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Asalto a la diligencia


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2011  •  Monografía  •  1.548 Palabras (7 Páginas)  •  768 Visitas

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La Reforma

Texto: Guadalupe Jiménez

Fotografía: Jesús Sánchez Uribe

Paseo de la Reforma en México, D.F

¿Conoces el Paseo de la Reforma en la ciudad de México? Es una avenida muy ancha, muy bella, que va desde el Castillo de Chapultepec hasta Tlatelolco.

¿Sabes por qué se llama "de la Reforma"? Por una serie de cambios muy importantes que se intentaron en nuestro país hace más de cien años. Reforma significa volver a dar forma a algo, cambiarlo, mejorarlo. Eso es lo que emprendieron un grupo de hombres para remediar muchos males que sufría el país.

Ahora te contaremos la historia de la Reforma.

Asalto a la diligencia

La Independencia de México conseguida años atrás, en 1821, no había acabado con los problemas de los mexicanos. El gobierno era débil, no tenía dinero ni recursos para aliviar la pobreza. Escaseaban los alimentos, y el dinero no alcanzaba para pagar los sueldos de los empleados y de los militares.

Las tierras no se cultivaban. La minería estaba paralizada pues durante la guerra de Independencia los insurgentes habían inundado las minas. El comercio era muy difícil y los artículos extranjeros como telas, tijeras, clavos, muebles, botones, sombreros, cobijas, eran más baratos que los que fabricaban los artesanos mexicanos. Éstos pronto se quedaron muy pobres pues nadie les compraba sus productos. Por ejemplo: los vendedores de refrescos apenas ganaban lo suficiente para comer.

La mayoría de los mexicanos vivía en el campo. Los caminos eran muy pocos; sólo había dos importantes: el que iba de Veracruz a México, y el de México a Tepic.

Era muy arriesgado viajar por el país; los bandoleros atacaban a los viajeros, sobre todo en Río Frío, cerca de Puebla. Si la diligencia era asaltada, los viajeros tenían que ponerse con las manos y las rodillas en el suelo; si no, los bandoleros los azotaban.

La leva.

Los campesinos vivían miserablemente, repartidos en aldeas o trabajando como peones en las haciendas. Cada vez que había un cambio de gobierno, muchos hombres en las ciudades y en el campo eran reclutados por la fuerza para el ejército. A esto se le llamaba leva. Llegaban los militares popularmente llamados dragones y escogían a los hombres más fuertes y los enfilaban de dos en dos hasta el cuartel más cercano. Una canción de la época decía:

Invaden los dragones la humilde ranchería y el luto, la agonía, nuestro jacal cubrió.

Corriendo tras la cuerda, las madres, las esposas, hincábanse llorosas, delante del dragón...

Otros, que no tenían trabajo pero sí hambre, se iban a "la bola", es decir, se unían a los frecuentes levantamientos en contra del gobierno.

¡Agua de horchata! ¡Tome, su merced!

En cada barrio existían pulquerías con nombres simpáticos como "La nana", "Los pelos", "El atorón de los charros", y fondas donde se vendían peneques y enchiladas, con aguas frescas.

El carnicero con su mercancía

Un mendigo es llevado en hombros.

El panadero pregona su pan...

El aguador recorre la ciudad.

Las calles eran transitadas por vendedores como el ollero, con su huacal; el carnicero y su burro; el velero, que pregonaba sus velas de sebo; el panadero, con una canasta sobre la cabeza; el aguador, con cántaros relucientes; el tocinero, con un calzón de manta arremangado; el barbero con sus pomadas de limón y toronjil. No podían faltar los mendigos, que se agrupaban en cofradías que les prestaban muletas y vendas; simulaban estar heridos, enfermos o ciegos.

LIBERALES Y CONSERVADORES

En aquella época se formaron dos grupos rivales: los liberales y los conservadores. Los primeros se llamaban así porque buscaban liberar a la sociedad de viejas costumbres y reformar las leyes para crear una nación moderna. Por su parte, los conservadores creían que muchos cambios hacían daño a México y querían conservar las tradiciones y el modo de ser del pueblo. Ahora verás cómo imaginaban a México los liberales y cómo los conservadores:

Caricatura liberal: tres sacerdotes con cara de gato se amparan en la Constitución de 1857 a la vez que rasguñan a la República reformista.

Liberales

Una república parecida a la de Estados Unidos con presidente y congreso.

Todos los ciudadanos iguales ante la ley, sin privilegios para los militares, el clero o los grupos indígenas.

Respeto absoluto a la propiedad privada. Rechazo a la propiedad comunal.

Conservadores

Una monarquía como Inglaterra con un rey y un parlamento o congreso.

Protección a ciertos grupos, títulos de nobleza, privilegios para el clero y protección especial a los indígenas.

Respeto a la propiedad privada pero también a la de la iglesia y de las comunidades indígenas.

Así veían los liberales

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