El Barrio Marginal: Producto obligado de impuesta colonio-imperialista
Enviado por julioruiz633 • 29 de Junio de 2022 • Apuntes • 1.311 Palabras (6 Páginas) • 132 Visitas
La Dolorita, TIERRA DE DIGNIDAD , 25 de febrero de 2011
El Barrio Marginal: Producto obligado de impuesta colonio-imperialista
(Por Julio César Ruiz, Educador Popular)
Los primeros barrios conformados en territorio venezolano no datan de los años cincuenta o sesenta del Siglo XX, como algunos historiadores y sociólogos han pretendido hacer ver, emparentando el surgimiento de los mismos con el llamado “boom” demográfico acaecido en América Latina por aquellas décadas.
En realidad, los primeros barrios fueron conformados a fuerza de espada, arcabuz y cruz por los invasores europeos, principalmente españoles, quienes orientados por la propuesta políticoeconómica de un precapitalismo mercantilista y rentista, no pararon mientes para tomar posesión por la fuerza y arrasar todos aquellos territorios a donde lograron llegar.
En el territorio de Venezuela, cuyo nombre, por cierto, no es de origen italiano-español, sino indígena y significa “Agua Grande” en referencia al Lago de Mara o de Maracaibo (Cf. Hernández Villoria en http://www.sitiosvenezuela.com/directorio/o/orige
n-nombre-venezuela.htm), los primeros barrios “marginales”, y ya desde entonces cabría con mayor propiedad calificarlos como “marginados” en lugar de “marginales”, surgieron como producto directo de la política de ordenamiento económico-territorial de los espacios conquistados, la cual se concretó a través de dos instituciones: La “encomienda” y el “repartimiento”. La primera dio origen a los grandes latifundios esclavistas y de servidumbre que lograron mantener estructuras socioeconómicas de carácter cuasifeudal a todo lo largo y ancho de la República hasta el tiempo actual, que es cuando -todavía tímidamente- comienza a combatírsela con alguna sistematicidad bajo los presupuestos ideológicos y operativos de la Revolución Socialista Bolivariana. Consistió en dotar a los conquistadores con una porción relativamente grande de territorio, en calidad de “encomenderos”, esto es, veladores de las tierras del Rey. El encomendero podía trabajar para su beneficio las tierras que le habían sido asignadas, pero tenía la obligación de vender sus productos a la Corona Española. Como se trataba de grandes extensiones de territorio y los españoles y demás europeos eran relativamente escasos en Abya-Yala (llamada “América” por los invasores españoles), las tierras necesariamente debían ser trabajadas por “indios”, quienes eran los habitantes originarios de aquéllas, y habían sido despojados por vía pacícifica o violenta -casi siempre utilizando el terror- no sólo de sus tierras, sino de todas sus pertenencias. Se les abría a los hombres y mujeres (también niños, niñas, adolescentes) originarios/as de Venezuela la posibilidad de ocupar un espacio en el sistema de ordenamiento político-económico imperial español, como “encomendados/as”; para ello debían obedecer a sus señores –los encomenderos-, trabajar las tierras de éstos, y muy importante, desechar creencias paganas, así como aprender la lengua española y las “verdades” de la fe católica. Más tarde fueron instituidas “encomiendas de tributo”; en lugar de tierras, al encomendero le eran asignados indígenas y la potestad de cobrarles un fuerte impuesto en especies o en dinero; los indígenas tenían de gratis la obligación forzada de pagarle al encomendero. Debe resaltarse que los invasores tomaron para sí, tanto para el establecimiento de sus hogares como para el de sus haciendas en encomienda, los mejores territorios y estaban obligados por la Corona a “casarse con española, construir vivienda de piedra [es decir, casa estable] y vivir alejado de los poblados de indios” (Cf. Muro, 1991. En
cat=historia).
Las encomiendas se complementaron con los “Repartimientos de Indios”. La actual Caracas, por ejemplo, que se ufana cada año de su fundación en 1567 por el conquistador invasor Diego de Lozada, existía si bien no como ciudad consolidada, al menos sí como asentamiento de diversos poblados originarios de etnia Cariná (Caribe), los cuales se dieron el lujo, gracias a su organización sociocomunal y conocimiento del territorio, de expulsar a los invasores en repetidas oportunidades, hasta la debacle militar acontecida entre los años 1565 y 1573. En 1568 perece en combate, víctima de la traición, el gran organizador de la resistencia indígena y de la guerra asimétrica contra la superioridad tecnológica de las armas españolas: Guacaipuró. En 1573, también víctima de la traición es capturado y asesinado por los españoles Tamanaco, cacique de los Mariches, uno de los más importantes guerreros sucesores de Guacaipuró, radicado al este del valle de los Toromainas.
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