TEMA- INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY

INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY

CAMPUS MORELIA

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Ética, persona y sociedad

Implicaciones éticas del aborto: tema de vida o muerte

Profesor:

Diana Moncada Vargas

Daniel Arturo Vázquez De los Santos

18/Noviembre/2016

La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el aborto como la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no es viable fuera del vientre materno, la viabilidad extrauterina depende de varios factores, entre ellos del progreso médico y tecnológico, estando aproximadamente entre 20 y 22 semanas de gestación. En otras palabras el aborto es no dejar que se desarrolle el feto dentro de la madre extrayéndolo de ella. Por otra parte La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia  (SEGO) indica que después de la semana 22 de gestación ya no se le puede considerar aborto a la interrupción del embarazo, sino que desde ese momento se le llama destrucción de un feto que es viable extrauterinamente; es decir, que puede vivir por sí solo, con el equipo médico que sea necesario.

Debido a las diferentes implicaciones tanto físicas, éticas y religiosas siempre ha sido un tema muy polémico, y es que existen muchos factores que se ven involucrados dentro de los cuales se encuentran los factores médicos, económicos, sociales y también psicológicos que pueden variar en cada persona. Como es considerado un proceso que pone en riesgo la vida de la mujer y se niega la oportunidad de vida al producto es un problema que supera a los principios médicos, y precisamente es por eso que lleva consigo distintas implicaciones éticas.

Si bien es cierto que en muchas partes el aborto es algo permitido legalmente, todavía en México, en la mayoría del territorio nacional, aún es considerado como un acto ilícito, lo cual trae consigo consecuencia que simplemente no se pueden pasar por alto, por ejemplo, La Organización Mundial de la Salud señaló que en el mundo  ocurren 19 millones de abortos inseguros al año. De ellos, más de 4 millones son de mujeres adolescentes, que tienen entre 15 y 19 años, esto está trayendo como repercusión la muerte de más de 65 mil mujeres al año por un aborto clandestino e inseguro; es decir, 1863 cada día, 77 cada hora, más de una por minuto. Esto es algo que simplemente no se pude ignorar o pretender que no pasa, es por eso que considero pertinente que se le siga dando seguimiento al tema.

Más allá de las diferentes posturas que se tengan con respecto al aborto, políticas, económicas, religiosas, son continuamente debatidas; sin embargo, la educación, en mi opinión, puede llegar a ser una herramienta eficaz par aprevenir y disminuir la práctica de abortos y de embarazos no deseados. Las autoridades y los encargados de lograr una cobertura nacional de este tipo de programas conocen lo difícil que es llegar a esta meta, pero, ¿es justo que se sigan perdiendo más vidas mientras se decide como erradicar ese obstáculo?

Con respecto a lo anterior mi postura es a favor de la libre decisión de la madre con respecto a su cuerpo, y a favor de la despenalización del aborto terapéutico. En la actualidad aunque ya se hayan perfeccionado las técnicas y las interrupciones del embarazo se realicen con mayor precisión y seguridad a la hora del nacimiento, el argumento médico que se tenía en contra del aborto pierde su validez, ya que actualmente la práctica médica del aborto, por sí misma, no tiene por qué poner en peligro la salud de la madre, y si así lo fuera, las razones serian cuestiones, que por sí solas, ya están afectando la salud de la madre y que por ende la interrupción del embarazo seria la forma de volver a recobrar su integridad física, es por esto que la razón básica de los argumentos en contra del aborto suelen tener sustento en cuestiones éticas y/o morales, más allá de la seguridad física de la madre.

Dentro de las implicaciones éticas que rodean al aborto se pueden mencionar principalmente estas situaciones: considerar al feto como persona y el derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo, considerar al feto como víctima o incluso un posible verdugo y delegar a una tercera persona la responsabilidad de dos vidas inocentes.

La oposición al aborto, en su mayor medida, tiene su base sobre la premisa de que el feto es un ser humano, una persona desde la concepción, pero ¿un grupo de células recién implantado, es considerado una persona? Por otro lado es cierto que a partir de la décima semana el feto ya empieza a adquirir ciertas características como lo son: órganos internos, cara, extremidades y se empieza a detectar actividad cerebral. Entonces como toda persona tiene derecho a la vida, no se puede “matar” al feto y por consecuencia no se pueden realizar abortos; sin embargo, también hay que considerar el hecho de que tener derecho a la vida no significa que podamos disponer del cuerpo de otra persona, aunque uno lo necesite para mantener su propia vida.

El aborto es una  decisión  que tiende a caracterizarse como algo que se encuentra en contra del derecho de la vida de una persona; sin embargo, para poder considerar un acto de ese tipo es importante el saber si se considera al feto como a una persona. Para esto se considera a una persona como a un ser consciente de sí mismo, dotado de sensibilidad, inteligencia y voluntad propia, susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones, no solamente basta con poseer características físicas propias de los seres humanos. Desde el punto de vista ético, ¿Hasta qué punto se puede considerar persona a un feto? Si se considera al feto como persona entonces según Judith Jarvis Thomson “Toda persona tiene derecho a la vida. Así que el feto tiene un derecho a la vida. Sin duda, la madre tiene derecho a decidir lo que sucederá en y  a su cuerpo, todo el mundo aceptaría eso” Entonces ¿Bajo qué parámetros se puede anteponer un derecho ante otro? Se puede decir que bajo estas circunstancias no se le puede violentar o privar de la vida a ninguna persona o ser, pero bajo qué parámetros se considera a algo vivo, esto tiende a tener diversas perspectivas y se puede prestar a ambigüedades; no obstante, algo que no se puede pasar por alto es el hecho de que a pesar del hecho de que el feto necesite para vivir el uso de una parte del cuerpo de la madre no significa que tenga derecho a disponer continuamente de él y mucho menos si este mismo es la causa de algún malestar o complicación para la madre.

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