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Summerhill


Enviado por   •  15 de Agosto de 2013  •  3.782 Palabras (16 Páginas)  •  691 Visitas

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S. NEILL: SUMMERHILL ESCUELA EN LIBERTAD

De todos los autores que estudiamos, Neill (1883 1973) es, como vimos, uno de los más ubicuos, de los más difíciles de situar en una u otra de las grandes tendencias aquí elegidas. Y lo es porque sus ideas y, sobre todo, su gran experiencia, Summerhill, pueden ser situados como un ejemplo extremo de reformismo pedagógico o como un paradigma de educación antiautoritaria. El situarlo aquí y no en otro lugar obedece a que su pensamiento se hace, seguramente, más comprensible al destacarse sobre el fondo del movimiento antiautoritario al que Neill, sin duda, no solo pertenece sino que, hasta cierto punto y al menos en lo que se refiere a algunos aspectos extremos, caracteriza.1 El lector podrá, no obstante, juzgar por sí mismo hasta qué punto sería lícito situar a Neill entre los no directivos o aquellos que partiendo del psicoanálisis critican el autoritarismo en la educación, por una parte, y también, por otra, entre los que hacen análisis institucionales más amplios.

Este hecho, por lo demás sorprendente, no sólo debe explicarse por la larga vida de Neill; ciertamente, en los noventa años que vivió 2 y, sobre todo, en los cincuenta años que pasaron desde que fundó Summerhill hasta que murió, Neill acumuló una gran experiencia; esto, sin embargo, no le sirvió para encasillarse en el estatismo de la autorreferencia cons¬tante, sino que, por el contrario, le fue útil a la hora de asimi¬lar las ideas nuevas que podían dar más fuerza y convicción a su experiencia de liber-tad. El otro motivo hay que buscarlo, precisamente, en el hecho de que la libertad ha sido siempre la principal característica de Summerhill y la dinámica inter¬na de la libertad es, por sí misma, capaz de conducir la vida y la experiencia hasta las más diversas fronteras y los más ricos y variados modos de existencia. De cualquier modo, lo importante es que Summerhill es una experiencia clave capaz de caracterizar por sí misma, como experiencia y como clave, una gran mayoría de los principios de la crítica radical a la escuela. En este sentido, su importancia puede ser difícil¬mente exagerada.

La exposición de la obra de Neill que viene a continuación se articula en tres apartados. En el primero de ellos se expli¬ca el sentido de Summerhill y el contexto socio político y cultural que hizo nacer esta escuela. En el segundo se expone lo que Summerhill ha sido y es a lo largo de su medio siglo de existencia. Los postulados y principios básicos de Neill ocupan todo el tercer apartado.

1. ¿Por qué Summerhill?

Los autores que se han ocupado de Summerhill aportan explicaciones diversas que justifican el hecho de que Neill pusiese en marcha esta curiosa escuela. La gama va desde los que suponen que Summerhill es una reacción de Neill frente a la educa-ción represiva calvinista que él mismo sufrió de pequeño, hasta los que ven en esta escuela una muestra más de las erupciones compensadoras surgidas en la piel del organismo social creado por el industrialismo y el capitalismo consecuente. Sea como sea, quizá lo más adecuado aquí es atenerse a las explicaciones del mismo Neill, a su forma de interpretar el sentido de Summerhill. Cogeremos, para ello, el hilo de una larga cita suya y empezaremos, con él, por pre¬guntarnos qué le sucedería a un maestro si una mañana se dirigiera a sus alumnos con estas palabras: «El principal deber de esta escuela es el de producir esclavos asalariados y obedientes. Yo me paso la vida enseñándoos cosas que no tienen valor alguno. Os enseño grandes divisiones con cifras que representan dinero que puede ser contado. Mi tarea es la de procurar que aprendáis a leer y a escribir de manera que paséis a manos de esos grandes maestros, los magnates, que son dueños de la prensa, para que vosotros aceptéis lo que ellos quieran. Aprenderéis a apreciar el hecho de que unos disparos hechos en un apartamento de West End son de mucho mayor impacto que las condiciones en que se en¬cuentra la clase trabajadora de la India. Mi cometido es el de disciplinaros para obligaros a que me respetéis, porque yo represento a la autoridad y porque vosotros os pasaréis la vida obedeciendo a la autoridad. Al llamarme "señor" os estáis preparando para vuestra vida de inferioridad y servilismo. Si os hablo sobre el Imperio, lo hago con la esperanza (no mía, por cierto) de que llegaréis a ser buenos patriotas y de que moriréis gustosamente para proteger al gran imperio que está más allá de las paredes que vosotros tenéis siempre a la vista. En resumen, muchachos, de vosotros depende que nuestro sistema de clase capitalista, de ricos y pobres, de explotadores y explotados, continúe hacia un éxito mayor.» 3

Así planteado, el problema de la educación no es sino un problema menor del gran problema social, como dice el mis¬mo Neill. La educación que la sociedad da a los niños es hija del sistema capitalista y está sostenida y apoyada por él. La sociedad que este sistema impone está basada en la segrega¬ción, en una segregación que separa los barrios elegantes de los barrios bajos, que distingue entre escuelas para ricos y escuelas para pobres. Lo peor de todo es, probablemente, que mientras la educación forme parte del sistema capitalista no puede ser reformada, pues, según Neill, cualquier reforma «no será más que una componenda en que la clase será el factor limitante». 4 Poco puede hacerse mientras no sea derro¬cado el capitalismo, porque quienes lo mantienen y alimentan saben que si la educación liberara al hombre, la base de la pirámide social barrería con «todo ese sistema podrido»; 5 para que esto no suceda, la educación es sustituida por la enseñanza y los niños pasan diez o más años aprendiendo todas las cosas que no tienen una importancia positiva.6

Ésta labor de destrucción se realiza, según Neill, a través del autoritarismo y la represión. Efectivamente, el niño es obliga-do a adaptarse a una sociedad demente, a una humani¬dad enferma, y la disciplina impuesta por la familia y la es¬cuela no conduce sino a impedir a la juventud el acceso al poder, de igual manera que, según W. Reich que tanto influ¬yó a Neill en estos análisis, además de en otros aspectos¬- la represión de la vida sexual del niño y el adolescente es el principal instrumento para la creación de estructuras caracte¬riológicas que sirvan de apoyo a la esclavitud política, ideo¬lógica y económica. Así es como lo ve el propio Neill: «En la perrera o en la guardería, tanto los perros como los humanos deben mantenerse limpios, sin ladrar en demasía, obedecer sin demora al silbato, así como tomar los alimentos cuando así se lo indiquen. Somos muchos los testigos de cómo cien mil perros meneaban complacidos

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