos formativos involucrados en la llamada educación “formal” deberían ser reestructurados en gran medida, enfocándose directamente en el ser y no tanto en el saber y el hacer.

El docente debe individualizar los procesos por cada individuo, valga la redundancia, se sabe que no todos aprendemos de la misma manera, todos somos seres inteligentes de formas distintas, si desde el aula se presenta la diferenciación individual estamos logrando un gran avance en la educación. Para mí, la evaluación como se define y se practica actualmente es una denigración contra la integridad de la confianza del ser humano, es como si 10 pareja tuvieran que pasar por las mismas pruebas evaluativas y demostrativas para garantizar el amor que se tienen el uno al otro. En la educación en Colombia pasa exactamente lo mismo, la estructura y los esquemas definidos por el sistema obligan a que se evalúen los procesos formativos de una manera que no arroja resultados aterrizados a una realidad que a muchos aun no les conviene cambiar. El error debe ser el mejor aliado en la educación, en el universo siempre rondará el caos, no significa el fracaso el fin, por el contrario, es el comienzo de un aprendizaje y el camino al éxito.

Muchas veces la falta de investigación y el miedo nos sumen en la ignorancia, la cual no nos permite establecer nuevos procesos para los cambios que se avecinan, creo fervientemente que depende de nuestra labor, nuestro ímpetu, nuestras ganas de servir, nuestro interés común y nuestra comunicación asertiva para que se perciba un cambio sustancial en la educación colombiana afectando la felicidad de nuestros hijos, de nuestra herencia, somos nosotros los responsables de entregarle a nuestra sociedad mejores seres humanos, somos nosotros los responsables de entregar con amor educación de valor.

1. ¿Cuáles son las competencias pedagógicas y actitudinales de un buen docente?

“Serenidad para aceptar las cosas que no se pueden cambiar, valor para cambiar las que sí se pueden y sabiduría para distinguir la diferencia.” (Reinhold Niebuhr).

Una de las mejores formas para aprender es desaprender, las competencias pedagógicas ya establecidas en el esquema formativo de nuestra escuela están obligadas a trascender y las actitudinales deben asumirse desde el ser. Todo aquel que diga que lo sabe es el mayor ignorante de todos, nuestra planta docente ha estado regida durante mucho por personas que se creen superiores y no asumen las diferencias en el individuo, es tiempo ya de hacer parte del cambio, es tiempo de vincular e incluir a nuestros niños en un esquema docente por competencias que logre su autorrealización real. Las siguientes son algunas competencias que creo imprescindibles para una educación formativa real, aparte de las ya estudiadas en el primer módulo, son:

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