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TP Platón (Fedón y República)


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2018  •  Trabajo  •  1.761 Palabras (8 Páginas)  •  257 Visitas

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En el Fedón, Platón afirma que “Mientras tengamos cuerpo, y nuestra alma se halle entremezclada con este mal, no poseeremos suficientemente aquello que deseamos, es decir, lo verdadero” (Fedón, 66 b-c.). En esta cita, se puede observar el planteo del filósofo sobre la concepción del cuerpo como una cárcel del alma. En este sentido, a través de Sócrates se explica que el cuerpo es un mal dado que el alma siempre se ve engañada por él: los sentidos muchas veces nos confunden mientras que el alma es la única que puede ver la realidad tal cual es. En definitiva, la única forma que tiene el hombre de ver las cosas por lo que en realidad son, no es a través de los sentidos, sino mediante el pensar mejor “cada cosa en sí”.

Por otro lado, Platón explica que el alma también se ve obstaculizada por el cuerpo por medio de sus enfermedades, sus amores y sus deseos:

“Pues el cuerpo nos procura mil preocupaciones por la alimentación necesaria; y, además, si nos afligen algunas enfermedades, nos impide la caza de la verdad. Nos colma de amores y deseos, de miedos y de fantasmas de todo tipo, y de una enorme trivialidad, de modo que ¡cuán verdadero es el dicho de que en realidad con él no nos es posible meditar nunca nada! Porque, en efecto, guerras, revueltas y batallas ningún otro las origina sino el cuerpo y los deseos de éste. Pues a causa de la adquisición de riquezas se originan todas la guerras, y nos vemos forzados a adquirirlas por el cuerpo, siendo esclavos de sus cuidados. Por eso no tenemos tiempo libre para la filosofía, con todas esas cosas suyas. Pero el colmo de todo es que, si nos queda algún tiempo libre de sus cuidados y nos dedicamos a observar algo, inmiscuyéndose de nuevo en nuestras investigaciones nos causa alboroto y confusión, y nos perturba de tal modo que por él no somos capaces de contemplar la verdad.” (Fedón, 66 c-d.)

En la anterior cita Platón, en boca de Sócrates, explica cómo el cuerpo tiene ciertas necesidades y vicios que entorpecen el recorrido de conocimiento que debe hacer el filósofo, puesto que lo llena de preocupaciones y enfermedades que le quitan el tiempo. En definitiva, el filósofo llega a la conclusión de que, si quieren alcanzar el conocimiento verdadero, deben separarse de los límites del cuerpo y, para esto, los filósofos deben ocuparse solamente del cuidado del alma, mientras los hombres comunes sólo se ocupan del cuidado y los placeres del cuerpo. Es por esa idea que, quien no se cuida de los placeres del cuerpo, estará más cerca de la muerte que cualquiera, demostrando que el hombre que se irrita cuando sabe que viene el momento de su muerte, lo hace porque siempre estuvo dominado por los placeres del cuerpo. Siguiendo aquel razonamiento Platón, a través de Sócrates, explica que la labor del filósofo debe ser la de separar el alma del cuerpo y ensimismarse con ella, para que pueda alcanzar la verdadera realidad. Es en la muerte, también, donde se realiza completamente la separación del cuerpo y del alma, quedando cada uno en sí mismos:

“-¿Pero es que no viene a ser una purificación eso, lo que desde antiguo se dice en la sentencia «el separar al máximo el alma del cuerpo» y el acostumbrarse ella a recogerse y concentrarse en sí misma fuera del cuerpo, y a habitar en lo posible, tanto en el tiempo presente como en el futuro, sola en sí misma, liberada del cuerpo como de unas cadenas?

-Desde luego.

-¿Por tanto, eso es lo que se llama muerte, la separación y liberación del alma del cuerpo?

-Completamente -dijo él.” (Fedón, 67 d.)

Una vez comprendido el significado de purificación, Sócrates establece la diferencia entre dos conceptos: lo compuesto (aquello que está sujeto a corrupción) y los simple (aquello que permanece). Por otro lado, lo simple también sería lo invisible, puesto que no está sujeto al cambio y lo compuesto sería lo perceptible (sensible), puesto que siempre cambia. Haciendo una analogía, lo simple sería lo bueno y lo bello en sí, mientras que lo compuesto sería un hombre o un animal. En cuanto al alma, ésta sería simple y el cuerpo compuesto. Además, asemejándose más a lo divino, ella tiene una característica inmortal, mientras el cuerpo una mortal. En este sentido, Sócrates explica que el alma nunca aceptaría su contrario en sí que es la muerte, no permitiendo su descomposición.

2) a-

“Piensa así también en el caso del Alma: cuando fija su vista en algo que está iluminado por la verdad y lo real, lo concibe, lo conoce y parece cobrar inteligencia, mientras que cuando se orienta a algo plagado de oscuridad, que nace y se corrompe, se limita a opinar y percibe apenas, cambiando las opiniones hacia cualquier lado, y parece al mismo tiempo no poseer inteligencia alguna.” (República, 508 d-c.)

En la cita anterior, Platón introduce su postura sobre que es la Idea del Bien aquella que aporta verdad a las cosas cognoscibles, como es el Sol el que nos permite observar las cosas a través de la vista. En este sentido, introduce también el recorrido del conocimiento que el filósofo deberá realizar para alcanzar esa Idea del Bien. En la cita, Platón menciona distintos tipos de objetos: por un lado, aquellos iluminados por la verdad y lo real que están ubicados en el ámbito inteligible, el de las ideas.

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