Ética Moderna
Enviado por daisy_delgado • 8 de Abril de 2015 • 922 Palabras (4 Páginas) • 361 Visitas
La ética moderna
Capacidad: Caracteriza la ética de modernidad. Con la modernidad, que inicia en el Renacimiento, siglo XVI, aproximadamente, se inicia una nueva y fructífera etapa de la historia de la ética, que se caracteriza por su antropocentrismo, es decir, por la tendencia a considerar al hombre como el centro de todas las manifestaciones culturales. Surge un humanismo que trata de reivindicar al hombre, concibiéndolo como ser autónomo y racional.
Características de la época moderna
1. En el plano social, la creación y el fortalecimiento de una nueva clase social: la burguesía. El banquero, el comerciante, el industrial reemplazaron al terrateniente, al eclesiástico y al guerrero como tipos de influencia social predominante.
2. En el aspecto científico, la ciencia reemplaza la religión y se convierte en factor principal de la nueva mentalidad humana.
3. En el campo filosófico, surge una filosofía eminentemente racionalista.
4. En lo político, se logran crear los estados modernos, fragmentándose la vieja sociedad feudal.
5. En el ámbito religioso, la iglesia deja de ser el poder central. La iglesia, tal como estaba organizada, era considerada un verdadero estorbo para el nuevo orden social.
La ética kantiana como una notable expresión del pensamiento moderno
La doctrina moral creada por el filósofo Emmanuel Kant en el siglo XVIII se denomina ética formal. Un carácter importante de la ética formal es la autonomía con que reviste todo acto ético. Toda significación moral emana de la pureza de la voluntad y la rectitud de los propósitos.
Según Kant, la validez del acto moral no está en a acción misma, sino en la voluntad que lo determina. La moralidad está en la voluntad, en el sujeto y no en la acción, en la concreción física del acto; la disposición del ánimo del agente es la que es moral o inmoral.
La voluntad
Un acto es moralmente bueno si el sujeto realiza el acto prescrito porque lo considera como absolutamente debido, como un fin absoluto (como un imperativo categórico); por el contrario un acto es malo, cuando el sujeto realiza el acto porque espera sacar de él alguna consecuencia favorable, si lo realiza como un medio (como un imperativo hipotético).
La moralidad está en la máxima de la acción y no en la acción misma. Los actos no son ni buenos ni malos; bueno o malo es sólo el sujeto. Nada en el mundo, y hasta fuera del mundo, puede pensarse como bueno, sin limitación, sino solamente una buena voluntad.
Lo bueno, según este mismo filósofo, está en la buena voluntad. Ahora bien, considerada en sí misma, la buena voluntad es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiera verificarse en provecho o gracia de alguna inclinación y, si se quiere, de la suma de todas las inclinaciones.
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