Primeras culturas
Enviado por andres.r.ange • 4 de Junio de 2012 • Monografía • 2.571 Palabras (11 Páginas) • 710 Visitas
Las líneas de Nazca se encuentran en las Pampas de Jumana, en el desierto de Nazca, entre las poblaciones de Nazca y Palpa (Perú). Fueron trazadas por la cultura Nazca y están compuestas por varios cientos de figuras que abarcan desde diseños tan simples como líneas hasta complejas figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen trazadas sobre la superficie terrestre.
Desde 1994 el Comité de la UNESCO ha inscrito las líneas y geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana como Patrimonio de la Humanidad.1 Sin embargo, en los últimos años han sufrido graves daños por la construcción de la autopista panamericana y las rodadas de todoterrenos.
Primeras culturas
Sus primeros habitantes moraron en la zona hace 10.000 años. Allí se desarrollaron mucho después diversas culturas como la de Paracas, de Nazca y Tiahuanaco costeño.
[editar]Extensión
En el Perú, a 450 kilómetros al sur de Lima y cerca del océano Pacífico, se encuentran las pampas de Ingenio, Nazca, Palpa y Socos. Entre Palpa y Nazca, en la pampa de Socos, se ubican estas líneas trazadas en el suelo, cuya anchura oscila entre los 4 dam y 21 dam. Es una tierra entre negruzca y rojiza que se torna violácea al anochecer. Un semicírculo de cerros en la lejanía conforman un gigantesco anfiteatro natural abierto hacia el poniente.
En esta región miles de líneas se extienden por 520 km², y algunas incluso se prolongan hasta un área de 800 km².
Las longitudes de las líneas son variables, llegando a medir algunas hasta 275 m de largo.
[editar]Trazado
El colibrí.
Técnicamente las líneas de Nazca son perfectas. Las rectas encierran una perfección con unas pequeñas desviaciones a lo largo de kilómetros. Los dibujos están bien proporcionados, sobre todo si se piensa en sus dimensiones. Estas líneas también son testimonio de un gran conocimiento geométrico de los antiguos habitantes de esta zona, por lo cual se declararon patrimonio cultural de Perú.
Los nazcas pudieron usar cuerdas para no desviarse en el trazo de las cerca de 1.000 rectas –algunas de varios kilómetros de largo– y dibujaron las cerca de 800 figuras animales mediante la traslación de modelos realizados a escala a grandes cuadrículas hechas con estacas y cordeles. Luego, el excepcional clima de la región –donde prácticamente no llueve– premió el ingenio de aquellos humanos preservando su obra.
[editar]Clima
Las pampas de Jumana están situadas a una altura de 330 msnm y mantienen una temperatura media anual de 25 grados centígrados en una de las zonas más secas del planeta, lo que ayuda a conservar los dibujos. El aire caliente actúa como un "colchón" que impide que las líneas se borren porque obliga al viento a cambiar su dirección.
[editar]Apreciables sólo desde el aire
Desde tierra, estos diseños pasan desapercibidos. Estas líneas solamente pueden ser observadas en toda su inmensidad desde el aire, al sobrevolar el desierto a por lo menos doscientos metros de altura.
[editar]Descubrimiento, estudio y significado
La primera referencia a dichas figuras pertenece al conquistador Pedro Cieza de León en 1547. Pedro de Cieza de León vio “señales en algunas partes del desierto que circunda Nazca”, pero la ciencia no las descubriría hasta que el hombre empezó a volar. Después de que Cieza de León observara “señales” sobre la llanura desértica, el corregidor Luis Monzón quiso darles un sentido y escribió en 1568 que las líneas eran carreteras.
Aunque pueden ser vistas parcialmente desde las colinas próximas, los primeros en distinguirlas fueron pilotos militares y civiles peruanos. En 1932 el arqueólogo Julio Tello realizó la primera investigación científica sobre las líneas. Tello conjeturaba que se trataba de simples caminos. En 1942 prosigue sus investigaciones el historiador estadounidense John Rowe, quien las considera “centros de doracion”. Este enigma le entusiasmará hasta su muerte en 1969. Su discípulo, el matemáticoMax Uhle, que dedicó 60 años al estudio de los geoglifos, aventuró la hipótesis de que dichos dibujos tenían un significado escencial, podía tratarse de un gigantesco calendario. Henri Stierlin en su libro Nazca. La solución de un enigma arqueológico (1983) plantea que las rectas funcionaban como telares y las figuras tenían un carácter protector. Aunque la hipótesis no ha sido demostrada, la obra es una aproximación sensata al enigma de Nazca.
El escritor suizo Erich von Däniken las dio a conocer en 1968 en Recuerdos del futuro, libro del cual vendió millones de ejemplares. Las consideraba una de las pruebas de que el hombre había recibido en la Antigüedad la visita de extraterrestres que habían influido en la Historia. Según esta particular visión del pasado, Nazca era un complejo para el aterrizaje de las naves de unos visitantes que el ser humano había después convertido en dioses. La idea fue pronto refutada, ya que no cuadraba que unos prodigiosos visitantes volasen en unas naves que necesitaran de largas pistas, algo propio de los sencillos aviones terrestres. Además parece bastante difícil presentar como una pista de aterrizaje la espiral de la cola de un mono, por mucho que el simio mida 135 metros, o el zigzagueante cuello de un gigantesco pájaro de 300 metros. Tras demostrarse lo descabellado de su idea, pasó a defender que se trataba de una obra indígena concebida con el objeto de propiciar la vuelta de los dioses extraterrestres. Curiosamente, a pesar de lo que afirma Von Däniken, los arqueólogos descartaron desde el principio que se tratara de carreteras y que fueran incas nunca lo han contemplado, porque los incas todavía no existían cuando fueron hechas. Es posible que los nazcas sólo quisieran que su obra se viera desde el cielo porque consideraban las alturas el lugar donde está la morada de los dioses, idea que han compartido muchas civilizaciones a lo largo de la historia.
Imagen satelital de las líneas de Nazca.
El primer estudio de campo serio sobre estos dibujos se debe, tras cinco temporadas de trabajo de campo, equipo arqueológico de la Fundación Suiza Liechtenstein para las Investigaciones Arqueológicas en el Exterior, encabezado por los arqueólogos Markus Reindel y Johny Isla Cuadrado desde 1996. Han documentado y excavado más de 650 yacimientos y han conseguido trazar la historia de la cultura que generó estos dibujos, además de darles un sentido científico.
Vistas de cerca, estas líneas se convierten en simples surcos en el suelo. Las características geológicas de la pampa propician que no sea necesario mucho más para obtener un resultado visible. La superficie está compuesta por una capa de guijarros de un color rojizo oscuro causado
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