ARREBATOS CARNALES 1
Enviado por anamarifjfkfkf • 2 de Octubre de 2013 • 449 Palabras (2 Páginas) • 470 Visitas
de estatuas con su imagen; su vida y su gesta heroica aparecen en almanaques, ensayos,
textos de diferente naturaleza, novelas y libros en general. En la inmensa mayoría de ellos se proyecta
como el magnífico héroe de la Independencia, como en realidad fue en términos indiscutibles. [Claro
que sí, nadie como él! Pero, ¿por qué, en lugar de analizar estrictamente su figura histórica, no
exponemos su existencia como la de un hombre con las fortalezas y debilidades de un personaje de
carne y hueso? ¿O acaso no llegó a sentir una gran atracción por el sexo opuesto? Por supuesto que vivió
pasiones intensas, las de un ser humano enamorado de la vida, y compartió sinsabores y éxitos con
diversas mujeres. ¿Por esta razón dejaría de ser uno de los grandes forjadores de México? Entonces,
¿por qué hacer de él una figura cuasi religiosa, carente de sentimientos como si el hecho de tenerlos
denigrara su personalidad o provocara decepciones entre sus admiradores y seguidores? Es evidente que
Morelos vivió romances que hicieron girar radicalmente el rumbo de su existencia. El hecho de
divulgarlos no empequeñece su figura, sino que la aumenta de manera exponencial al revelar la
circunstancia en que desarrolló su carrera política, religiosa y militar.
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La pareja, la compañía, el ser amado, fuera hombre o mujer, tuvo que jugar un papel muy
importante en los acontecimientos, como sin duda es el caso de cualquiera de nuestros semejantes.
Resulta inadmisible estudiar las biografías de los grandes personajes de nuestra historia con un
criterio moralista o religioso que excluya sus inclinaciones sentimentales o ignore los arrebatos
carnales en que pudieron haber caído, víctimas de una obnubilación per-. manente o pasajera. El
amor constituye la columna vertebral de las relaciones humanas. ¿Adónde se va en la vida sin un
cómplice con quien se comparten secretos exquisitos en la cama?
Si se trata de investigar al gran protagonista de un episodio histórico, resulta imperativo
describir el contexto amoroso en que se desempeñaron la monja, el revolucionario, el político
reformador, el emperador, el líder de la Independencia o el dictador para poder comprender a
cabalidad sus obstáculos e impedimentos, que una vez salvados les permitieron alcanzar sus
objetivos y justificar con ello su existencia. ¿Por qué omitir esta parte del relato sólo para caer en
los terrenos de la hipocresía donde germina la confusión? ¿Por qué un novelista tiene que
convertirse en otro mojigato, en un santurrón, en un comediante mendaz que aprueba la falsedad,
la simulación y la beatería? Me niego: no dedico mi vida a la historia y a las letras para ser
etiquetado como un fariseo más ...
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