Tiempo libre y ocio

TIEMPO LIBRE Y OCIO

(Manuel Cuenca Cabeza)

Tiempo libre se refiere a una forma completa de calcular una determinada clase de tiempo; mientras el ocio es una forma de ser.

Se suele entender como tiempo libre aquellos periodos irrepetibles de la vida humana, con comienzo y fin, factibles de ser, medios con reloj, en los cuales el individuo se siente libre; el tiempo libre como aquel en que actuamos por nuestra propia voluntad, por nuestros impulsos y según nuestros deseos e inclinaciones.

El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede dedicarse voluntariamente, sea para descansar o divertirse, o para desarrollar su información o su formación desinteresada, su voluntad de capacidad social o su libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales.

El ocio permite al hombre entablar relación con las cuestiones últimas e importantes de la existencia humana y con su propia trascendencia, se pretende que el tiempo libre se ocupe con una actitud creadora de valores.

Solo puede haber ocio cuando el hombre se encuentra consigo mismo, cuando asiente a su auténtico ser, y tras razonar la oposición existente entre pereza y ocio, como términos que se excluyen mutuamente, así mismo, el ocio no se debe solamente a hechos extremos como pausa en el trabajo, tiempo libre, fin de semana, permiso, vacaciones, el ocio es un estado de alma.

El ocio implica una cierta actitud de no hacer, de “intima falta de ocupación”; de ahí que se pueda decir que el ocio está íntimamente relacionado con la percepción receptiva y contemplativa del ser. El ocio lleva consigo un claro relajamiento, una actitud de abandono parecida al sueño.

La finalidad del ocio no está ligada en forma alguna al descanso corporal o espiritual para reponer nuevas fuerzas de cara al trabajo, sino que nos permite “establecer contacto con las virtudes sobre humanas y vitalizadoras del ser”,

Los hobbies, también llamados aficiones, son ocupaciones elegidas libremente sin afán de lucro y que producen satisfacción a quien las practica.

FUNCIONES DE OCIO.

Descanso: El ocio nos sirve de descanso y nos libera de la fatiga y del desgaste físico como nervioso. Esta recuperación de equilibrio natural es más necesaria para las personas que llevan una vida cotidiana con más tensión.

Diversión: Libera del aburrimiento y ofrece unos cauces de ruptura con el mundo cotidiano, lleno de normas y privaciones; tiene además un campo de acción muy amplio, que va desde lo real a lo imaginario, pasando a veces por el mundo de las proyecciones de la persona.

Desarrollo: El ocio como desarrollo de la personalidad guarda una cierta relación con la expresión personal, aunque quizás hay que entenderlo en una dimensión más amplia.

La televisión, la radio, la prensa, y en muchas ocasiones, las tareas escolares de los hijos, llenan la mayor parte del posible ocio de la vida diaria, no cabe duda que el ocio y su tratamiento tiene que verse como algo importante dentro de la convivencia, la educación y la escala de valores de la familia moderna.

EL TIEMPO LIBRE Y LOS NIÑOS.

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