ÉTICA DE ARISTÓTELES A MARX

ÉTICA DE ARISTÓTELES A MARX

La Ética deriva de la palabra griega “Ethos”, que significa costumbres, actitudes, comportamientos de una persona o grupo social. Se refiere al modo de ser, sentir, pensar y actuar del individuo y su predisposición ante lo bueno y lo malo.

Anteriormente la ética se entendía como “carácter”, “modo de ser”, éste es el sentido que se le daba en los poemas de Homero (s. -IX o -IIIV), Ilíada y Odisea. Según este modo de entender la ética y el comportamiento moral depende del carácter, “El carácter o modo de ser está determinado por la herencia (genética o social) y, por tanto, no se puede cambiar”.

Posteriormente significó uso, costumbre, hábito. Con este sentido aparece la palabra “ética” en los escritos de Platón y Aristóteles. Según esta manera de entender la ética, el comportamiento moral depende de los hábitos o costumbres, los cuales son producto del acuerdo social y, por tanto, se pueden modificar mediante nuevos acuerdos sociales.

La Ética de Aristóteles (384-322 a.c.)

Aristóteles (médico, biólogo, filosofo), discípulo de Platón. Escribió dos éticas: la primera Ética a Eudemo, fue influenciada por Platón, que definía la ética a nivel de ciencia porque defiende los valores absolutos (bien-belleza-verdad), defendiendo el mundo espiritual, y menciona que el hombre tiene alma. Platón distingue tres aspectos o elementos importantes en alma para lograr la felicidad: lo racional, deseos-pasiones, lo irascible (decisión del corazón en acción). La segunda ética a Nicomaco (que fue dedicada o compilado por su hijo Nicomaco) la ética tiene como fin alcanzar la felicidad buscando la sabiduría y usando la razón ya que en el hombre encontramos una parte apetitiva (deseos–pasiones) y la parte racional, el hombre deberá ejercitar las virtudes para dominar la parte apetitiva.

“Para Aristóteles el bien último del hombre es la Felicidad, el dinero, la fama, y los honores, es decir el Bien perfecto, buscando siempre la autosuficiencia, adquirir virtudes propias, cumplir y desarrollar las funciones propias del ser humano hasta la excelencia ya que la felicidad es el ejercicio de la inteligencia.”

Además, considera que el hombre es un ser social: animal político cuya finalidad es vivir y organizar una sociedad, donde el campo de la ética debe ser la política.

Posdata a la Ética Griega

Alasdair Macintyre menciona que la posdata a la ética griega es la transición o paso de una sociedad griega conservadora a una sociedad moderna y que tuvo impacto en la vida y hechos sociales de los individuos. En general, la ética griega pregunta: "¿Qué he de hacer para vivir bien?" Por su parte, la ética moderna pregunta: "¿Qué debo hacer para actuar correctamente?" Y formula esta pregunta en una forma tal que actuar correctamente es algo muy distinto de vivir bien.

Los conceptos sobre lo bueno, lo malo, el deber, la justicia han ido cambiando a lo largo de la historia de la ética, dependiendo al contexto social en el cual se han desarrollado, y la valoración que se les atribuye también es distinta en cada época.

En la sociedad griega aparecen distintos actores que aportan a la discusión y que se enfrenta Aristóteles: la herencia Socrática, Antístenes, en que la política y religión son solo ilusión, Diógenes, con su simplicidad de vida, y el cinismo, las corrientes estoicas y epicureísmo, del Determinismo, de Crisipo del placer sin dolor y la virtud sin vicio, entre otros.

Al final este camino que da abierto y la pregunta cómo comportarte y ser feliz verdaderamente.

La Ética según el Cristianismo.

Una fuente permanente de ética son las religiones, porque estas animan los valores, dictan comportamientos y dan significado a la vida de gran parte de la humanidad, que, a pesar del proceso de secularización actual, se rige por una cosmovisión religiosa. Como las religiones son muchas y diferentes, las normas éticas también varían. Difícilmente se podría fundar un consenso ético basado solamente en el factor religioso.

El cristianismo representa una etapa decisiva en la historia del pensamiento humano. Su importancia radica en que trae consigo una nueva concepción del hombre y del mundo.

La ética cristiana presupone la existencia de un ser divino que ha dictado normas para el comportamiento moral, considerando que la conducta humana es buena si se sujeta a esas normas, y malas si las infringe. Las características fundamentales de la ética cristiana son:

a) La concepción cristiana de Dios: La ética cristiana descansa sobre la revelación Bíblica acerca de la naturaleza, la justicia y el amor de Dios. Su grandeza se debe a la inmensidad de Dios.

b) La concepción cristiana del mundo: En ésta se señala que el postulado básico del cristianismo es que, un Dios personal, santo y eterno creó el universo en el cual vivimos, lo sustenta y dirige. Esto se deduce de la propia revelación de Dios manifiesta en las escrituras bíblicas.

c) La concepción cristiana del hombre: En cuanto a la naturaleza del hombre la Biblia la relaciona estrechamente con la doctrina de Dios. Lo primero que nos dice la Palabra acerca del hombre es que fue creado a imagen y semejanza del “Salvador”. Así como Dios es personal y ético también lo es el hombre. Pero la Biblia señala asimismo la malévola intervención de Satanás quien es el creador y promotor del mal.

Entre las teorías éticas cristianas, encontramos a tres grandes representantes: San Agustín de Hipona (354 - 430 d. C), Santo Tomas de Aquino (1225- 1274 d.C), Martin Lutero (1483- 1546.d.C)

La Ética de Santo Tomas de Aquino:

Seguidor de Aristóteles une el intelectualismo griego y la doctrina cristiana. Entre sus principios está que todo ser obra por un fin, los seres sin razón no son libres por que tienden a su fin movidos por su instinto. Las personas son seres con corazón y voluntad libre, por tanto, son dueñas de sus actos. Las personas intentan alcanzar la felicidad eterna para ello es necesario cumplir nuestros deberes. Para averiguar cuáles son nuestros deberes hay que cumplir la ley natural (universal, inmutable y evidente) nos indica lo bueno y lo malo a todos los hombres. La podemos conocer mediante el uso de la razón. Cumplir las leyes naturales enseñan al hombre su finalidad natural, pero no su finalidad suprema (unirse a Dios). La ética adquiere su sentido último y profundo a través de la religión.

La ética teológica de Santo Tomás es tal que mantiene el significado no teológico del término bueno. "Bueno es aquello hacia lo que tiende el deseo." Llamar bueno a Dios es presentarlo como la meta del deseo. Así, el criterio de bondad es esencialmente

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