TEORÍAS SOCIOLÓGICAS DE LA MODERNIDAD I
Enviado por 9jv5f • 17 de Octubre de 2013 • 2.837 Palabras (12 Páginas) • 386 Visitas
A lo largo de este curso, una de las ideas presentes ha sido las propuestas y visiones acerca de la modernidad. De cada uno de los autores revisados, los que mayor interés brindaron fue la Teoría Crítica de Horkheimer y Adorno. Estos, presentan una impugnación abierta al establecimiento cientificista, en donde se pretende eliminar el ámbito cultural y en contrapartida se privilegia a la función instrumental – racional, hecho que deriva en pensar a la sociedad como ajena a los seres humanos, como si prescindiera de ellos.
De esta manera, este pequeño ensayo tiene como pretensión adentrarse a los postulados críticos de Horkheimer y Adorno en su texto La Dialéctica del iluminismo (1947), visto este, no sólo como una propuesta de mera negatividad denunciatoria respecto del presente, sino que precisamente ubica el desarraigo con que el concepto de humanidad se ha conformado.
“Sólo el pensamiento que, sin reservas mentales, sin ilusiones del reinado interior, confiesa su carencia de función y su impotencia, alcanza quizás una visión del orden posible”
Adorno. Filosofía y Superstición.
I. DE LA CIENCIA
Uno de los puntos de partida del discurso de Horkheimer y Adorno es la concepción de la ciencia en la sociedad moderna. Para los autores, la ciencia es considerada como un elemento de dominación, en tanto que su manejo permite controlar la naturaleza, los recursos sociales y económicos, se hace énfasis en su carácter instrumental. La premisa de la sociedad moderna es conocer “científicamente” a la realidad natural y social sobre la cual se va a actuar.
Esta idea tiene sus raíces en el siglo XV y XVI en donde el objetivo es desarrollar un conocimiento secular, desvinculado de las explicaciones religiosas dominantes en el medioevo, teniendo como base la validación empírica. De este modo la ciencia cambiaba su base argumentativa hacia el conocimiento probado, a partir de la observación y la experimentación y se adicionaba su característica de utilidad inmediata en la explotación productiva de la naturaleza con la finalidad de lograr el progreso material de la sociedad.
El rompimiento, condujo a definir las prioridades de la ciencia, la modernidad implicaba que los hombres atendieran las causas que permitían explicar la vida terrenal de la humanidad. Dichas causas se descubrían a partir de la experiencia sensible y no ultraterrena. Finalmente la ciencia tenía como objetivo “detectar regularidades en el curso de la naturaleza con la ayuda de experiencias sistemáticamente organizadas para, a partir del conocimiento de dichas regularidades, poder provocar o evitar a voluntad determinados efectos o, con otras palabras, para poder dominar, lo más posible, la naturaleza” A partir de estas nociones; regularidad e uniformidad se estructura la ciencia, y con ella las leyes que permiten la apropiación y control de la naturaleza para fines de desarrollo material.
II. RACIONALIDAD
Otro de los elementos de la modernidad es la configuración del sujeto como un ente pensante, racional. En el radican la unidad, las fuerzas que lo hacen independiente, autónomo de toda autoridad religiosa, política. La individuación se ha presente y, en extremo, omnipresente. El individuo racional como eje de todas las actividades que se realizan en la realidad. Individuo y Racionalismo que conviven en un ambiente donde reina la búsqueda por la riqueza, lo que algunos llaman la mentalidad mercantilista. Finalmente, la modernidad como una expresión del paralelismo: Individuo – Racionalismo.
La racionalidad moderna consiste en saber científicamente cuales son las causas sobre las que técnicamente se opera. Por lo tanto, la ciencia trata de explicar el mundo de tal manera que se opone a la irracionalidad de las aproximaciones "míticas". La cosmovisión mítica con su falta de precisión empírica, constituye precisamente el fin a superar por el conocimiento cientí¬fico.
La completud de la racionalidad, aparece así en el mundo social e histórico de las cosas materiales y adquiere la premisa de un progreso ilimitado, de un desarrollo infinito.
Con el surgimiento del mundo moderno y la burguesía, se pasa del mundo cerrado medieval al universo infinito moderno, se empieza a creer en la perspectiva de un progreso indefinido del conocimiento, a través del uso de la razón. No hay límites para los poderes y posibilidades de la razón. La finalidad de la vida humana se centra en el crecimiento ilimitado de la producción y sus fuerzas técnicas.
Estos, son los rasgos principales, sus accidentes más significativos, que han ido diseñando desde el siglo XVIII y hasta nuestros días el mundo que habitamos.
A partir de estos rasgos, Horkheimer y Adorno iniciaran su crítica hacia la modernidad, en particular al carácter de la ciencia como “ciencia positiva”. Cimentada en la existencia de un método formalizado, sistematizado que garantiza la verdad del procedimiento y del conocimiento que permite explicar la realidad. Ello supone, la independencia de cualquier condición social y psicológica de cómo se llego a descubrirla. Produciéndose una escisión entre el sujeto y el objeto. Y al mismo tiempo perder las especificidades que se encuentran y dan forma a la realidad.
La materialidad es externa e independiente del hombre, del mismo modo se resta o se ve anulada la capacidad de los hombres de determinar, de partir de su propia voluntad y conciencia de las relaciones sociales. En la modernidad se gesta la pérdida de la materialidad histórica de los objetos y la parte activa del sujeto que pretende conocer.
Así la ciencia moderna responde fundamentalmente a conocer los elementos que permitan realizar un manejo instru¬mental tanto de la naturaleza física como de los mecanismos sociales y económicos. Configurándose como una ciencia donde el dominio de la naturaleza es indispensable para el progreso y reguladora del orden social. De este modo, “las teorías se determi¬nan solo por si mismas, sin más valor que la verdad que con¬tienen, constituyéndose lógicamente como teorías, independientemente de su génesis histórica” .
La ciencia se concepciona como esfera separada, donde pensar y obrar son independientes, en ella no se las interrelaciones entre las distintas actividades, lo que Horkheimer denomina la praxis social total.
En la realidad, dice Horkheimer la vida social es un resultado del trabajo conjunto, de diferentes procesos de la producción que no deben ser vistos de manera autónoma ni independientes, “ni la estructura de la producción, dividida en industrial y agraria, ni la separación entre las llamadas funciones directivas y las ejecutivas, entre los servicios y los trabajos, las ocupaciones manuales y las intelectuales, son
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