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Arquitectura Del Roccoco


Enviado por   •  12 de Junio de 2012  •  2.693 Palabras (11 Páginas)  •  580 Visitas

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ARQUITECTURA DE ROCOCO

Introducción

El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760.

El Rococó se define por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos, en el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos.

El columpio, obra maestra de Fragonard, donde se recoge el espíritu refinado, exótico y sensual propio del Rococó.

Durante el reinado de Luis XV, la vida de la corte se mantiene en el palacio de Versalles, extendiendo el cambio artístico del palacio real y permiten su difusión a toda la alta sociedad francesa. La delicadeza y la alegría de los motivos Rococó han sido vistos a menudo como una reacción a los excesos del régimen de Luis XIV.

Si lo Barroco estaba al servicio del poder absolutista, el Rococó está al servicio de la aristocracia y la burguesía. El artista deja de ser un servidor del poder y trabaja con más libertad y se inicia el mercado del arte.

El Rococó se presenta como un arte al servicio de la comodidad, el lujo y la fiesta. Las escenas de su pintura recogen este nuevo estilo de vida, y la arquitectura se transforma y se modifica la forma de vivir.

Defición del Arte Rococó

El término rococó proviene de la palabra francesa "rocaille" (piedra) y "coquille" (concha), elementos de gran importancia para la ornamentación de interiores.

Lo importante es la decoración, que es completamente libre y asimétrica. Muestra su predilección por las formas onduladas e irregulares y predominan los elementos naturales como las conchas, las piedras marinas y las formas vegetales.

Características del Rococó

En arquitectura, los edificios mantienen un trazado externo simple, sin embargo, en el interior la decoración se desborda. El rococó impone la acumulación de elementos decorativos basados en líneas ondulantes y en la asimetría. Alcanza mucha difusión el gusto chino, que había entrado en Europa con las piezas de porcelana, telas o lacas, y que decorará los salones occidentales con sus temas más representativos.

En pintura, los temas más abundantes son las fiestas galantes y campestres, las historias pastoriles, las aventuras amorosas y cortesanas. Las composiciones son sensuales, alegres y frescas, predominan los colores pasteles, suaves y claros. La mujer se convierte en el foco de inspiración, ya que es la figura bella y sensual.

El Arte Rococó en España

Arquitectura Rococó

El rococó en España se inicia durante el reinado de Felipe V (1700-1746), favorecido por el estilo churrigueresco, que había llevado al barroco al recargamiento ornamental. Su influjo fue limitado, ya que fueron muy pocos los contactos que España mantuvo con el rococó europeo y especialmente con Francia y Alemania.

El ejemplo más temprano de arquitectura rococó es la portada de la catedral de Valencia, realizada por el alemán Conrad Rudolf. Dividida en tres cuerpos y coronada con un frontón curvo, alterna el ritmo cóncavo en sus calles laterales con el ritmo convexo en la central.

La fachada del palacio del marqués de Dos Aguas, diseñada por Hipólito Rovira se compone de dos partes bien diferenciadas y separadas por el escudo del marqués. En la parte inferior, se describe la alegoría de los dos ríos valencianos, el Turia y el Júcar, y en la superior, aparece una hornacina que alberga una escultura de la Virgen con el Niño. Una movida decoración de inspiración vegetal recorre toda la fachada.

La catedral de Cádiz, proyectada en 1722 por Vicente Acero es la obra más representativa del rococó español. Acero sigue los esquemas renacentistas de la catedral de Granada de Diego de Siloé, por eso su interior se estructura en tres naves. La cabecera cuenta con una girola en torno a la capilla mayor, que es de planta circular y que se cubre con una cúpula sobre tambor.

La fachada, flanqueada por dos torres de planta octogonal, se organiza en tres calles. La central, que se remata con un frontón triangular, es convexa y las laterales son cóncavas.

Otro ejemplo, es la fachada de la catedral de Murcia, de Jaime Bort.

Junto a estos, hay que destacar el empleo del estilo rococó en los proyectos decorativos de los interiores de los palacios de la Familia Real, como en el Salón Gasparini del Palacio Real de Madrid

Mobiliario y objetos decorativos durante el periodo Rococó

La temática ligera pero intrincada del diseño Rococó se adecua mejor a los objetos de talla reducida que a la arquitectura y a la escultura. No sorprende por lo tanto que el Rococó francés fuera utilizado sobre todo en el interior de las casas. Figuras de porcelana, platería y, ante todo, el mobiliario incorporan la estética del Rococó cuando la alta sociedad francesa quiere arreglar las casas con el nuevo estilo.

Contexto histórico y social

Su precedente se sitúa en los inicios del siglo XVIII coincidiendo con la regencia de Felipe de Orleans, cuando empezaron los tímidos cambios que anunciaban el final del estilo tardo barroco y su evolución hacia la expresión de un gusto más contemporáneo, independiente y hedonista, contrapuesto al arte oficial, inflexible y ostentoso del reinado de Luis XIV. La transición del Rococó, también conocido como el «estilo Luis XV», a nuevas formas y expresiones artísticas, empezó hacia el 1720.

Este estilo, llamado en su tiempo «del gusto moderno», fue despreciado por sus críticos y detractores neoclasicistas con la palabra Rococó, que es una composición de «rocaille» (piedra) y «coquille» (concha marina), puesto que en los primeros diseños del nuevo estilo aparecían formas irregulares inspiradas en rocas marinas, algas y conchas. Otras versiones buscan el origen en rocaille, un tipo de ornamentación de los decoradores de grutas de los jardines barrocos y que se distinguía por su profuso ensortijamiento. Aunque el Rococó haya sido un arte convencionalista y cortesano, es un ejemplo de cómo el arte es expresión de la vida social y de cómo un estilo puede estar dirigido a individuos dentro de dicha sociedad y no a sus monarcas o dioses.

El estilo se expresa sobre todo en la pintura, la decoración, el mobiliario, la moda y en el diseño y producción de objetos. Su presencia en la arquitectura y la escultura es menor, puesto que su ámbito fundamental son los interiores y, en menor grado, las composiciones monumentales.

Las excavaciones entre 1738 y 1748 de Pompeya y Herculano y su divulgación despertaron una verdadera fascinación por el «gusto

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