America colonia guatemala

Ensayo de catedra

"El proceso de colonización verificado desde el siglo XVI, pero con fuerza en los siglos siguientes, se orientó fundamentalmente a la mantención y consolidación del monopolio comercial, lo cual es un aspecto transversal que llega incluso hasta el siglo XVIII, y que marca la estructuración de la administración, la conformación de las ciudades e incluso la evangelización".

Durante el periodo de conquista y colonización se estructura desde España una relación hacia el nuevo mundo gracias a la función y establecimiento de la “casa de contratación” y además la centralización de las relaciones comerciales, aduaneras e inmigración hacia el nuevo mundo desde el puerto de Sevilla. El termino monopolio se debe a que fundamentalmente favoreció (desde siempre) a un pequeño y cerrado grupo de la corona y personas importantes en España específicamente los banqueros, mercaderes y comerciantes que residían en las cercanías de Sevilla donde se les hacía provechoso el establecimiento del puerto como el más importante y donde tenían ventajas en el intercambio de productos además de que contaban con la posibilidad de junto con ser un grupo cerrado poder “monopolizar” los productos, fundamentalmente fueron especias, papel, seda y con el pasar del tiempo el tráfico de personas provenientes de áfrica. Como es posible inferir solo ciertos grupos muy limitados podían acceder a las licencias, cedulas y permisos que otorgaba la corona para poder comerciar y viajar al nuevo continente, donde solo españoles, católicos puros (es decir, no conversos y con doscientos años en el catolicismo).

Además del incipiente crecimiento que fue teniendo España durante los años siguientes partiendo desde el siglo XVI en el siglo XVII, asumió en el trono la casa Borbón donde sucedían a Carlos II, en síntesis, el reformismo borbónico modifico un sinfín de modificaciones en distintos aspectos los más destacables son las medidas administrativas, militares y por supuesto las comerciales donde buscaban afianzar más aun el control de tipo político y económico sobre territorio y dominio americano.

         Respecto al comercio, la corona española había intentado tener todo controlado gracias a un monopolio comercial donde se empleaba el sistema de “flotas y galeones”. Empero el crecimiento de las colonias en américa hizo que se necesitase más materiales en el nuevo mundo. La creciente fabricación y manufacturación de productos de origen inglés hicieron que se fuese debilitando el camino cimentado por los españoles lo que arrojó como resultado el debilitamiento de las rutas comerciales y se incentivó al contrabando.

A modo de actualizar los regímenes administrativos de la corona y gracias los problemas internos (contrabando) y externos (crecimiento fabril de Inglaterra) además de tener un mejor y mayor control de las relaciones comerciales de las colonias en américa y de tener una mayor producción industrial en la península los Borbones se vieron obligados a aprobar una serie de disposiciones que permitieron un contacto comercial más fluido entre España y sus colonias. En este contexto se establecieron dos rutas comerciales una por el cabo hornos (Chile) y la otra por el virreinato de la plata (Actualmente Argentina).

Ya con estas relaciones y nuevas rutas de comercio a mediados del siglo XVIII se estableció el fin de las “flotas y galeones” dando paso a los navíos de registro, con posterioridad se implementó un decreto de libre comercio entre América y los distintos puertos españoles. Este decreto no pretendió abrir los mercados americanos a las potencias extranjeras, sino todo lo contrario. Su objetivo fue disminuir el contrabando, canalizando el comercio extranjero y la actividad marítima a través de los puertos españoles.

Es correcto pensar que con todo el intercambio (aunque limitado de cierta manera) de personas y distintos pensamientos que convergen en américa como lo es claramente la relación entre españoles, indígenas y criollos posteriormente,  además de las corrientes de pensamiento europeo con todos los cambios originados con las reformas borbónicas y la necesidad de mantener a raya a potencias extranjeras para que no se introduzcan en los planes de la corona ocurrió lo que se puede denominar como flujo de ideas o pensamientos tal y como señala Pimentel ^[1] todo comienza con la estrecha relacione entre literatura y hechos humanos. Los diarios de viaje en un siglo donde los formatos de libros son más fáciles de producir, conseguir y manipular, junto con crecimiento de ideas y más que eso, el poder llevar a cabo una exploración, como en caso de Pimentel o Sagredo^[2] cuando habla acerca de geografía y los descubrimientos y avances de esta. Destacable es por tanto los descubrimientos de zonas inhóspitas en el sur de chile y la Patagonia, lugares donde por mucho tiempo no se tuvo contacto con españoles hasta que estos barcos se dieron de veces de revelar sus fallas geográficas y más aún el descubrimiento de hidrografía.

Pero anterior al flujo de pensamientos más científicos existe en América y desde España un símbolo más importante que llega desde muy temprano el siglo XVI, la fundación y establecimiento de ciudades y personas en américa. No es raro que se tenga la necesidad de quedarse en un lugar al explorar, lo que destaca en el caso americano por parte de la corona son las distintas características que debe tener una ciudad. En este sentido se entienden por características “propias” algunas heredadas desde Europa tales una constitución de la plaza central donde converjan los poderes militares, políticos y pos sobre todo eclesiástico, las demarcaciones y la elección propiamente tal se hace en un principio donde vayan “necesitando” ciudades en relación a las disposiciones de la corona en España que necesitaba un medio de control a través de la fundación donde daba a conocer su poder y la extensión del imperio. Otra característica propia en américa de las ciudades es que en general están establecidas “más adentro” por el contrario del caso portugués donde yacían en las costas sin más, este alejamiento de la costa supone que se necesite un puerto y por tanto se establezca un camino entre ciudad y mar.         

El establecimiento de ciudades comenzó en zonas centrales de américa por el lado del mar atlántico (santo domingo fue la primera) y como un punto de partida de la conquista cercano al año 1520, además de iniciar el proceso de conquista se entiende que también se necesita entregar un territorio a modo de recompensa. Este crecimiento no tuvo igual, en casi 50 años se fundaron 20 ciudades^[3] las cuales no mencionan los distintos asentamientos que pudiesen haber existido, es más, la consolidación de las ciudades no paro desde 1573 hasta mediados del siglo XVI.

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