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Boom Latinoamericano


Enviado por   •  19 de Abril de 2014  •  2.244 Palabras (9 Páginas)  •  406 Visitas

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Boom latinoamericano

El "Boom" latinoamericano fue un fenómeno editorial y literario que surgió en la década de los sesenta cuando el trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos relativamente jóvenes fue ampliamente distribuido por todo el mundo. Las décadas de 1960 y 1970 fueron décadas de agitación política en toda América Latina, en un clima político y diplomático fuertemente influenciado por la Guerra Fría.

En el período comprendido entre 1950 y 1975 se produjeron cambios importantes en la forma de interpretación y escritura en la historia y la literatura. También se produjo un cambio en la percepción del español por los novelistas estadounidenses. Debido a los grandes acontecimientos políticos presentes en aquel periodo, se vieron grandemente afectados los escritores, tal como ellos lo reflejan y evidencian en sus explicaciones o testimonios.

Lo que principalmente centró la atención del mundo sobre América Latina fue el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, se podría decir que este fue el suceso que dio comienzo a lo que se conoció como el “Boom Latinoamericano” aunque también por otro lado se cree que se inició cuando el Premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix Barral fue a manos de un latinoamericano llamado, Mario Vargas Llosa, por su novela “La ciudad y los perros” en 1962. El 20 de marzo de 1971 el gobierno de Cuba endureció su política de partido y el poeta Heberto Padilla fue detenido a raíz del recital de poesía dado en la Unión de Escritores, donde leyó "Provocaciones". Padilla fue arrestado junto con la poetisa Belkis Cuza Malé, su esposa. Ambos fueron acusados por el Departamento de Seguridad del Estado de “actividades subversivas” contra el gobierno Cubano. Su encarcelamiento provocó una reacción en todo el mundo, con lo que se consiguió la protesta de conocidos escritores. El furor sobre el caso de Padilla puso fin a la afinidad entre los intelectuales latinoamericanos y el mito de inspiración cubana. El caso de Padilla es considerado por algunos como el comienzo del fin del auge del Boom latinoamericano.

Las novelas del "Boom" son esencialmente vanguardistas. Tratan al tiempo de una manera no lineal, suelen utilizar varias voces narrativas y cuentan con un gran número de nuevas palabras o frases, Juegos de palabras e incluso blasfemias. Otras características notables del "Boom" son el tratamiento de los escenarios rurales y urbanos, el internacionalismo, la importancia que da esta a la historia y a la política así como el cuestionamiento de la identidad regional y nacional. La literatura del "Boom" rompe las barreras entre lo fantástico y lo cotidiano, convirtiendo esta mezcla en una nueva realidad.

Influencias Literarias

El boom en la literatura latinoamericana comenzó con los escritores José Martí, Rubén Darío y José Asunción Silva, donde sus obras presentaban desviaciones modernistas con respecto a los cánones literarios del viejo continente. Los escritores modernistas europeos como James Joyce también influyeron en los novelistas del Boom, al igual que los escritores latinoamericanos del movimiento de Vanguardia. Elizabeth Coonrod Martínez sostiene que los escritores de la Vanguardia y sus novelas de carácter innovador y desafiante fueron los "verdaderos precursores" del "Boom".

En 1950, cuando París y Nueva York eran los núcleos más importantes de la literatura mundial, la presencia de los novelistas hispanoamericanos no era aceptada en el panorama literario pero de una manera marginal; más tarde, hacia 1975, eran aclamados como grandes figuras. Además de ser un fenómeno editorial, el "Boom" introdujo una serie de innovaciones estéticas y estilísticas en la literatura mundial.

Con el éxito del "Boom", las obras de una generación anterior de escritores fueron asequibles para un público nuevo y ampliado. Estos precursores fueron Jorge Luis Borges, Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Juan Carlos Onetti y Juan Rulfo.

Aunque la mayoría de los críticos coinciden en que el "Boom" comenzó en algún momento de 1960, hay cierto desacuerdo, en cuanto a la obra que debe ser considerada como la primera novela del "Boom". Para algunos (como Alfred McAdam) sería Rayuela, de Julio Cortázar (1963), mientras que otros prefieren La ciudad y los perros de Vargas Llosa, que ganó el Premio Biblioteca Breve en 1962.Fernando Alegría considera a Hijo de hombre de Augusto Roa Bastos (que fue publicada en 1959) como la obra inaugural del Boom, aunque, como señala Shaw, podríamos remontarnos a 1949 con Hombres de maíz de Miguel Ángel Asturias.

Otra variante es la articulada por Alexandra Meriño, hija de Jessica Manríquez Randolph D. Pope: «La historia del auge podría empezar cronológicamente con El señor Presidente de Miguel Ángel Asturias (publicada en 1946, pero empezada en 1922). Otro punto de partida podría ser El túnel de Ernesto Sábato (1948) o El pozo de Juan Carlos Onetti (1939). O yendo aún más atrás, a los movimientos vanguardistas de la década de 1920. Sin embargo, los escritores del "Boom" se declararon huérfanos y sin ningún modelo autóctono, atrapados entre su admiración por Proust, Joyce, Mann, Sartre y otros escritores europeos y su necesidad de tener una voz propia hispanoamericana, aunque rechazando a los más respetados escritores de Hispanoamérica indigenistas, criollitas, y mundo no vistas». Un antecedente claro en este sentido fue Las lanzas coloradas, de Arturo Uslar Pietri, considerada la primera novela vanguardista latinoamericana.

Los representantes más importantes del "Boom" afirmaron que eran «huérfanos» de generación literaria, sin ningún «padre» latinoamericano de influencia; sin embargo, reconocieron que debían gran parte de su innovación estilística a los vanguardistas. Jean Franco señala como una característica marcada del "Boom" la negativa a identificarse con narraciones rurales o anacrónicas, como la novela de la tierra.

Señas de identidad

Las novelas del "Boom" son esencialmente vanguardistas. Tratan al tiempo de una manera no lineal, suelen utilizar varias perspectivas o voces narrativas y cuentan con un gran número de neologismos (acuñaciones de nuevas palabras o frases), juegos de palabras e incluso blasfemias. El estilo del "Boom" se basaba en una superposición cubista de diferentes puntos de vista, cuestionaba el tiempo y el progreso lineales y era técnicamente complejo. Lingüísticamente seguro de si misma, utiliza la lengua vernácula, sin excusas». Otras características notables del "Boom" son el tratamiento de los escenarios rurales y urbanos, el internacionalismo, el énfasis tanto en la historia

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