Ocio, Recreación Y Tiempo Libre
Enviado por ColeMacgrath • 29 de Octubre de 2014 • 1.752 Palabras (8 Páginas) • 371 Visitas
OCIO
El ocio permite el desarrollo de la potencialidad del ser humano, y en este sentido se configura en ideal. Es así como entendían los griegos que los esclavos eran necesarios porque con su trabajo se cubrían las necesidades materiales de una sociedad, mientras otros dedicaban su tiempo y energía al intelecto activo, a la búsqueda de las verdades supremas. Si nos centramos en el modo de producción para otorgar mayor sentido al análisis, el ocio de los griegos solo podía existir en el espíritu de hombres libres, aquellos de condición no sometida o esclava, y los hombres libres solo podían existir en tanto se mantuviera en Grecia la esclavitud
Es posible verificar que las raíces de este abordaje generalmente son localizadas en la Grecia clásica o en la modernidad europea.
Luego en el transcurso de los siglos llamados medievales, a medida en que la Iglesia difundía el cristianismo, una nueva moral pasa a definir otros sentidos para la concepción de ocio. De esa forma, el ocio asumió nuevos significados marcados por una moral católica, donde la búsqueda de la salvación del alma mediante la negación y rechazo de los placeres mundanos, al ser esto una expresión clara del pecado, marcó fuertemente este contexto y período histórico.
El control por parte de la Iglesia se tornó más evidente durante la Inquisición, dramático proceso que marcó profundamente la vida de muchos pueblos por varios siglos. La Iglesia buscó reforzar su poder y unidad de forma represiva, condenando a la hoguera a quienes practicaran supuestas herejías, como fiestas profanas, carnavales, juegos, encuentros de música, teatro y poesía, entre otras prácticas socioculturales. Esto implicó el rechazo de muchas manifestaciones culturales asociadas con el pecado.
Las investigaciones del historiador Roger Chartier revelan que en la Europa medieval, las fiestas y reuniones campesinas además de llenas de condenaciones eclesiásticas, eran siempre mencionadas como lugar de trabajo común, de juego y danza, de risa y diversión, de cuentos y cantos, de confesiones, rumores y chismes. Por lo que estas reuniones eran consideradas ilícitas, “sucias y malditas”, y debían ser evitadas.
Así, el discurso hegemónico hizo que muchas experiencias culturales de ocio, en este contexto, se cargaran de valores morales que pasaron a ser esenciales para el mundo del trabajo, sobre todo en la fase histórica conocida como modernidad. En este nuevo período la forma de percibir el ocio fue marcada principalmente por una visión negativa, lo que pudo haber surgido en parte como producto de la influencia del protestantismo, al ver las vivencias de ocio como un vicio y la educación como un medio moralizante para el trabajo.
La visión protestante destacó la ética del trabajo como bien supremo, rechazó el ocio por considerarlo como una potencial amenaza para el “espíritu” de base del modelo de producción capitalista. De este modo, el sentido clásico de ocio como una manifestación basada en la meditación, la reflexión y la contemplación, fue perdido, y, así, fue rechazado y llenado de prejuicios.
Desde el siglo XX estas dos distintas interpretaciones sobre el origen del ocio han generado profundas polémicas cuando se busca retomar la historia de este fenómeno. En general, ambas son ampliamente utilizadas en las teorías sobre el ocio que orientan y fundamentan los estudios sobre esa temática en varias partes del mundo, ejerciendo influencias significativas sobre los conocimientos difundidos en los distintos países de Latinoamérica.
Esas interpretaciones aun cuando son dotadas de lógicas propias, se refieren a realidades específicas pertinentes cuando se trata de Europa, por ejemplo, pero son inadecuadas e insuficientes para discutir el ocio y la recreación en Latinoamérica. Esta región posee otras singularidades y otros marcos históricos, culturales, sociales, políticos y económicos. Todo esto demanda otras interpretaciones, abordajes, reflexiones y re-significaciones, así como la sistematización de otros saberes que sean capaces de dialogar críticamente con las realidades latinoamericanas.
TIMEPO LIBRE
El disciplinamiento y el orden en el trabajo pasó a invadir todos los aspectos de la vida, las relaciones personales, la forma de hablar, los modales, al punto tal que fueron minando la alegría y el humor; “se predicó y se legisló contra las diversiones de los pobres” (Thompson, 1984: 449), en un intento de suprimir bailes y ferias tradicionales, como parte de la desvalorización a la comodidad, el placer y las cosas de este mundo. Estas medidas tienden a desterrar los “habitus” de campesinos, socializados en un tiempo y espacio signado por el ritmo de la naturaleza en una forma de producción agropecuaria, es decir una formación precapitalista no urbana.
La primera comprendería el periodo anterior a 1976, que coincide en su mayoría con el gobierno del régimen franquista. En este periodo nace la formación en el tiempo libre cuando, a partir de las experiencias de los variados agentes que realizaban educación en el tiempo libre, comienza a elaborarse un discurso teórico y los primeros materiales didácticos sobre técnicas al aire libre (campismo, cabuyería, orientación, etc.), técnicas artísticas y de animación así como recursos en general. Estos planteamientos teóricos proceden de ideas pedagógicas generales concretadas en el tiempo libre, ciertos modelos educativo como el escultismo, la catequesis o las actividades extraescolares y también sistemas de autoformación y reciclaje propuestos desde entidades como los scouts, los movimientos de Acción Católica (hasta 1944 generales,
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